Sergio Valls Hernández
Relevo
El artículo 12 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación establece que cada cuatro años los miembros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación deben elegir "...de entre ellos al presidente de la misma, el cual no podrá ser relecto para el periodo inmediato posterior. La elección tendrá lugar en la primera sesión del año que corresponda."
Conforme a esta disposición, a partir del primer día hábil del año en curso el Poder Judicial de la Federación emprendió un nuevo ciclo de trabajo presidido por el ministro Mariano Azuela Güitrón, quien resultó electo de entre los 11 ministros que integran el máximo órgano jurisdiccional en nuestro país para representar y coordinar dicho poder en su calidad de presidente, tanto de la Suprema Corte de Justicia de la Nación como del Consejo de la Judicatura Federal.
Lo mas probable es que este cambio de estafeta tenga diversas lecturas; es natural, las personas imprimen en las instituciones su vocación de servicio, su estilo de trabajo, sus métodos para desarrollar su función, y con ello fijan, complementan, impulsan y dan cauce a las políticas nacionales de administración y de impartición de justicia, como en el caso.
De igual manera los organismos públicos se comunican fundamentalmente por medio de quienes los presiden: son su voz, su lenguaje, su canal de expresión, tanto al interior de la propia institución, en este caso, del Poder Judicial de la Federación, como al exterior, de allí la trascendencia del cargo. En efecto, el actual presidente da inicio a un intercambio técnico jurídico con la comunidad receptora de la justicia en México; hoy surgen las condiciones para que se dé la exacta convergencia entre las líneas de pensamiento que en materia de justicia ha expresado el nuevo presidente y la posibilidad de hacerlas factibles para lograr un país más justo.
En el umbral de este nuevo ciclo nos situamos, y por eso para quienes trabajamos al servicio del Poder Judicial de la Federación éste tiene un sentido esencial: continuar empeñándonos en conocer, reconocer y analizar nuestro entorno para elevar la calidad de la impartición de justicia en nuestro país, ya que como dijera Ortega y Gasset: "...el hombre rinde el máximo de su capacidad cuando adquiere la plena conciencia de sus circunstancias. Por ellas comunica con el universo".
Hoy el cometido es el mismo: aumentar la eficiencia de la impartición de justicia en México, aunque el timón es de otro. En ocasiones, para conocer aspectos fundamentales de las personas, se alude a sus antecedentes familiares, Ƒcómo podría ser de otra forma si llevan su semilla? En el caso haremos lo mismo, el abolengo del nuevo presidente de la Corte tiene como antecedente un destacado mexicano, médico, escritor, revolucionario y luchador social incansable, por lo que sin duda la semilla de aquél pervive y determina la hechura de este jurista, entre otras cosas. En eso confiamos.
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