REPORTAJE /REVISION EN ESCUELAS
Rescatan a cinco adolescentes de secundaria que eran sexoservidoras
Sorpresiva revelación de la Operación Mochila puesta en marcha en Colima
Tras el operativo puesto en marcha en diversas secundarias de la entidad, se han localizado armas, teléfonos celulares, revistas pornográficas, navajas, condones y pastillas anticonceptivas, aseguran maestros y directivos
VERONICA GONZALEZ CARDENAS CORRESPONSAL
Colima, Col., 16 de enero. Josefina era alumna de tercer grado de secundaria. Por la tarde asistía a clases como cualquier chica de 15 años, pero por la mañana se dedicaba a trabajar como sexoservidora en una "casa de masajes" clandestina.
Nadie conocía su doble vida hasta el día en que padres de familia y autoridades educativas realizaron en su escuela el Operativo Mochila y descubrieron entre sus libros un teléfono celular.
Más tarde confesaría al director del plantel que el aparato de comunicación le servía para hacer citas con sus clientes.
Otras cuatro adolescentes de diferentes secundarias del turno vespertino que también se dedicaban a trabajar en "casas de masajes" fueron descubiertas de la misma forma.
Las autoridades educativas se abstuvieron de revelar la identidad de las jóvenes para evitar que fueran rechazadas por sus compañeros y protegieron también los nombres de las escuelas donde estudiaban, aunque registraron los hechos en los resultados del Operativo Mochila del ciclo escolar 2000-2001, e informaron a los padres de familia la situación en la que se encontraban sus hijas.
Durante el mismo ciclo escolar, en otro operativo, dos estudiantes fueron descubiertos con armas de fuego con cartuchos útiles. Aunque las pistolas no fueron utilizadas y los alumnos dijeron que una era "prestada" y la otra era "encargada", al padre de uno de ellos -que es vigilante- le preocupó el hallazgo.
"Para nosotros lo más importante es evitar un accidente, porque no sabemos si ante una situación especial del maestro los muchachos habrían utilizado las armas. En escuelas de Estados Unidos jovencitos han baleado a maestros y estudiantes; no queremos que eso ocurra en Colima", sostuvo el secretario estatal de Educación, Carlos Flores Dueñas, principal promotor del Operativo Mochila en esa entidad.
Además de las armas y los teléfonos celulares que se encontraron, se han descubierto revistas pornográficas, navajas, condones y pastillas anticonceptivas. Pero lo que más preocupa es la posesión de drogas, como la mariguana y la cocaína.
El año pasado fueron canalizados al Centro de Integración Juvenil para su rehabilitación 50 alumnos de secundarias públicas adictos a la mariguana.
Las encuestas revelan que el consumo de drogas es más fuerte entre jóvenes que tienen de 12 a 25 años cuando se encuentran en escuelas secundarias, técnicas o bachilleratos y universidades.
El auge de los antidoping
La encuesta Salud, conducta y estilo de vida que realizó la Universidad de Colima en sus bachilleratos y facultades en 1997, indica que de una muestra de mil 406 alumnos, 85 por ciento consumió alguna vez en su vida drogas legales, como tabaco y alcohol, y 5.7 por ciento fumó al menos una vez mariguana, siendo los 17 años la edad promedio de inicio. El 1.9 por ciento había utilizado solventes e inhalantes para drogarse y 0.4 por ciento consumió cocaína, heroína y hongos alucinógenos.
Los resultados motivaron a las autoridades universitarias a promover la formación de comités de salud en sus 25 facultades y 32 bachilleratos ubicados en los 10 municipios del estado, brindando capacitación permanente a sus integrantes -alumnos voluntarios-, quienes se encargan de impartir charlas sobre adicciones, salud reproductiva y desarrollo humano a grupos de estudiantes.
El rector de la Universidad de Colima, Carlos Salazar Silva, quiere ir más allá de una simple charla entre amigos, por lo que pretende convertir a la institución educativa en la primera universidad pública del país en realizar a sus alumnos exámenes de detección de metabolitos en la orina para saber si consumen drogas, como mariguana, heroína, cocaína y metanfetaminas, y otras de uso legal pero controlado, como las anfetaminas, que los estudiantes podrían estar utilizando sin prescripción médica para adelgazar o mantenerse despiertos durante la época de exámenes.
Conocido como antidoping, el examen que aplicará la Universidad de Colima no tiene la intención de castigar a los estudiantes que den positivo, como ocurre con los deportistas, sino de canalizarlos a los Centros de Integración Juvenil para su rehabilitación, apunta Víctor Angel Zepeda Pamplona, coordinador de Servicios Médicos de la institución. Los estudiantes que distribuyan drogas sí serán expulsados, indicó.
Las autoridades universitarias insisten en que la detección de adictos forma parte de un programa de salud integral universitario que tiene cinco años funcionando, y está encaminado a proteger la salud física y emocional de los estudiantes, quienes reciben pláticas informativas sobre los efectos nocivos de las drogas, relaciones de pareja, comunicación afectiva, autoestima, valores, acertividad y técnicas de aprendizaje, entre otros temas.
"Queremos favorecer los factores protectores entre los estudiantes para evitar el consumo de drogas, pues pretendemos tener gente sana para tener una universidad sana", dice Zepeda Pamplona. El rector, Carlos Salazar, promueve esa misma idea entre los padres de familia, y con la ayuda del personal médico de la institución ha logrado convencer a 50 por ciento de los padres de familia de que el antidoping es benéfico para sus hijos.
El sindicato, al margen
Para el rector, los exámenes que se aplicarán de manera sorpresiva a una muestra representativa de los 21 mil alumnos de los cinco campus universitarios no son violatorios de los derechos humanos, ya que, dice, se aplicarán con el consentimiento de los padres de familia y de los propios estudiantes, cuando éstos sean mayores de edad.
Uno de los aspectos que preocupa a los padres de familia es la posibilidad de que en un futuro el antidoping se convierta en un requisito de ingreso a la universidad, pero Pamplona aclara que el examen solamente se aplicará a los estudiantes que ya pertenecen a la casa de estudios.
Por gestiones del rector, la Comisión Nacional del Deporte pagará los exámenes que, según Zepeda Pamplona, tienen un costo de mil pesos.
La fecha y las escuelas en las que se aplicarán los exámenes es conficencial, debido a que las autoridades universitarias han guardado silencio para que los resultados se apeguen a la realidad. "Queremos que sea un estudio sorpresa para que arroje resultados reales y ver si tenemos el problema de consumo de drogas, medir su magnitud y emprender las acciones necesarias para aminorarlo, pues pretendemos que la Universidad de Colima se conviertan en factor protector y no de riesgo", comenta el coordinador de Servicios Médicos de la institución.
Cabe señalar que a pesar de las supuestas bondades del antidoping, existen algunos sectores de la población que están en desacuerdo, entre ellos la corriente juvenil del Partido de la Revolución Democrática, que encabeza Mitzuko Márquez, estudiante de Ciencias Políticas de la Universidad de Colima, quien sostiene que la medida es violatoria de los derechos humanos.
El secretario general del Sindicato Unico de Trabajadores de la Universidad de Colima, Gustavo Ceballos Llerenas, tampoco está de acuerdo. "En mi opinión, el examen antidoping es violatorio de los derechos humanos, porque nadie puede decidir sobre el cuerpo de otra persona, ni siquiera los padres de familia", comenta.
El sindicato prefiere mantenerse al margen del programa con el argumento de que ese es un asunto de los padres de familia y los estudiantes, pero Ceballos Llerenas manifiesta que los docentes están dispuestos a practicarse dichos exámenes.