Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Miércoles 8 de enero de 2003
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Cultura
Crea la Capella Puebla, que debutará el día 11 con obras de Bach, Haydn y otros

Las orquestas, simples chambas para sus integrantes, acusa Horacio Franco

La música clásica, "inmersa en una crisis profunda que pocos parecen advertir", señala

ANGEL VARGAS

La música clásica o académica "se encuentra inmersa en una crisis profunda que muy pocos parecen advertir", considera el flautista Horacio Franco, quien atribuye tal situación, principalmente, a la pérdida de la mística y del compromiso artístico dentro de las agrupaciones profesionales.

"El trabajo en orquesta se ha caracterizado en los últimos años, no sólo en nuestro país, sino en varios otros, porque los músicos lo consideran sólo una chamba y por tanto no se integran a ella emocionalmente. Los músicos han olvidado que antes que trabajadores son artistas, y como tales tienen el compromiso y la obligación de involucrarse emocionalmente con lo que están haciendo", señala el intérprete.
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En el caso específico de México, suma a ese panorama que "desgraciadamente la cultura del hueso está muy anquilosada, porque los músicos tienen necesidad de ganarse la vida y, además de sus trabajos formales en alguna agrupación, deben buscar otras entradas económicas, tocando en eventos sociales como bautizos, bodas, quince años, o en orquestas buenas, a las que llamo huesos de lujo, que se forman de manera eventual y efímera para ocasiones especiales, como grabaciones, acompañamientos o algún concierto".

No obstante esa serie conductas y prácticas, Horacio Franco está convencido de que en el país existen buena música y excelentes músicos. Lo que falta, a su juicio, es superar una añeja inercia, que resume de la siguiente manera: "ni dentro de las instituciones ni fuera de ellas los músicos estamos luchando para lograr una mejor práctica musical y una mejor calidad de vida y de trabajo".

Esa conciencia es uno de los factores que llevan al flautista a fundar una nueva orquesta, luego de la experiencia que vivió con la Capella Cervantina, que integró en 1993 y por motivos sobre todo económicos debió disolver en 1998.

El nombre de la nueva agrupación es Capella Puebla, está integrada por 26 músicos -"los mejores de México"- y nace gracias al apoyo del gobierno de aquella entidad, aunque el proyecto es que se vuelva autofinanciable, merced a los recursos autogenerados y el patrocinio de la iniciativa privada.

Su debut será el próximo día 11 en la Biblioteca Palafoxiana de la capital poblana, a las 19 horas. El programa incluye obras de Johann Sebastian Bach, Carl Philip Bach, Georg Philipp Telemann, Franz Haydn y Georg Händel.

Búsqueda de la excelencia

Al igual que su predecesora, la consigna de esta nueva orquesta es lograr la excelencia artística, tanto en la interpretación como en el proyecto académico, y su vocación está orientada hacia el repertorio barroco, en primera instancia con instrumentos contemporáneos y, posteriormente, con originales.

El flautista tomó como modelo de trabajo a la Orquesta del Siglo XVIII, de Holanda, la cual realiza dos o tres temporadas por año, con un solo programa por temporada que, después de presentarse en diversas ciudades, se graba en disco compacto.

"Lo que quiero con esta orquesta es hacer un proyecto que tenga calidad máxima y evitar que sus integrantes deban recurrir al hueso. Busco el nivel artístico, pero también recuperar esa mística que se ha perdido en las orquestas", dice Franco.

"Lo que ahora impera es una conducta industrial, absolutamente de producción masiva. Sólo interesa producir y ya. Entonces el público culto de la música selecta, valga la derechización de la frase, la va a seguir escuchando, porque le gusta, pero no se logrará captar público nuevo. ¿A quién le va a interesar una orquesta entera tocando como autómatas? Eso se percibe porque el ser humano no será conocedor, pero sí sensible."

El músico asume como algo romántico el nacimiento de la Capella Puebla: "Pareciera muy idealista de mi parte pedir que todos los músicos toquen con amor y sean felices haciendo su trabajo. Pero no es algo imposible. En mi caso, soy inmensamente feliz haciendo música y no entiendo por qué ni cómo la cultura musical internacional les ha negado a los músicos ese derecho. Eso es algo que me duele profundamente".

Rubrica: "en efecto, la creación de esta orquesta se me hace algo muy quijotesco, pero soy muy necio en ese sentido, porque considero que los músicos necesitan de una orquesta que les guste, en la que sean felices, y México necesita de una orquesta que en realidad convenza y tenga nivel internacional.

"Pese a lo que digan, no ha habido todavía una orquesta mexicana que haya tenido la batuta a nivel internacional. Ni las que dirigió (el fallecido) Eduardo Mata, lo siento mucho, ni Solistas de México, que pudo haber sido un grupo bueno, pero careció de la maquinaria suficiente para poder posicionarse. Para mí todas las demás orquestas son de hueso. Ni modo."

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