Golpea el fomento a la lectura, dice Eduardo Mosches
Pitol: el IVA a revistas, imbecilidad de políticos
Nunca hubo una actitud tan anticultural: Martínez Rentería
CESAR GÜEMES
Los problemas que genera o incrementa el impuesto de 15 por ciento a las revistas son de varios órdenes, según señalan Eduardo Mosches, director de Blanco Móvil (creada en 1985); Sergio Pitol, colaborador en su momento de las revistas y suplementos culturales más leídos en el país, y Carlos Martínez Rentería, fundador y director de Generación, cuyo primer número apareció en 1988.
Mosches puntualiza para La Jornada que "el nuevo impuesto a las revistas es un golpe en contra del fomento a la lectura, aunque no quiera verse así. Si hablamos incluso de los cómics, veremos que existe una relación entre ellos y el hábito de la lectura. Entonces, el golpe a que me refiero disminuye al proceso de alfabetización y la cantidad de posibles lectores, así lo sean en sentido primario".
El también escritor encuentra las dos caras de una misma moneda: "Por parte del gobierno se hizo un llamado para el fomento a la lectura, pero luego se habló del impuesto a diversas publicaciones. Aquí hay un doble juego: existe la idea de incrementar la lectura a través de la creación de bibliotecas escolares, pero ante eso la misma administración echa a andar este tipo de iniciativas de orden hacendario. Existe una contradicción clara por parte del gobierno en su conjunto, aunque todo parezca provenir sólo de Hacienda. No creo que el presidente Vicente Fox ignore el proceso".
-Desde luego reducir el tiraje no es una opción.
-Acortar más el tiraje de Blanco Móvil, que va de 2 mil a 3 mil ejemplares, equivale a desaparecer. El precio de la revista, de 20 pesos, lo hemos mantenido a lo largo de varios años. Es un precio que no restituye la inversión, pero responde a la expectativas de nuestros lectores. Pensaba aumentar cinco pesos el precio para este 2003, antes de que se anunciara el impuesto, pero ahora lo dudo, porque creo que es necesario primero hacer un encuentro entre editores de revistas independientes para tomar una postura general, que podría implicar una baja del costo del papel. Nosotros podemos exigir, si no la total exención impositiva, el apoyo en otros rubros.
Encono contra el mundo intelectual
Colaborador en su momento de Revista de la Universidad, Estaciones, Revista de Bellas Artes y La palabra y el hombre, y de suplementos como México en la Cultura, La Cultura en México y La Jornada Semanal, el escritor Sergio Pitol considera, sin ambages, que "este impuesto responde a la imbecilidad de los políticos y los economistas, es una clara falta de cultura del secretario de Hacienda, quien parece albergar un fuerte encono contra el mundo intelectual. A los escritores, por ejemplo, quisieron gravarnos con una carga que era superior a la que llevan nuestros colegas en Europa. También quisieron meterse con las editoriales mexicanas, sin ver que son muy pocas y pequeñas. Por fortuna hasta ahora los escritores y los editores han conseguido salir adelante. El caso es que para quienes administran el país, los poemas, las novelas y lo que contienen las revistas culturales no les dice nada, ni sirven desde su punto de vista".
Carlos Martínez Rentería establece: "las revistas culturales, de entrada, juegan con desventaja ante las comerciales, por eso se ha vuelto común lo que podría verse como fenómeno editorial, que las publicaciones periódicas de carácter cultural e independiente aparezcan y desaparezcan sin mayor aviso. La naturaleza de revistas como las nuestras les impide casi competir por publicidad. Por ello este nuevo impuesto cancela las posibilidades de supervivencia".
Propone la exención completa: "se requiere de un régimen distinto, en el cual las publicaciones periódicas queden claramente libres absolutamente de ese 15 por ciento. Hacienda no tiene ni el más mínimo interés en que nosotros demos a conocer textos de los nuevos escritores mexicanos; tampoco le interesa que nos dediquemos a editar revistas culturales en vez de dedicarnos a una actividad más rentable. Si le somos tan indiferentes a los funcionarios de Hacienda, lo menos que podrían hacer sería dejarnos trabajar en paz". Y concluye: "Nunca en la historia de Hacienda vimos una actitud tan anticultural como con la presente administración".