Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 11 de enero de 2003
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Cultura
Alba Rojo dejó ''en imprenta'' dos nuevas entregas de su serie más célebre

Circularán en breve iconografías de Pellicer y García Terrés

ARTURO GARCIA HERNANDEZ

La colección de iconografías que Alba Cama de Rojo realizó para el Fondo de Cultura Económica se ampliará próximamente con la publicación de la de Carlos Pellicer y la de Jaime García Terrés. La ''inventora de libros'', quien se mantuvo activa hasta poco antes de su muerte, dejó preparadas y prácticamente listas para su publicación ambas iconografías. La de Pellicer, con prólogo de Carlos Monsiváis, se encuentra en imprenta y verá la luz dentro de tres semanas aproximadamente; a la de García Terrés, con prólogo de José Emilio Pacheco, sólo queda afinarle algunos detalles de diseño y será publicada en marzo.

Cada una contiene poco más de 100 fotos, inéditas en su mayoría, que fueron seleccionadas y meticulosamente organizadas por la propia Alba Cama de Rojo. Además de éstas, quedaron sin concluir la del poeta y novelista guatemalteco Luis Cardoza y Aragón -prologada por David Huerta- y la del escritor español Max Aub. Cabe recordar que ambos residieron en México la mayor parte de su vida y aquí consolidaron o desarrollaron su labor intelectual.

En la cuarta de forros de la iconografía de Pellicer se lee: "El cuidadoso trabajo de Alba C. de Rojo, al reunir las prácticas de un vuelo renovador y luminoso del poeta Carlos Pellicer, mediante la recuperación, la evaluación y la selección de fotografías y expresiones pictóricas, con la oportuna colaboración de Carlos Pellicer López y las reflexiones concisas y lúdicas de Carlos Monsiváis, es una invitación a la añoranza y el ofrecimiento del panorama, armado por la sensibilidad y la audacia de la luz; destaca no sólo la arquitectura que conmovió al poeta o los parajes más sugerentes para el sosiego y la divagación, otorga también temperamento de la juventud soñadora, el ceño de los años de formación y los atisbos de la madurez; sugiere las claves del tiempo histórico de Carlos Pellicer paralelo a los impulsos de su obra poética notable".

Tradiciones pellicerianas

Las tradiciones de Carlos Pellicer, es el título del prólogo donde Monsiváis recorre las estancias literarias que habitó el poeta tabasqueño.

Monsiváis distingue y desglosa seis tradiciones pellicerianas:

Las tradiciones de la fe: "En la obra pelliceriana, un equivalente de la fe es la belleza y, también, el placer de lo bello requiere de generosidad. De no ser así, la ética y la estética se fragmentarán en cabal oposición. En su teología muy personal no hay divisiones tajantes y el personaje poético atestigua el ciclo espiritual que lo antecede y lo sucede (...)"

Las tradiciones de la mirada: "Con frecuencia Pellicer le otorga un valor supremo a la vista: 'En el mar de los ojos hay plantíos/ de peces luminosos...', o bien: 'Ya no tengo en los ojos sino un día/ con la vegetación apuñalada'. La mirada es la sensación perenne: ningún paisaje, ninguna circunstancia se repiten, porque la mirada nunca es la misma. De acuerdo con su obra, Pellicer asocia lo trascendente con la jerarquía más alta de la vista, y si observa tan estricta y profundamente es con tal de acercarse al Misterio (...)"

Las tradiciones literarias: "Pellicer es reverente -el término puede resultar desmesurado, pero es exacto--ante sus tradiciones formativas, en primer lugar las de Latinoamérica, y muy especial y comprensiblemente, las de México (...)"

Las tradiciones amorosas: "En 6,7 poemas (1924), ya se define e incluso se encumbra el personaje que se jacta de sus asedios a la humildad, y se integra a la naturaleza con tal de humanizar la relación entre los seres humanos y los paisajes. Todo se desprende de la organización metafórica que mezcla colores, etapas del día, paisajes, estados de ánimo, divagaciones (...) En vida de Pellicer, la discreción sobre la orientación sexual es obligada y las alusiones a la heterodoxia amorosa son escasas ('De callar este amor que es de otro modo'). Desde la perspectiva actual, se entiende ya desde un modo más abierto el otro amor, que todavía hace unas décadas dice su nombre como puede (...)"

Las tradiciones de la amistad: "Desde muy joven, Pellicer busca tratar a la gente que admira, y su criterio selectivo es óptimo (...). Los frecuenta (a sus amigos cercanos), le entusiasman sus vidas y sus obras, y, en el caso de algunos, le da forma poética a sus admiraciones (...)"

Y, las tradiciones del arte y la enseñanza: "La vertiente cívica de Pellicer es constante y es amplia. Es muy genuino su compromiso con la educación, y por eso durante muchos años da clases en la Secundaria 4, y por eso también funda y organiza museos (el de Tepoztlán, el Museo de la Venta, el Anahuacalli), y es muy vigorosa su fe en los héroes y en lo que estos transmiten a las naciones (...)"


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