Habrá actividades en Italia, Alemania,
Suiza y su natal Holanda
A 150 años de su natalicio, Van Gogh será
objeto de homenaje en recintos europeos
El pintor, punto de referencia en las manifestaciones
artísticas del siglo XX
MONICA MATEOS-VEGA
En 2003, año del sesquicentenario del nacimiento
de Vincent Van Gogh, diversos museos del mundo presentarán vastas
exposiciones para recordar al artista cuya obra constituye uno de los puntos
de referencia del arte del siglo XX.
En
Italia, desde el 9 de noviembre, se presenta en la Casa dei Carraresi,
de la ciudad de Treviso, la muestra El impresionismo y la época
de Van Gogh, la cual incluye 162 pinturas, esculturas, dibujos y bocetos.
En Alemania, el Kunsthalle Bremen mantendrá hasta
el 26 de enero una exposición de 40 obras de Vincent, las cuales
muestran campos apacibles, captados con la vehemencia de su pincel. Esta
colección se montará a partir del 23 de febrero en el Museo
Toledo de Arte, en Ohio, Estados Unidos.
El 30 de marzo, día exacto del 150 aniversario
del natalicio de Van Gogh, concluirá en Suiza una exposición
que reúne cuadros del artista holandés que pertenecen a colecciones
privadas, algunas de ellas exhibidas por primera vez.
Pero es sin duda el Museo Van Gogh de Amsterdan (que todavía
no se repone del robo de dos cuadros ocurrido hace unas semanas), el que
ofrecerá el mayor número de actividades en torno a uno de
los artistas más cotizados en el actual mercado del arte.
Desde mayo pasado y hasta el 2 de febrero, este recinto
muestra las secretos técnicos de la obra de Van Gogh, y el 14 de
febrero presentará una exposición integrada por unos 150
cuadros de los pintores que le gustaban a Vincent, así como una
gran retrospectiva a partir de junio.
Vincent Willem Van Gogh nació en Groot Zundert
(en el norte de Holanda) el 30 de marzo de 1853. Su padre fue un pastor
protestante que quiso que su hijo se dedicara a lo mismo. No obstante,
Vincent descubre que es el arte y no la religión lo único
que logra contener sus demonios internos.
Van
Goh sólo logró vender un cuadro durante su vida, a pesar
de que su hermano Theo era corredor de arte y de que estableció
contacto con los impresionistas, quienes en 1889 llamaron la atención
en París.
No obstante sus depresiones, sus frecuentes visitas al
hospital, así como el constante sentimiento de soledad y fracaso,
Vincent nunca dejó de pintar con intensidad. Murió el 29
de junio de 1890, luego de haberse pegado un tiro.
En 1880, en una de sus célebres cartas a su hermano
Theo, escribió: "Soy apasionado, capaz de hacer, y propenso a ello,
locuras de las que a veces acabo más o menos arrepintiéndome
(...) para poner un ejemplo entre muchos, siento una pasión incontenible
por los libros, y tengo necesidad de ellos para madurar continuamente y,
si quieres, para estudiar, como necesito el pan que como. Tú podrás
entenderlo. Cuando estaba en otro ambiente, en un ambiente de cuadros y
obras de arte, sentí por aquel ambiente un arrebato apasionado,
una auténtica exaltación. Y no lo lamento para nada''.