VENTANAS
Eduardo Galeano
El descubrimiento
ERNESTO GALEANO, un ciudadano recién llegado
al mundo, estaba durmiendo, desnudo, en la cuna.
La hermana, Ivonne, lo miró y salió corriendo.
Golpeó las puertas de sus vecinas, y con un dedo en los labios las
invitó al espectáculo. Ellas abandonaron sus muñecas,
a medio vestir, a medio peinar, y en puntas de pie, tomadas de las manos,
se asomaron a la cuna. No se pusieron coloradas de envidia, ni palidecieron
por el complejo de castración. Aguantándose la risa, comentaron:
-¡Mirá lo que se trajo este loco para
hacer pipí!