El estudio de su obra, más emocional
que científico
Giordano Bruno, autor despreciado: expertos
Un libro editado por la Facultad de Filosofía
y Letras de la UNAM recupera las ideas del pensador italiano
MONICA MATEOS-VEGA
Acerca de la filosofía de Giordano Bruno (1548-1600)
existen diversos puntos de vista. Hay quienes reclaman la falta generalizada
de reconocimiento al pensador italiano que inquietó a sus contemporáneos
con sus ideas, y quienes consideran que el estudio de su obra está
impregnado más por un tono emocional que científico.
Todas las opiniones en torno al autor de Los heroicos
furores que convergieron en el simposio Giordano Bruno 1600-2000, organizado
hace dos años por el Instituto de Investigaciones Filosóficas
de la UNAM con motivo del cuarto centenario de la ejecución del
filósofo italiano, conforman ahora un libro que incluye trabajos
que acuden a fuentes renacentistas.
El volumen fue coordinado por Laura Benítez y José
Antonio Robles, quienes señalan en el prólogo que el texto
de Bruno más citado por los investigadores compilados es el De
la causa, principio y uno, "y el menos familiar, tal vez por encontrarse
en su obra latina, es el De triplici minimo. Esta situación
es indicativa de que hace falta una importante labor de rescate e indagación
que nos permita entender mejor las propuestas brunianas y la índole
del rechazo de sus detractores".
En
las páginas de Giordano Bruno. 1600-2000 (editado este año
por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM) se presenta un
ensayo de Ramón G. Mendoza que buscan desentrañar el concepto
de intellectus universalis de Bruno, además, se contrasta
el pensamiento del filósofo nacido en Nola con el de Spinoza, Leibniz,
los atomistas de inicios del siglo XVII y Descartes.
Junto a los temas de filosofía natural, añaden
Benítez y Robles, no puede faltar el de la magia en Bruno, "aspecto
tan característico como debatido del pensamiento renacentista".
En el texto Frantasía, imaginación y
vínculos mágicos en Giordano Bruno, el académico
Ernesto Priani Saisó anota que Bruno consideraba: "todos los poderes
mágicos, activos y pasivos, y sus especies, dependen de los vínculos
mágicos".
En esta afirmación, añade Priani, "el énfasis
no está puesto en el control de los poderes de la magia, los instrumentos
que los magos utilizan para hacer sus encantamientos, sino en los vínculos.
"Los vínculos se presentan como momentos específicos
dentro del flujo del tiempo, que hacen de la magia no un dominio sobre
las fuerzas físicas, espirituales o divinas, sino la capacidad de
percibir y reconocer la naturaleza de esas conjunciones".
Al respecto, Bruno escrine en De vinculiis in genere:
"Incluso un estúpido y romo de pensamiento puede ver la belleza
de las cosas naturales y artificiales, aunque no pueda, al mismo tiempo,
asir y admirar el talento que ha generado todas las cosas. Para él,
'las estrellas no hablan de la gloria de dos'".
Giordano Bruno nació en plena etapa de madurez
del Renacimiento. Diversos filósofos afirman que ningún otro
pensador de la época expresó realidades contrapuestas como
Bruno. "En algunos aspectos (sus ideas) conservan todavía rasgos
medievales, mientras que en otros es plenamente moderno, más aún,
revolucionario".
En Bruno, agregan, "estamos ya ante un nuevo sistema filosófico
con fuertes bases argumentativas y empíricas, capaces de sustituir,
como en efecto ocurrirá, las concepciones aristotélicas y
aristotélico-tomista como sustento filosófico general, como
estructura de soporte de la filosofía y la ciencia modernas".
Pero la libertad de pensamiento que Bruno expresó
tuvo un precio. Su independencia de criterio y su franqueza de palabra,
aunadas a su fama de mago, "se convirtieron en una fórmula explosiva
que no pudo controlar la disciplina concentual".
Después de haberse doctorado (1572) y de dos procesos
dentro del convento, bruno huyó a Roma (1576) y luego al norte de
Italia, comenzando así un largo peregrinaje que no paró hasta
su encarcelamiento (1592) en Venecia y luego de nuevo en Roma.
Giordano Bruno fue ejecutado el 17 de febrero de 1600
en la plaza romana de Campo di Fiori.
Mauricio Schoijet concluye: "Bruno fue un personaje de
gran audacia intelectual y política, que mostró un gran valor
al desafiar a los poderes dominantes en su época, y una gran entereza
frente a la persecución.
"La recuperación de las dimensiones de su figura
debemos hacerla fundamentalmente dentro del contexto de los discursos,
las preocupaciones y las luchas de su tiempo y no como parte de una visión
teleológica centrada en el presente.''