Proponen establecer un "Procampo ecológico"
En riesgo, la biodiversidad en el sur y el sureste: especialistas
ANGELICA ENCISO L.
Para lograr la conservación de 10 por ciento de los bosques mesófilos y de 5 por ciento de las selvas tropicales que quedan en el país, luego de que entre 1976 y 2000 desaparecieron alrededor de 12 millones de hectáreas, es necesario establecer mecanismos de apoyo, como un "Procampo ecológico", y que las áreas naturales protegidas lleguen a 20 millones de hectáreas.
Además se deben atender en forma urgente las 16 zonas críticas y prioritarias por su diversidad biológica, entre las que se encuentran las áreas naturales protegidas de Montes Azules, La Sepultura, La Encrucijada, El Triunfo, Palo Blanco y los bosques mesófilos de los Altos de Chiapas, la sierra de los Tuxtlas, la sierra sur y costa de Oaxaca, y la Alta Tarahumara, sostiene el estudio Bosques y biodiversidad en riesgo, de Pronatura y del Centro de Estudios para el Desarrollo Sustentable (Cespedes).
De los bosques y selvas originarios de México hasta el momento se ha perdido alrededor de la mitad de los bosques templados, la mitad de las selvas caducifolias, 90 por ciento de los bosques mesófilos y 95 por ciento de las selvas tropicales húmedas, detalla.
El estudio indica que debido a que gran parte del territorio nacional es de propiedad ejidal, comunal o privada, es evidente "la existencia de numerosas tensiones y conflictos entre el interés público por la conservación de la biodiversidad y los intereses de los propietarios".
Frente a esto, refiere, se podrían establecer apoyos como un "Procampo ecológico", incentivos fiscales en forma de deducciones, exenciones y nuevas reglas de distribución a estados y municipios de la bolsa de recursos participables de la Federación.
Como instrumentos compensatorios el documento plantea obras comunitarias y apoyos en especie a propietarios afectados por la declaratoria de áreas naturales protegidas; sistemas de capacitación y asistencia técnica, vinculados sobre todo con el ecoturismo; reglas compensatorias en la asignación de recursos federales a estados y municipios mediante el ramo 33, y la expropiación pactada de tierras propiedad de núcleos agrarios.
El análisis sostiene que la biodiversidad del país está en riesgo y sobre todo las áreas que están en el sur y sureste del país, las cuales tienen las más altas tasas de crecimiento demográfico, condiciones de pobreza y predominio de propiedades colectivas de la tierra.
Las zonas de riesgo requieren una atención prioritaria en términos de políticas públicas, presupuestos y aplicación de distintos instrumentos regulatorios contractuales, compensatorios y de incentivo, señala.