En poder del IPAB, 50.49% de las acciones, y
el resto entre el gobierno y ex acreedores
La reducción de comisiones, evidencia de la
debilidad financiera de Cintra
No ha cumplido el ordenamiento del Congreso de vender
Mexicana y Aeroméxico
ROBERTO GONZALEZ AMADOR Y VICTOR CARDOSO
El conflicto surgido por la decisión de las líneas
aéreas mexicanas de reducir al mínimo el pago de comisiones
a las agencias de viajes por la venta de boletos puso de manifiesto la
debilidad financiera que aqueja a la Corporación Internacional de
Transporte Aéreo (Cintra), empresa controladora de Mexicana y de
Aeroméxico, entidad que opera con pérdidas y a la espera
de ser reprivatizada.
Constituida en mayo de 1995, Cintra es la empresa propietaria
de las dos líneas aéreas nacionales, así como de varias
compañías regionales de aviación y de empresas prestadoras
de servicios. Poco más de la mitad de las acciones de Cintra, 50.49
por ciento del total, pertenece al Instituto para la Protección
al Ahorro Bancario (IPAB) y el resto está repartido entre el gobierno
federal y los bancos que hasta antes de 1995 fueron acreedores de Mexicana
y Aeroméxico.
Surgida
como resultado de las crisis de liquidez que afectaron a Mexicana y Aeroméxico
en 1994, agravada por la devaluación de 1995 y, en algunos casos
por manejos fraudulentos de los administradores de las empresas, Cintra
no ha logrado sacar a flote a las compañías ni cumplir con
un ordenamiento del Congreso en 1999, que dispuso la venta de las dos aerolíneas.
Entre enero y septiembre de 2002, Cintra reportó
pérdidas por mil 236.20 millones de pesos, cantidad que superó
ampliamente el resultado negativo de un año antes, 2001, cuando
fue de 778.85 millones de pesos.
El objetivo del IPAB, como principal accionista de Cintra,
es lograr la venta de las empresas aéreas, ya sea en paquete o por
separado. Un mercado internacional debilitado por la desaceleración
económica de Estados Unidos y el efecto negativo en la aviación
de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Washington y Nueva York
ha obligado a retrasar la operación, que cada vez luce más
complicada.
Félix Romano, vicepresidente del Consejo Nacional
Empresarial Turístico, considera que la venta de las aerolíneas
se observa difícil de concretar, no sólo en 2003, sino incluso
el año próximo. Es una opinión compartida por la secretaria
de Turismo, Leticia Navarro, quien señala que ahora "pareciera no
ser el mejor momento para sacar a la venta las aerolíneas".
Las principales empresas de aviación estadunidenses
y europeas, que son las potenciales compradoras de los activos de Cintra,
enfrentan la mayor crisis de su historia desde los referidos atentados.
Cualquier interesado en adquirir las aerolíneas mexicanas enfrentará
el reto de administrar empresas con finanzas deterioradas.
Información de la propia Cintra revela que la empresa
controladora acumuló hasta septiembre pasado pasivos por 15 mil
177 millones de pesos, cantidad que representó un incremento de
8.5 por ciento en comparación con el mismo periodo de 2001. A más
detalle, los pasivos de corto plazo sumaron 8 mil 284.51 millones de pesos
y, adicionalmente, los pasivos en moneda extranjera alcanzan 7 mil 705.11
millones de pesos.
La decisión sobre la venta de Cintra tendrá
que esperar mejores tiempos. El 28 de octubre pasado, la empresa recibió
una recomendación del banco de inversiones estadunidense Merrill
Lynch, en el sentido de posponer la operación de desincorporación
de activos.
"El consejo de administración de Cintra reconoce
que en el corto plazo no existen las condiciones favorables para realizar
el proceso de venta", indicó la empresa. Sin embargo, la intención
de continuar explorando la enajenación de los bienes sigue en marcha
y actualmente se ha concluido la preparación de los documentos que
permitan iniciar el proceso "tan pronto como las condiciones así
lo permitan".
El capital contable de Cintra, hasta septiembre pasado,
fue de 4 mil 491.22 millones de pesos, sólo 29 por ciento del saldo
de sus pasivos a la misma fecha. Estimaciones extraoficiales han situado
en mil 200 millones de dólares el monto que podría ser obtenido
por la venta de Cintra.
Sin embargo, una vez que el IPAB, principal accionista
de Cintra, logre vender las empresas aéreas, los recursos serán
empleados principalmente para reducir el costo de los pasivos generados
por el rescate bancario de 1995 y no para retornar al fisco así
sea una parte del dinero gastado en las pasadas tres décadas con
el propósito de mantener a flote a las empresas.