Calificar cuáles revistas no pagarían IVA podría propiciar corrupción: Araico
Alerta Caniem sobre el peligro de que CNCA y Conacyt se erijan en jueces
Toda norma fiscal aplicada a las publicaciones atenta contra las libertades de prensa, expresión y circulación, aduce ''Las revistas deberán asumir el impuesto como costo''
CESAR GÜEMES
Luego del anuncio de la versión 32 de la Feria Metropolitana del Libro, Gonzalo Araico, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem), señaló como ''muy peligrosa" la posibilidad de que el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) califiquen a las revistas mexicanas para que éstas se vean estimuladas en el aspecto hacendario, pues ello ''podría prestarse a la discrecionalidad de un funcionario que acepte o no determinado tipo de revista según su contenido", y fue más allá al advertir sobre ''el peligro en cuanto a las posibilidades de cierta corrupción en el sentido de que una revista pueda 'pasar' o no".
La puesta al día en cuanto al impuesto de 15 por ciento a las revistas que se consumen en el país consiste, en palabras de Araico, en que ''sus editores, preocupados por la situación hacendaria, han tomado la decisión de recurrir al amparo. Es una situación grave para estas publicaciones porque deben absorber el impuesto como un costo, no como un agregado al precio de portada. Además, existe inconstitucionalidad en la medida, porque no se puede gravar con tasas distintas a publicaciones similares, como son periódicos y revistas; mientras los periódicos se gravan con tasa cero, las revistas quedan en la llamada tasa exenta".
La estimación en cifras, dijo, comprende ''por lo menos 50 casas editoriales que se han ido al amparo, lo que representa un mínimo de 100 y un máximo de 200 revistas afectadas".
-ƑExiste algún avance en las negociaciones con el Poder Legislativo?
-Por el momento, ya que el Congreso se encuentra en receso, hemos buscado la posibilidad de acercarnos a las comisiones permanentes de ambas cámaras para ir avanzando en las pláticas que formalmente comenzarían en marzo, con la apertura del periodo de sesiones. El senador por el Partido Acción Nacional Adalberto Madero Quiroga, presidente de la Comisión de Bibliotecas del Senado, se interesó por el tema y hace una semana nos reunimos con él y nos ofreció la posibilidad de encontrarnos con el subsecretario de ingresos, Rubén Aguirre. Reconocemos que con la Secretaría de Hacienda no tenemos mucho qué hacer para modificar la disposición, puesto que ya ni con un decreto presidencial es posible regresar a las revistas al tratamiento anterior. Sin embargo, queremos acercarnos al señor Aguirre para conocer las razones por las que se decidió que las revistas se vieran gravadas de forma distinta a otras publicaciones periódicas.
El riesgo de la discrecionalidad
Se ha planteado la posibilidad de que el CNCA y el Conacyt califiquen a las revistas por su contenido. Al respecto, Araico señala que eso ''podría prestarse a la discrecionalidad de un funcionario que acepte o no determinado tipo de revista según su contenido", y advierte sobre "el peligro en cuanto a las posibilidades de cierta corrupción de que una revista pueda 'pasar' o no."
-ƑConoce el punto de vista de los titulares de esas instituciones?
-La Caniem tiene una llamada pendiente con la presidenta del CNCA, Sari Bermúdez, porque ella está en total desacuerdo con que el consejo maneje la calificación. Y aunque todavía no he hablado con el director de Conacyt, pienso hacerlo para saber su opinión.
Aclara Gonzalo Araico, sin embargo, que ''dentro de las normas internas de esos organismos no existe ninguna disposición para que funcionen como instancias calificadoras".
El titular de la Caniem ejemplifica: ''En Chile, cuando se gravó a las revistas, cayó radicalmente el nivel de lectura. Así que estamos en contra de que se grave cualquier tipo de lectura, sea en libro, periódico o revista. Cualquier disposición fiscal que se aplique a las publicaciones atenta contra las libertades de prensa, expresión y circulación". Si esto ocurre con las revistas, ''puede pasarle a cualquier otro medio, lo cual es muy riesgoso". Aclaró que ''si bien sabemos que en otros países se aplica el IVA a las revistas, se traslada al consumidor: lo que le cobran a quien produce la publicación puede recuperarlo en el precio de portada más el IVA. Sin embargo, en México las revistas tendrán que asumir el impuesto como costo, un hecho inédito que afecta al país porque inhibe la producción. Por eso he recibido comentarios de que con la medida algunos editores se verían forzados a imprimir fuera de México con la afectación a la cadena productiva nacional, desde la compra de papel hasta la contratación de talleres".
La solicitud de apoyo por parte de los productores de revistas en el país llegó este lunes a instancias internacionales, según explicó por último Gonzalo Araico: ''El pasado día 20 nos reunimos con Donald Kummerfeld, presidente de la Federación Internacional de Prensa Periódica, para ponerlo al tanto de la problemática de las revistas mexicanas. Y como la Caniem está afiliada a esta federación, le solicitamos el apoyo que pueda ofrecer mediante una carta dirigida al Presidente de la República, las secretarías de Hacienda y de Educación, así como a los legisladores".