Con Los cuentos de una vida el prosista
celebra sus 70 años, que cumple el 18 de marzo
Peligra el cuento por la falta de interés de
las editoriales: Pitol
La antología reúne los textos que lo formaron
como lector "No me propuse recoger las mejores piezas del género,
sino mostrar el trabajo de los narradores que más me han repercutido'',
indica
CESAR GÜEMES
"El cuento escrito originalmente en castellano corre serio
peligro ante la actitud de las editoriales que en nuestro idioma lo han
desaparecido poco a poco", explica para La Jornada el escritor Sergio
Pitol, quien acaba de dar a conocer Los cuentos de una vida, antología
publicada bajo el sello Debate en la que el prosista, que este 18 de marzo
celebra 70 años de existencia, reúne aquellos textos del
género que lo formaron y lo han acompañado como lector.
De
esta suerte, el asiduo podrá encontrar en un solo volumen, además
de ejemplos muy destacados de la literatura latinoamericana y mexicana,
obras, entre otros, de Nikolai Gogol, Leopoldo Alas Clarín, Antón
Chéjov, Rudyard Kipling, Marcel Schwob, Lu-Sim, Bruno Schulz, Ryunouske
Akutagawa, Boris Pilniak, Witold Gombrowicz, Tomasso Landolfi y el inmarcesible
Raymond Carver.
-El mercado editorial en castellano ha hecho énfasis,
de por lo menos dos décadas a la fecha, en la novela. Sin embargo,
usted decidió apostar a contracorriente.
Responde Pitol, quien recibió en 1999 el Premio
de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo: "En los recientes
años, es verdad, hay una carencia de libros de cuento. En España
es casi imposible publicar algo del género. Otro tanto pasa con
México. Sin embargo, los lectores están ahí, estamos
aquí. Creo que lo ocurrido con las editoriales es un claro problema
de orden comercial: tienen muy escaso interés en el cuento porque
la novela, desde el siglo XIX, demostró ser muy leída y por
lo tanto muy vendible. Pero de cualquier manera es uno de los más
grandes géneros de la literatura. Creo que el cuento es más
cercano a la poesía, incluso, que la novela. Y basta echar una mirada
a los más grandes narradores de la historia y veremos que han sido
cuentistas en algún momento de su trayectoria".
Cuentos que repercuten
Con la intención de que Los cuentos de una vida
no resultara una antología más, el autor de Domar a la
divina garza decidió imprimirle su sello personal como lector.
Nos dice al respecto: "No me propuse recoger los 'mejores cuentos de la
literatura universal', porque antologías de ese tenor hay muchas
y son muy reiterativas. Entonces, el libro que propongo contiene la colección
de escritos realizados por muchos de los narradores que más me han
repercutido. Esa diferencia de concepto entre antologías me permitió
incorporar textos de muy distintas literaturas que conozco y en las que
he venido trabajando, como las que provienen de Europa central y oriental".
Y aclara: "Desde luego pensé en el lector además de mi gusto
personal: sé que ninguno de los cuentos que aparecen en el libro
es desdeñable".
El trabajo realizado por Sergio Pitol para el volumen
en caso va todavía más allá porque, como señala,
"hay vasos comunicantes que reúnen a los cuentos antologados, por
ejemplo, la soledad y la incapacidad de comprender al mundo que viven algunos
de los personajes que ahí aparecen; además de las fugas hacia
lo irreal y lo fantasmagórico. Sin embargo, creo que esos vasos
comunicantes no son en modo alguno obvios. La textura de la soledad y la
imposibilidad de conocer la realidad cuentan con muchas formas para ser
mostradas. Así que el lector encontrará puntos de vista trágicos,
melancólicos o francamente cómicos. Eso permite, creo, que
el libro no canse, ni aburra".
Además de los autores mencionados, Pitol quiso
contemplar en su trabajo a "la prosa latinoamericana y desde luego mexicana,
que cuenta con algunos de los más soberbios escritores del género.
Hablo de Jorge Luis Borges, Alfonso Reyes, Felisberto Hernández,
Juan Carlos Onetti, Julio Cortázar, Juan Rulfo, Juan José
Arreola y Augusto Monterroso. Es un ramillete muy cuidadosamente elegido.
Para mí hay una verdad inatacable: el cuento es un género
que nuestros escritores han llevado a un extremo de perfección enorme".
Buenos cuentistas, futuros novelistas
-Si las editoriales más fuertes de España
y Latinoamérica publican muy escasamente cuento, ¿los autores
se verán desanimados a continuar con el género?
-Creo que puede suceder. El cuento escrito originalmente
en castellano corre serio peligro ante la actitud de las editoriales que
en nuestro idioma lo han desaparecido poco a poco. Es muy difícil
que llegue un autor joven a una editorial con un libro de cuentos y se
lo publiquen. La edición se da casi sólo cuando el escritor
cuenta ya con una trayectoria en la novela, y aún así es
difícil. En mi generación, sin embargo, ocurrió a
la inversa, como es natural. Escritores como Juan García Ponce,
Juan Vicente Melo o José de la Colina y yo mismo empezamos con cuentos.
El género por entonces era muy bien aceptado. Las revistas literarias
se preciaban de publicar cuento, lo mismo que los suplementos culturales.
Y concluye con una certeza: "El cuento en castellano está
en riesgo, pero sobrevivirá pese a todo porque sus lectores estamos
aquí, decididamente fieles al género".