Teme el SIN que sean utilizados por terroristas para atentados
Redada contra extranjeros a unos días del Super Bowl
Guardias de seguridad y choferes, entre las decenas de detenidos
AFP
San Diego, Cal., 22 de enero. "Caballeros, inicien su venganza". Para muchos esas serán las palabras con que el árbitro principal inicie el domingo el partido entre Bucaneros de Tampa Bay y Raiders de Oakland, por el título de la National Football League (NFL).
Ambos equipos protagonizarán, en el Qualcomm Stadium de San Diego (California), la 37 edición del acto deportivo más esperado del año en Estados Unidos.
Este Supertazón se ve matizado por varios duelos particulares muy especiales, pero el más importante, y que parece darle tono dramático al encuentro, es la venganza que el director técnico de los Bucaneros, Jon Gruden, puede tomar sobre el millonario dueño de los Raiders, Al Davis.
En febrero del año pasado, Davis, un anciano de 73 años, cedió al timonel Gruden a los Bucaneros, a cambio de la exorbitante suma de 8 millones de dólares -la cifra más alta pagada hasta ahora por un técnico de la NFL-, además de dos selecciones de la primera ronda de la elección de talentos universitarios y otras dos de la segunda.
La condición que se produjo para este cambio es que Gruden no podía llevarse a ninguno de sus asistentes en Oakland, principalmente a su colaborador más valioso, el coordinador ofensivo Bill Callahan.
Como se dice, a Gruden lo mandaron a la guerra y sin fusil, pues en Tampa debía levantar la moral de un equipo que en los últimos cinco años no había podido pasar de la segunda ronda de postemporada, pese a contar con excelentes jugadores.
Gruden ha preferido el silencio a mostrar sus sentimientos.
En sus últimos tiempos en Oakland, Davis y Gruden se llevaban a las patadas, con ataques de ambos lados por los inestables resultados del equipo. La manzana de la discordia parecía ser la filosofía de juego que ambos hombres querían imprimir a los Raiders.
Gruden es un artífice del planteamiento defensivo, lo cual chocaba muchas veces con la vocación ofensiva de Callahan.
Las armas principales de Oakland son el buen funcionamiento entre su quarterback Rich Gannon -el "Jugador más Valioso" de la temporada- y los receptores Jerry Rice, Tim Brown y Charlie Garner.
Las claves de Tampa para estar en su primer Supertazón, desde que hace 27 años fue creada la franquicia, es el extraordinario candado que Gruden ha formado con el linebacker Derrick Brook -el "Mejor Jugador Defensivo" del año-, los esquineros Ronde Barber y Brian Kelly, y el cuatro veces All Star, el safety John Lynch.
Por otra parte, el Servicio de Inmigración y Naturalización (SIN) detuvo aquí a decenas de guardias de seguridad y conductores de transporte público extranjeros como medida preventiva ante la realización del Super Bowl. El SIN informó que los extranjeros, principalmente los indocumentados, "podrían ser víctimas de coerción por parte de terroristas", para colaborar hipotéticamente en atentados.
Las autoridades detuvieron también a empleados en los aeropuertos de San Diego, Los Angeles, San Francisco, San José, Oakland y Sacramento.