En Pont-Aven, donde el artista pasó varias
temporadas, se prepara una exposición
Francia conmemora este año el 100 aniversario
luctuoso de Gauguin
Durante su estancia en Tahití promovió
campañas en favor de los indígenas
MONICA MATEOS-VEGA
A 100 años de su muerte, Paul Gauguin no sólo
es "el pintor inaudito y legendario" que de en medio del océano
Pacífico dio a conocer al mundo "sus desconcertantes pero inimitables
obras". Su recuerdo se ha convertido en una popular forma de promoción
turística de Tahití, debido a que año con año
un lujoso crucero que lleva su nombre transporta miles de personas hacia
las islas que fueron el paraíso secreto y refugio del creador.
En
2003 ese barco realizará por lo menos 40 viajes por las Polinesias,
mientras en el mundo del arte se recordará el centenario luctuoso
de quien dio a conocer a Occidente la belleza "de una tierra misteriosa,
llena de luz y libertad".
En particular, la Universidad de la Polinesia Francesa
realizará en marzo un coloquio internacional acerca de la vida y
obra de Gauguin, en el cual participarán especialistas europeos,
americanos y polinesios. Mientras que el Museo de Pont-Aven, Francia, lugar
donde el pintor vivió una importante época de su vida antes
de partir a Tahití, prepara una muestra que comprenderá 45
obras de Gauguin, así como las de otros pintores que pertenecieron
a ese periodo, como Emil Bernard, Paul Sérusier, Maurice Denis,
Charles Filiger, Roderic O'Conor y Mogens Ballin, entre otros.
El Museo de Bellas Artes de Quimper (región de
Cornouailles, también en Francia) presentará a partir del
15 de marzo una "exposición lúdica" acerca del artista que
abandonó un empleo de corredor de bolsa en pos de la pintura.
Eugène Henri Paul Gauguin nació en París
el 7 de junio de 1848. Su padre era un periodista liberal que tuvo que
emigrar a América tras el golpe de estado de Napoleón III.
Por ello, la infancia del pintor transcurrió entre continuos cambios
de residencia: Lima (Perú), Orleans (Francia) y París. A
los 17 años se enrola como grumete a bordo del barco Luzitano
y en él inicia su viaje alrededor del mundo. En 1871 regresa a la
capital francesa y empieza a trabajar de corredor de bolsa; ese año
realiza su primer dibujo como aficionado.
Su trabajo le permite obtener buenos ingresos para coleccionar
pinturas, empezar a pintar y contraer matrimonio con la joven danesa Mette
Gad, con la que tuvo cinco hijos. Su primer maestro artístico fue
Camille Pissarro, de cuya mano entra en el grupo de los impresionistas,
participando con ellos en varias exposiciones.
En 1882, luego del crack de la bolsa, Gauguin piensa
vivir de su pintura. Las dificultades económicas, problema con el
que convivió siempre, lo motivan a mudarse a Rouen porque la vida
allí era más barata.
En 1886 se traslada a Pont-Aven, en la Bretaña
francesa, donde su pintura cambió radicalmente, abandonando el impresionismo
e iniciando un camino más personal con un colorido más intenso
y mayor simbolismo.
Pero
Gauguin, el eterno viajero que desea huir de las grandes urbes, se traslada
a Panamá, donde trabaja en el Canal que se está construyendo,
después a Martinica, lugar en el que se relaciona por primera vez
con la vida natural que caracteriza su pintura. De regreso a Francia y
tras un breve paso por París se instala de nuevo en Bretaña,
concretamente en Le Pouldu. Aquí experimenta de nuevo un cambio
en su forma de pintar gracias a la influencia del arte oriental.
La estancia bretona se vio interrumpida por una breve
temporada con Vincent van Gogh en Arles, relación polémica
que terminó en la conocida anécdota de Vincent cortándose
la oreja.
Su sueño de marcharse a Tahití se concreta
en 1891. Piensa ganarse la vida haciendo retratos pero decide retirarse
de la civilización y vivir con una joven mestiza.
En septiembre de 1893 regresa a París, donde espera
el reconocimiento de su talento y el éxito económico, pero
ocurre lo contrario, por lo que dos años después se traslada
de nuevo a Oceanía, desesperado, enfermo, alcohólico y solo.
La isla Marquesas será su nuevo destino y allí
pinta su obra más famosa: ¿De dónde venimos?, ¿Qué
somos?, ¿Adónde vamos?, en la que pone de manifiesto
su intención de romper absolutamente con la tradición realista.
Gauguin realizó una importante campaña a favor de los indígenas,
por lo que tuvo dificultades con las autoridades de Tahití. Abandonó
la isla y se trasladó a Atuana, donde intentó aislarse lo
más posible con una muchachita muy joven en una cabaña confortable.
Murió, al parecer de un ataque cardiaco, el 8 de
mayo de 1903, a los 54 años, soñando con regresar a Europa,
con volver a empezar, esta vez en España, y ser reconocido. Según
relatos de la época, se escucharon lamentos de los nativos: "¡Gauguin
ha muerto! ¡Estamos perdidos!"
La lista completa de las actividades referentes al centenario
del fallecimiento de Paul Gauguin se pueden consultar en la página
de Internet www.gauguin-2003.com