Inició la promoción de ¡Ay,
corazón!, su más reciente álbum; incluye tema
de Milanés
Francisco Céspedes adoptará la nacionalidad
mexicana este mes
Cuba sigue en mi alma, pero fue aquí donde
conseguí trabajo, esposa y nació mi hija Mariana
Lamenta que las disqueras dejen atrás
a grandes talentos para complacer al público con ''coritos''
GABRIEL LEON ZARAGOZA
A partir de este mes, el cantautor cubano Francisco Céspedes
dejará su nacionalidad de origen para naturalizarse mexicano, tras
11 años de incursionar en el ámbito artistico nacional. La
decisión del intérprete, según él, se gesta
como una forma de agradecimiento a la nación que le ha dado trabajo
y reconocimiento a su trayectoria musical.
El compositor de canciones como Vida loca inició
este viernes la promoción de su más reciente producción
¡Ay, corazón!, álbum que contiene 11 piezas,
entre ellas tres composiciones de Pablo Milanés, David Torrens y
Mari Lauret.
Luego de recibir el Micrófono de oro que le otorgó
la Asociación Nacional de Locutores de México "por ser un
gran intérprete cubano que ha llegado al corazón del público
internacional con sus canciones", Francisco Céspedes habla de los
motivos de su nacionalización:
-Arribaste
a México el 18 de mayo de 1992. ¿Con qué llegaste
a México y qué dejaste en Cuba?
-Llegué buscando trascender como compositor. Quería
que mis canciones se escucharan. Igual, probar si esas canciones que tenía
-que hacía por las madrugadas- servían para los corazones
de las personas y la trascendencia tenía que ser por acá,
en México. Primero, porque mi padre lo visitaba hace muchos años
y me decía que era un país maravilloso y, además,
que uno sabe que es la plataforma más importante para la música
de habla hispana. Y así lo hice.
"En Cuba, imagínate, dejé todos los amores.
Fue muy doloroso haber dejado la isla en ese instante, cuando las características
políticas eran completamente distintas a las actuales. La gente
que se iba era como que se quedaba fuera, para siempre.
"Afortunadamente, gracias a Dios, ya se puede volver a
Cuba y todo se alivia más. Pero con el tiempo uno empieza a querer
mucho a este país. Cuando pasan los años y tengo que salir
fuera, a cualquier lugar, a trabajar, apenas pasan algunos días
y ya quiero estar aquí de vuelta en México.
''Fíjate, Cuba sigue ahí, siempre en mi
alma, pero México también se ha apoderado del alma mía.
Es precisamente lo que te decía: soy de dos lugares. Tengo dos lugares
en mi vida. Soy muy afortunado con eso, me hace ser más fuerte,
México me ha dado trabajo, es donde la hice con mi esposa y es donde
nació mi hija Mariana, que es chilanga.
"A este país le agradezco mucho, le agradezco todo
mi trabajo, gracias a él me conocen en el mundo entero; entero no,
pero bastante. Te lo juro."
Mexicanos le cantan
Cuando residía en Cuba, Francisco Céspedes
cantaba en bares y cantinas ante una audiencia de dos o tres personas.
Una vez en México, fue como volver a empezar ante auditorios y lugares
similares, pero a diferencia de la isla intérpretes como Luis Miguel
le apoyaron al incluir temas dentro de sus repertorios.
Cuando participó en el Festival de Viña
del Mar (en 1997) con el tema Hablo de ti, el cubano lo hizo a nombre
de México, nación por la cual obtiene el segundo lugar y
consigue grabar su primer disco Vida loca, así como emprender
extensas giras por Latinoamérica y España.
-México te ha dado muchas cosas, ¿he ahí
el motivo por el que decides nacionalizarte?
-El amor que le tengo a este país y a los mexicanos.
Ya me siento como uno de ellos, hasta como un poco como los mexicanos.
Cuando ofendo, ofendo con las palabras mexicanas -que lógicamente
no las voy a decir aquí- y también cuando hago el amor digo
muchas palabras mexicanas que he incorporado a mi vida, están dentro
de mi vida.
"¿Por que no? Lo voy a decir: amo a este país
con la vida y le agradezco tanto que por eso voy a ser mexicano en enero.
Me la dé o no el Presidente, no lo hago porque me la dé el
Presidente, lo hago porque ya me siento mexicano."
Vestido de color blanco, ese tono tropical que gustan
todos los soneros y los habitantes de las zonas cálidas, y rodeado
de decenas de admiradores que anhelantes solicitan una foto o un breve
apretón de manos, el intérprete se da un tiempo para discernir
en torno a los motivos del por qué escribir:
"La vida. Me alimento de las motivaciones diarias. La
mujer como algo fundamental e inevitable, y actualmente la que me da mucha
fuerza, sobre todo para trabajar, es mi hija Mariana, de cinco años,
que se ha convertido en un motivo de cada paso."
Conocedor de los ambientes musicales de la isla y México,
Francisco Céspedes expone cómo encuentra los niveles artísticos
de ambas naciones:
"Muchas personas están por ahí pero no se
conocen. Yo convivo mucho con trovadores, cantautores como nos dicen, que
son maravillosos, con una propuesta artística impresionante, pero
que no se les da cabida porque a veces la industria también se propone
un mercado de coritos, de repeticiones para complacer a las personas y
se dejan atrás a talentos muy grandes, que están aquí,
en cada esquina de México.
"En Cuba también, siempre ahí convivo, porque
en todas las partes del mundo están los cubanos de todas las generaciones
que pasan de Pablo Milanés hasta las últimas de cantautores.
Y siempre me maravillo del gran potencial que tienen. Yo soy afortunado,
pero también he luchado mucho porque he trabajado en el lugar correcto
y en el sentido correcto."