Celso Amorim asegura que seguirán las negociaciones sobre el ALCA, pero "con cautela"

Imposible no dialogar con un país con el poder de EU: cancillería brasileña

La guerrilla colombiana debe seguir el ejemplo del PT de Lula: Luis Eduardo Garzón

AFP

Brasilia, 5 de enero. El gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva va a mantener un diálogo estrecho con Estados Unidos y proseguirá las negociaciones del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), aunque con cautela, aseguró el nuevo canciller brasileño, Celso Amorim.

"Dado que Estados Unidos es la potencia dominante en el mundo, le guste o no, Brasil tendrá que mantener el diálogo bilateral si quiere tener alguna influencia en la realidad internacional, en todos los frentes y no sólo el comercial", dijo en una entrevista al diario Estado de Sao Paulo publicada este domingo.

"No se puede dejar de dialogar con un país con el poder de Estados Unidos y más si se tiene en cuenta que tenemos intereses comunes como la eliminación de los subsidios agrícolas de la Unión Europea", manifestó el nuevo canciller, que ya ocupó la jefatura de la diplomacia brasileña en el gobierno de Itamar Franco (1992-94).

"Sobre el ALCA, el ministro señaló que la política de negociaciones comerciales está bien definida en los discursos del presidente Luiz Inacio Lula da Silva y en el suyo.

"Son negociaciones comerciales muy importantes, que generan oportunidades para el acceso a mercados y corrección de distorsiones de otras rondas y situaciones, aunque deben ser vistas con cautela porque pueden tener efectos sobre nuestra capacidad de desarrollar políticas propias", explicó. En este sentido, citó las negociaciones sobre servicios, inversiones y propiedad intelectual.

Amorim piensa que el momento de modificar el acuerdo es en el curso de la negociación para tener que decidir si se acepta o no.

"Otra cosa es el plazo incómodamente corto y estrecho del ALCA", indicó el ministro.

Amorim ha nombrado como número dos de la cancillería al embajador Samuel Pinheiro Guimaraes, que fue cesado en el gobierno anterior por su posición crítica al ALCA.

De todas formas, Lula dejó claro en el primer discurso cuando fue investido el pasado miércoles, que Brasil negociará de "forma soberana".

El nuevo gobierno brasileño quiere analizar la oferta que debe presentar el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) para la reducción de aranceles en el ALCA, por lo que no descarta que se incumpla el plazo.

En Colombia, por otro lado, el ex candidato presidencial por la izquierda de ese país, Luis Eduardo Garzón, dijo que la guerrilla de su país "está errada" al insistir en llegar al poder por las armas y consideró que la insurgencia debe seguir el ejemplo del Partido de los Trabajadores de Lula.

"No creo que el mundo esté para escenarios de insurrección, sino para acuerdos democráticos concertados en donde quepa toda la sociedad. El ejemplo de Lula lo demuestra", opinó.

Garzón, un dirigente sindical que ocupó el tercer lugar en las presidenciales de mayo, aseguró que la atención de América Latina en 2003 estará centrada tanto en Lula como en el presidente colombiano Alvaro Uribe, como un reflejo de la injerencia de Estados Unidos en la región. "América Latina se moverá entre lo que haga Lula y lo que diga Uribe", declaró Garzón en una entrevista publicada por la prensa local, en la cual dstacó que "Colombia no tiene ni un matiz con Washington (...). Por eso le dan plata y condicionan la guerra a que se haga como dice el Departamento de Estado".