Reconoce el mandatario estadunidense que una
guerra dañaría la economía del país
Admite Bush que "no está seguro" de que Irak
posea armas nucleares
Matiza el discurso, pero ordena el traslado de 17 mil
soldados al golfo Pérsico
AFP Y REUTERS
Crawford, 1o. de enero. En un sorpresivo cambio
de tono, el presidente George W. Bush expresó este miércoles
su disposición a encontrar soluciones pacíficas a los conflictos
con Irak y Corea del Norte. La víspera, incluso sostuvo que Washington
no está seguro de que aquel país posea un arma nuclear, aunque
no dejó de lado la retórica belicista al recordar que una
acción militar estadunidense sigue siendo posible.
Sin embargo, las fuerzas armadas de Estados Unidos ordenaron
este miércoles que más de 17 mil soldados comiencen a trasladarse
al golfo Pérsico. El traslado será el primer despliegue de
una división completa de combate estadunidense en el área
desde la guerra del Golfo en 1991.
"La tercera división de infantería recibió
la orden de desplazamiento el lunes", indicó el capitán James
Brownlee, vocero de la división de Fort Stewart, quien agregó
que "no se precisaron lugar ni fecha. La región de despliegue es
Asia sudoccidental", que incluye el Golfo.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Donald Rumsfeld,
ya había puesto en alerta a miles de soldados que al desplegarse
pronto podrían duplicar el personal de más de 60 mil soldados
estadunidenses, incluyendo tropas de la marina de guerra y la fuerza aérea,
que ya están en la región.
En el último mensaje de 2002, Bush había
declarado a la prensa desde su rancho en Texas que "no sabemos" si Irak
"tiene o no armas nucleares", aunque sostuvo que el presidente iraquí,
Saddam Hussein, estuvo "cerca" de obtenerlas en el pasado.
"Queremos
que se deshaga de sus armas de destrucción masiva", insistió
Bush, quien estimó que la primera etapa en esa dirección
fue "decepcionante", pese a que los inspectores de armas de la ONU no han
encontrado ninguna prueba de su existencia hasta el momento.
"Una de mis determinaciones para el año nuevo es
tratar de resolver pacíficamente este tipo de situaciones", afirmó
Bush. "A primera vista, parece que Saddam Hussein no escuchó el
mensaje", agregó, destacando que el presidente iraquí "desafía
a la comunidad internacional desde hace 11 años".
El presidente sostuvo que la decisión acerca de
"si la situación iraquí se resolvería pacíficamente
o no" le correspondía a Hussein, y sostuvo que el despliegue militar
estadunidense en la región tiene como propósito recordar
a Bagdad que Washington encabezaría una coalición para desarmar
a Hussein si éste "elegía no hacerlo" por sí mismo.
Además, dijo que un ataque de Hussein "o de un
sustituto dañaría nuestra economía que es fuerte y
resistente y debemos mantenerla así. Nuestro sistema financiero
no debe afrontar otro ataque terrorista".
Esto fue interpretado por analistas como una advertencia
destinada a persuadir a los estadunidenses y a un mundo fuertemente vinculado
a la suerte económica de este país, que Washington no tiene
otra opción que ir a la guerra si fuera ncesario para asegurar que
Irak se deshaga de sus presuntas armas de exterminio masivo.
En lo que concierne a Corea del Norte, Bush afirmó
que "no estamos en una confrontación militar, sino diplomática".
Estados Unidos afirma que ese país dispone desde 1994 de al menos
dos armas nucleares elaboradas antes de la interrupción en 1994
del programa nuclear que Pyongyang acaba de reanudar.
Pero para disuadir a ese país, Bush estimó
el martes que la vía diplomática era la mejor, precisando
que Estados Unidos pensaba trabajar con los países de la región
para lograr una península coreana desnuclearizada.
Aunque también en este caso, "todas las opciones
están sobre la mesa", advirtió. Al adoptar un discurso moderado
en este caso, el mandatario parece tener en cuenta las críticas
del presidente electo de Corea del Sur, Roh Moo-Hyun, quien se manifestó
en contra de las sanciones contra Corea del Norte y reclamó que
los intereses de su país fueran más tenidos en cuenta, según
analistas.
Por otro lado, Bush aseguró que "el mundo está
más seguro hoy de lo que estaba un año atrás". Según
él, esta seguridad proviene del hecho de que Estados Unidos "se
puso a la cabeza de una coalición de países apasionados por
la libertad para desbaratar a los terroristas, para que los dictadores
asuman sus responsabilidades por sus actos, particularmente aquellos que
ignoran las reglas y las leyes internacionales".
En su mensaje de fin de año, aseguró además
que "el año que finalizó fue un año de logros, progresos
y de nueva esperanza para el pueblo estadunidense", y aseguró que
"al comienzo de este nuevo año, Estados Unidos es una tierra de
justicia, de la libertad, de la tolerancia. Trabajaremos conjuntamente
para avanzar a partir de nuestros éxitos y responder a los desafíos
y a las nuevas oportunidades que se presentarán".
En este contexto, el ex secretario de Estado Warren Christopher
aconsejó a Bush hacer a un lado los planes de atacar a Irak y concentrarse
en Corea del Norte.
"A menos que el presidente disponga de información
que no haya compartido o divulgado al público, las amenazas que
representa Corea del Norte y el terrorismo internacional son más
inminentes que la de Irak", afirmó Christopher, quien tuvo a su
cargo la diplomacia estadunidense de 1993 a 1997.