Persiste en un rezago de cuando menos medio siglo en comparación con otros países
Urgen a desarrollar los géneros de la música escénica en México
La compositora Ana Lara se manifiesta por propuestas de calidad por encima de carencias
La ópera de cámara, opción viable que requiere pocos recursos y atiende a más público
ANGEL VARGAS
A raíz de las limitaciones económicas que afectan al país, hoy más que nunca es inaplazable que en México comiencen a desarrollarse los géneros de la música escénica, entre ellos la ópera de cámara, por ser expresiones que requieren pocos recursos, abren nuevas opciones estéticas y de trabajo para artistas, además de que atienden a mayor cantidad de público y crean nueva audiencia.
Así lo consideran creadores e intérpretes relacionados con la música y las artes escénicas, entre ellos los compositores Ana Lara, Alejandra Hernández y Paul Barker, así como la mezzosoprano María Huesca, quienes no acaban de comprender las razones por las que el país registra un rezago de cuando menos medio siglo en ese ámbito, no obstante las bondades que ofrece.
''Definitivamente el desarrollo de la música escénica está pintado para México, sobre todo por la situación económica. Sin embargo, en el caso de la ópera de cámara, por ejemplo, continúan siendo propuestas alternativas y marginales. En Europa, luego de la crisis que obligó a reducir los subsidios estratosféricos que recibían las grandes casas de ópera, se comenzaron a crear compañías de pequeño formato, lo cual ha resultado un éxito, como se comprueba en Inglaterra, donde existen más de 70", señala Huesca.
Beneficios del pequeño formato
"Cuando se generaron estas pequeñas compañías, estadísticamente se vio que daban más trabajo a cantantes y músicos que las grandes casa de ópera, porque con una sola producción podía tener una gira y más de 25 funciones, contra las cuatro o cinco presentaciones que habitualmente se montan de gran formato. También quedó claro que resultan menos costosas, que son más manejables y vistas por más público'', agrega la intéprete.
''Entonces, la ecuación de inversión respecto de la recaudación resulta más que positiva en términos económicos, opción de nuevos empleos, atención de públicos y creación de nueva audiencia, así como en el desarrollo artístico."
Como responsable de la organización del Festival Internacional de Música y Escena, cuya quinta versión comenzará mañana en el Centro Cultural Helénico, la compositora Ana Lara considera que la falta de interés y apoyo institucional hacia este tipo de expresiones se debe ''básicamente al desconocimiento y también (a) una especie de sentimiento erróneo de que lo chiquito es menos y lo grandote es lo verdaderamente importante".
Por la experimentación
Lara describe que desde sus orígenes el arte operístico ha contado con repertorio para pequeño y gran formatos, sin que la dimensión sea un factor que condicione los valores estéticos de las obras.
Explica que una de las finalidades primordiales del festival consiste, precisamente, en abatir ese desconocimiento y, en consecuencia, coadyuvar a superar el mencionado retraso que existe en relación con otros países. Sobre todo, precisa, tratando de ''alentar a los compositores nacionales para comenzar a experimentar".
Al respecto, la autora considera que, ''en general, el nuestro es un país de músicos muy conservadores y cuesta trabajo que se adentren en este tipo de propuestas. Es algo que ha quedado reafirmado en estos cinco años de festival, aunque varios intérpretes ya han comenzado a cobrar interés y también algunos compositores".
Considera que la música escénica representa una revolución en la historia del arte mundial, sin embargo, matiza y señala que ''nunca superará a la música como tal; sólo es una vertiente más". Enfatiza, como una de sus cualidades, los bajos costos que implica su desarrollo, y ejemplifica con el caso del quinto Festival Música y Escena, cuya organización de sus siete espectáculos, entre ellos tres óperas de cámara, requirió la cuarta parte del presupuesto para el montaje de un solo título de ópera convencional.
Nada de rigideces
Acerca del aspecto artístico, el compositor inglés Paul Barker subraya que las diferentes expresiones de la llamada música escénica permiten innovar y experimentar como ninguna otra de las artes escénicas.
''La ópera de cámara puede usar los mejores aspectos del teatro, la danza, el video, de todas las artes, pero de manera libre, imaginativa, nada rígida, como sucede en la ópera convencional, cuyas formas son muy conservadoras", agrega.
''México está en un buen momento para desarrollar este tipo de expresiones. Es una época muy difícil en el mundo, entonces tenemos la oportunidad de no seguir con lo mismo y crear algo nuevo. Las orquestas de gran formato están en peligro de desaparecer, lo mismo que las casas de ópera por cuestiones políticas y falta de recursos. Esperemos que en México adviertan que esto representa una inmejorable oportunidad de crear cosas en las que se involucran diversas artes, no implican grandes inversiones y, además, tienen la virtud de alentar un nuevo contacto con el público."