Luis Cabrera escribió
un libro sobre la relación entre ellos
''Puede haber filosofía alienada y cine pensante''
ERICKA MONTAÑO GARFIAS
La separación tajante entre cine y filosofía,
y la concepción del primero sólo como materia de diversión
y de la segunda como actividad racional, debe ser reconsiderada, afirma
el filósofo argentino Luis Cabrera, quien en su libro Cine: cien
años de filosofía (Gedisa) analiza las películas
con base en categorías filosóficas, sin importar el director,
la calidad o el género de los filmes.
Autor
de Proyecto de ética negativa y Crítica de la moral
afirmativa, Cabrera señala: "la filosofía puede ser entretenida,
inclusive alienada, y el cine puede pensar. Hay filósofos que transmiten
visiones empobrecedoras de la realidad y cineastas que transmiten una imagen
crítica y renovadora de lo real", aunque reconoce que "el cine puede
ser tomado también sólo como entretenimiento y como una manera
de ganar dinero, como el de Hollywood".
La propuesta es leer las películas, aun las más
comerciales, "de una manera filosófica, con lo cual uno les proyecta
categorías que no están intencionalmente colocadas en la
película: cuando Eastwood filma Unforgiven no se plantea
de manera intencional todo lo que yo digo en el libro sobre esa película.
''Creo que las películas, inclusive la más
aparentemente triviales o comerciales, pueden ser leídas filosóficamente;
no quiere decir que se puedan tomar como un objeto de diversión
y leerlas y aprovecharlas en ese nivel también, pero debemos ser
críticos respecto de esa distinción tajante de que la filosofía
es racional y crítica y de que el cine es sólo diversión".
Explica que la presencia de diálogos filosóficos
no significa que la cinta tenga ese carácter; éste se da
a través de las imágenes: "No importa el diálogo o
los efectos, sino todo lo que la cámara muestra, la manera de dirigir
a los actores, los enfoques, los trucos, el montaje y los efectos; también
la luz, la iluminación, la música. Todo eso es lo hace filosófica
una película, y creo que si un cineasta, un director, puede ser
profundo, lo va a ser visualmente''.
Sin embargo, precisa, para que un filme pueda ser analizado
a partir de categorías filosóficas es necesario no dejar
a un lado el aspecto afectivo. Para ello emplea el concepto logopatía:
''una racionalidad que es lógica y afectiva al mismo tiempo", de
acuerdo con la definición que aparece en el prefacio.
''Uno podría pensar por ejemplo en Tarkovski o
Ingmar Bergman como directores muy filosóficos, y en Spielberg y
Clint Eastwood como directores comerciales, pero creo que la filosofía
puede estar presente en cualquier película. Esto diluye un poco
la idea de directores filosóficos o de directores menos filosóficos",
aunque sí plantea la existencia de filósofos cinematográficos
como pueden serlo Schopenhauer, Kierkegaard, Heidegger o Nietzsche.
Un
aspecto importante, añade, es que aun cuando la intención
sea interpretar una película filosóficamente, el espectador
debe tener una dimensión de su sensibilidad que se entregue totalmente
al filme. "Porque si se queda distanciado de la película tomándola
sólo como un objeto, no va a salir nada. Ese es precisamente la
importancia de la noción de logopatía, que exige que al mismo
tiempo se reciba el impacto emocional de la película y a través
de él se vea la significación filosófica que tiene,
no la vas a transformar en un objeto muerto que no va a decir nada.''
Cabrera subraya: "no hago un análisis estético
de las películas, no digo si son buenas o malas, no me interesa
la crítica estética, pero claro que para que el impacto logopático
se produzca tiene que ser una película bien hecha, sea por un gran
director con gran experiencia o con alguno que hace su primera cinta. Cualquier
género también puede dar ideas filosóficas".
Un ejemplo de esto es el trabajo de Steven Spielberg La
lista de Schindler, considerada su cinta más lograda desde el
punto de vista intelectual. Pero "si Spielberg es profundo es a través
de las imágenes y no a través de los personajes". Filmes
como Tiburón o Jurassic Park tienen más categorías
filosóficas, por ejemplo la relación del hombre con la naturaleza
y con el peligro, que La lista de Schindler.