Entre la poesía el conocimiento aborda el trabajo de poetas como Reyes, Villaurrutia y Paz
Publica el FCE compilación de ensayos de Ramón Xirau
El escritor y académico de casi 79 años tiene además un poemario terminado, trabaja en el prólogo para un libro de Adolfo Sánchez Vázquez y mantiene su seminario en la UNAM
CESAR GÜEMES
Ha dedicado literalmente la vida a la reflexión y la escritura, y con la autoridad que le da su trayectoria hoy aparece la recopilación de textos Entre la poesía el conocimiento (FCE), preparada por Adolfo Castañón y Josué Ramírez, en la que mediante el ensayo Xirau muestra el camino hacia el trabajo de poetas como Alfonso Reyes, Xavier Villaurrutia, Octavio Paz, Juan Ramón Jiménez, Luis Cernuda, César Vallejo, Vicente Huidobro, Jorge Luis Borges, José Lezama Lima, Drummond de Andrade y Murilo Mendes.
No bien empieza a circular Entre la poesía el conocimiento, el autor del joven clásico Introducción a la historia de la filosofía tiene ya un poemario terminado, trabaja en el prólogo de un volumen de Adolfo Sánchez Vázquez y mantiene con muy buen ánimo el seminario que imparte en la UNAM.
Iniciado en la escritura de poesía a los 11 años, Xirau reconoce que en ese campo Juan Maragall es "la influencia más fuerte que tuve desde el inicio". En cuanto a ensayo sobre poesía, dice, "lo primero que escribí fue hacia los 21 años, en torno a Quevedo. Pero desde mucho antes, al estudiar en Francia, me comenzaron a apasionar la poesía francesa y desde luego García Lorca".
-ƑTenía noticia de poetas mexicanos?
-De forma directa no, pero a cambio conté con la posibilidad de leer en detalle una antología publicada en España, en 1931, en la cual aparecían Reyes, Villaurrutia y Pellicer, entre otros. En ese libro comencé a llenar la necesidad que tenía de conocer trabajos poéticos que no fueran españoles o catalanes. Y debo decir que desde siempre me gustó leer a Reyes, gran prosista. Creo, al margen, que ahora está muy olvidado, casi nadie lo lee. Recordemos que Borges decía que don Alfonso era el mejor prosista de la lengua española, Ricardo Garibay lo reconocía como maestro y de alguna manera Reyes lo fue también mío, por su disciplina crítica y por su sentido del humor. Nos hace falta leer más a Reyes y recuperar el humor. La cultura ha tomado un giro pomposo.
Concluye la idea con la mención de otra ausencia: "Luego encontré y me deslumbró al llegar a México la poesía de Ramón López Velarde, a quien tampoco se lee ya como merece y eso no puede verse sino como un retroceso".
En cuanto a la formalización de escritura de ensayo sobre poesía, dice Xirau que "algo iba escribiendo, pero lo que más me interesaba era leer y hacer poesía".
Si escribir es leer, la lectura en el país es una de sus inquietudes: "Se ha avanzado poco. Tan sólo veamos, por ejemplo, los tirajes de periódicos en Japón: se imprimen diariamente millones, a diferencia de lo que ocurre en México. Ya no hablemos de libros. Ahora que está en la mesa la discusión sobre la lectura de revistas me parece que siempre será mejor que los ciudadanos lean algo a que de plano no lean. Acercarse a las revistas es un peldaño a la lectura formal de cuento, novela o ensayo. Y acaso me preguntaría cuántas personas se acercan más a leer páginas de Internet que libros impresos. Yo no me meto mucho con ese medio de comunicación, pero veo que las personas de posgrado que acuden a mi seminario frecuentan Internet y desde luego leen mucho por su formación académica".
-ƑTiene alguna preferencia de lectura entre los poetas de la nueva generación?
-Me ocurre algo singular con los poetas que andan entre los treinta y cuarenta años: hay muchos pero no encuentro todavía hacia dónde van o cuáles son los que van a solidificar su obra.
Y recuerda: "En su tiempo fui cercano de Rosario Castellanos y de Jaime Sabines, entre varios más. De Jaime pienso que si bien su poesía es muy diferente de la que por mi parte trabajo, siempre me llena de entusiasmo. Y otro tanto me pasa con Rubén Bonifaz Nuño, sobre el que he escrito desde hace muchos años, lo mismo que de Gabriel Zaid y de José Emilio Pacheco''.
Se dice satisfecho con Entre la poesía el conocimiento y aclara: "Al ver ya todo el conjunto reunido me parece muy distinto de cuando hice los textos por separado y en diversas épocas. Observo que hubo un gran trabajo editorial de Castañón porque consiguió darles continuidad. Seguramente habrá unos ensayos mejores o peores que otros y no cuento con la perspectiva necesaria para determinarlo. Diría también que un ensayo que me gusta y que no está contemplado es sobre José Hierro, que acaba de fallecer y quien fue muy buen amigo mío. Era un hombre muy fuerte, duro, que pasó largo tiempo en la cárcel por sus ideas y cuya poesía tiene sin embargo rasgos de enorme delicadeza".
-Es muy evidente que la escritura es por lo menos la mitad de su vida.
-Pues sí, tengo aquí un nuevo poemario, ya terminado, pero pienso dejarlo dormir un rato antes de darlo a conocer o hablar de él. Y recuerdo que dentro de mis primeros poemas había algunos sobre los bombardeos contra España. Mi inicio se ligó a experiencias sociales poco amables.
-Puede ser que la poesía que practica se le hubiera vuelto desde muy joven una especie de compañera.
-Tiene un innegable aspecto catártico que me parece importante. Lo reconozco. He pasado por varias etapas que se diferencian, sospecho, sobre todo en el ritmo y el estilo, pero bien podemos decir que la poesía ha sido una compañera puntual y constante.