Gustavo Leal F.*
Estampas para 2003
Primera. Según el tenebroso senador panista
Fauzi Hamdan (Mr. IPAB), los 20 mil millones de pesos del SAR no
"retirados por los trabajadores" entre 1992 y 1997, que el Ejecutivo Federal
tomará "en préstamo" para capitalizar la financiera rural,
se "encontraban ociosos, ya que no están individualizados y no fueron
reclamados por los particulares". Hamdan estima que el fondo está
en "una licuadora: no hay titulares y va a ser difícil que los haya."
(sic) Calcula que sólo "hablamos de 7 u 8 millones de trabajadores
a los que tocarían entre 10 y 30 pesos. No se les puede identificar."
El atraco recibió una curiosa bendición cetemista del senador
Nezahualcóyotl de la Vega, quien precisó: "Se trata de un
acto de solidaridad del sector obrero con los campesinos".
Segunda. Al dar inicio el 24 de diciembre -con
dos meses de retraso- una campaña de distribución de 4 mil
450 chamarras, 8 mil cobertores y 4 mil 200 pants a pacientes de
los 31 hospitales siquiátricos, Julio Frenk, candidato del foxismo
a la Organización Mundial de la Salud, evitó sistemáticamente
acercarse a los niños.
Tanto así, que en el hospital siquiátrico
infantil Juan N. Navarro "muchas caritas llenas de ausencia de los niños
internados dibujaron sonrisas, pero no por los cobertores, sino por las
visitas". Y es que como los reporteros presentes en el acto notaron que
el secretario-candidato no se acercaba a los niños, optaron por
abandonar el itinerario a la mitad del recorrido antes que "fotografiar
al funcionario alejado de los menores".
Tercera. Mientras tanto, en Tuxtla Gutiérrez
miembros de la sección 50 del Sindicato Nacional de Trabajadores
de la Secretaría de Salud levantaban finalmente el paro de labores
que habían iniciado el 26 de diciembre, tras conseguir un bono de
4 mil 400 pesos, además del "compromiso" del gobierno de Pablo Salazar
Mendiguchía para dotar "a corto plazo de medicinas y utensilios
a clínicas y hospitales de la entidad", indispensables para su trabajo.
Cuarta. Después que el Presupuesto de Egresos
2003 sólo reasignó 100 millones de pesos extras al ISSSTE
-contra 900 que recibirá la Secretaría de Salud de Frenk-
el diputado priísta Víctor Infante reconoció que Luis
Pazos, del PAN, "me dijo que quieren ahorcar al ISSSTE para forzar una
reforma estructural".
Miguel Alonso Raya, del comité ejecutivo del Sindicato
Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), advirtió
que nadie se atreve a entregar un primer bosquejo de propuesta de reforma
del instituto porque "los costos políticos que se tendrán
que pagar al restructurar la ley serán muy caros". El colapso financiero
del ISSSTE -agregó- hay que atribuirlo a que "por mucho tiempo fue
utilizado como caja chica del gobierno federal: las nóminas estaban
alteradas por compadrazgos, se abusaba de los recursos materiales y financieros
y gastaban el dinero en actividades innecesarias".
Y aún se recuerda el controversial paso del actual
director del ISSSTE -el priísta "con licencia" Benjamín González
Roaro- por Vima, el Fideicomiso de Vivienda para el Sector Magisterial,
como detalladamente documentó Proceso en su edición
1356 (2002).
Quinta. El portal electrónico Imagen Médica
informó que en la Unidad de Medicina Nuclear del Hospital de Especialidades
del Centro Médico Nacional Siglo XXI del IMSS, la "mano de alguien"
virtió yodo 131 en la cafetera de la oficina administrativa del
jefe del servicio. Días después, la Comisión Nacional
de Seguridad Nuclear y Salvaguardias retiró la licencia porque "el
responsable demostró que no estaba haciendo su trabajo". Otra muestra
del clima de insatisfacción y desaliento laboral resultante de la
gerencia financiera del tecnócrata ahorrador Santiago Levy, que
opera nuevamente contra los pacientes.
Sexta. Por fortuna, la exitosa Conferencia Nacional
de Gobernadores (Conago), después de ganar 17 mil millones de pesos
del Presupuesto de Egresos 2003 para el nuevo ramo 39, anuncia que ahora
abrirá el debate sobre el "agotamiento" del esquema de la "descentralización
centralizada" que operaron en el sector salud las administraciones de Soberón
y De la Fuente.
Para la Conago, durante dos décadas se transfirieron
responsabilidades y funciones a los estados, sin el correspondiente ingreso
fiscal. Ello convirtió a los gobernadores en simples "pagadores
de nómina o cajeros de la Federación", dotados de reducida
"capacidad de decisión sobre los recursos públicos". La disminución
de las capacidades estatales -enfatiza la Conago- se apoyó en un
centralismo que hizo a los gobiernos locales altamente dependientes de
los recursos y partidas federales. Tanto así que esa dependencia
llega a oscilar entre 85 y 95 por ciento, algo "nunca visto, ni en el porfiriato".
* Universidad Autónoma
Metropolitana-Xochimilco