Pacifistas intentaron realizar una inspección de armas de destrucción masiva de la marina
Cientos de miles marchan en EU por la paz y contra la guerra
Manifestantes repudian en Washington la "política belicista" del presidente Bush contra Irak
Destacados personajes en el acto donde también se recordó el natalicio de Martin Luther King
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington, 18 de enero. Cientos de miles de manifestantes marcharon en ciudades de Estados Unidos por la paz y contra las políticas del gobierno del presidente George W. Bush, marcando así el aniversario del natalicio de Martin Lu-ther King, histórico luchador por la justicia social y la paz.
Los coros de "detengan la guerra antes que empiece" y "al in-fierno no, no lucharemos en la guerra de Texaco", subrayaron en esta capital el carácter de esta movilización: la expresión más masiva de un movimiento por la paz que se haya visto jamás antes de iniciarse un conflicto bélico en la historia de Estados Unidos.
Veteranos de guerra, madres con sus hijos, un grupo que se identificó como "las abuelitas furiosas", creyentes musulmanes y judíos, integrantes de varias iglesias protestantes y miles de jóvenes se congregaron frente al Capitolio para expresar su repudio a la anunciada guerra contra Irak.
Este mar de colores, de resistencia, mantas, máscaras, banderas y títeres, se extendió desde el Capitolio por todo el parque central.
"Es hora de luchar por la paz. Marchamos para optar por la vida sobre la muerte, contra el militarismo, el racismo... esta (manifestación) es lo mejor de Estados Unidos", dijo el reverendo Jesse Jackson ante miles de manifestantes.
La actriz Jessica Lange dijo que acompañó a un contingente de Minnesotta que viajó más de 24 horas en camión para llegar aquí.
"Objetamos una guerra inmoral, no nos silenciarán. Somos el pueblo, y Bush hijo no habla por no-sotros -afirmó la actriz-. Nunca aprenderemos a vivir en paz ma-tando los hijos de todos".
Nacido el 4 de julio
Ron Kovic, el famoso veterano de guerra, quien regresó de Vietnam para sumarse al movimiento por la paz y cuya historia fue el tema de la película Nacido el 4 de julio, declaró: "estamos aquí para rescatar a este país".
Agregó que hoy, hace 35 años, fue cuando resultó herido en la guerra de Vietnam y quedó paralizado, y que ahora está ante este movimiento para ver el "renacimiento" de otro tipo de país.
Objetando a Bush sus "palabras de engaño masivo", las pancartas de los manifestantes ofrecieron un mapa de la diversidad de este movimiento, caracterizado por un participante como "de paz preventiva", donde sindicalistas, am-bientalistas, organizaciones de derechos humanos, grupos comunitarios, de solidaridad, de universidades y tantos más se unieron por las demandas históricas de paz y justicia social.
Miles con mantas hechas en casa ofrecieron mensajes tan simples como "Chíngate Bush" y "No a la sangre por petróleo".
También se podía leer: "Oye Bush, te conocemos bien, tu papá también fue un matón", o bien: "Clausuren la maquina de la guerra". Había mensajes con otra vertiente: "Guerra contra Al Qaeda, sí. No contra Irak".
Una pancarta decía "Vine desde Texas para llevarme a Bush de re-greso". Otras indicaban procedencias diversas: Maine, Ohio, Florida, Carolina del Norte, California, Montana, Nueva York.
Pero el sector más numeroso de manifestantes era el de los jóvenes, con contingentes de preparatorias que vinieron de tan lejos como Michigan e Illinois.
Charley Richardson llevaba una fotografía de su hijo, un marine que está en el contingente desplegado en el golfo Pérsico.
"Somos familias de militares que nos pronunciamos contra esta guerra -explicó a La Jornada-. Hay muchas más familias de militares que se oponen a esta guerra, porque pensamos que no es para defender a Estados Unidos, sino para defender los intereses de las empresas petroleras."
Richardson agregó que "cuando los políticos dicen 'vamos a la guerra', no son sus hijos a los que envían; son los nuestros".
De los 435 legisladores federales del Congreso, sólo uno tiene un miembro de su familia inmediata en las filas militares.
James Romer, veterano de la guerra en Corea, viajó 12 horas en autobús para llegar a Washington y manifestarse contra "una guerra injusta e inmoral".
No era el único ex combatiente; había decenas de ellos, incluso los agrupados en la organización Ve-teranos por la Paz que participaron aquí para repudiar los planes bélicos del presidente Bush.
Después de la manifestación se inició una marcha que se dirigió del Capitolio a las instalaciones de la marina, ubicada a orillas del río Potomac, para realizar una "inspección popular de las armas de destrucción masiva" del gobierno.
Los guardias que custodian la entrada de dichas instalaciones prohibieron el paso a las manifestaciones, pero las decenas de miles de "inspectores" afirmaron que continuarán intentando llevar a cabo indagaciones no anunciadas de las armas de destrucción masiva que este país tiene.
San Francisco, presente
La protesta más grande, después de la de Washington, se realizó en San Francisco, donde una marcha paralela congregó a más de 50 mil manifestantes.
Esta manifestación, incluyendo estrellas de Hollywood, anarquistas, ambientalistas y pacifistas de todo tipo, llenó la plaza central de esa ciudad y sobrepasó por mucho las dimensiones de una manifestación parecida hace solo 4 meses.
Un grupo de mujeres desnudas demandó que el gobierno del presidente Bush detenga su "agresión desnuda" contra Irak.
Por cierto, este domingo se ha citado a otra marcha de jóvenes y estudiantes, que acudirán a la Ca-sa Blanca para demandar que se les permita realizar una "inspección del palacio presidencial" de Estados Unidos.
De hecho, en Tampa, Florida, también hubo un intento por realizar una inspección a una base na-val estadunidense.
Esa, como otras acciones en varias partes del país, también se realizan para conmemorar el nacimiento de Martin Luther King y su mensaje en favor de la paz.
Así, en Albuquerque, Nuevo México; Chicago, y Seattle, entre otros puntos de la geografía estadunidense, se realizaron acciones contra la guerra.
Las encuestas nacionales siguen indicando que la mayoría de los estadunidenses apoyaría una guerra contra Irak, pero sólo si se comprueba que dicha nación re-presenta una amenaza y si ésta se realiza con el apoyo de la Organización de Naciones Unidas.
Una encuesta de la revista Newsweek difundida hoy, registró que 60 por ciento de los estadunidenses desea que se dé más tiempo para explorar soluciones no militares en torno a Irak.