NOVENO ANIVERSARIO DEL ALZAMIENTO ZAPATISTA

Obreros italianos se unen al festejo indígena

Presentaron en Monterrey segundo número de Rebeldía

La izquierda en el mundo, tema en la mesa de debate

BLANCHE PETRICH ENVIADA

Monterrey, NL, 1Ɔ de enero. Obreros y desempleados de una nación industrializada -Italia en este caso- entraron en sintonía con campesinos condenados a la extinción hace nueve años, cuando estos últimos se levantaron, primero en armas y después en resistencia, contra el proyecto de globalización que los había sentenciado a desaparecer como pueblos indios, recordó hoy aquí Ramon Mentovani, parlamentario de Rifondazione Comunista.

La izquierda y el movimiento globalifóbico de Europa entendieron entonces que un movimiento de rebelión así, como el del EZLN, era el único capaz de "meter en problemas" a los poderosos del mundo. "Porque no era sólo una lucha contra el gobierno de México o contra Estados Unidos, sino contra la globalización. Y ésta se convirtió en un movimiento anticapitalista. Ese mensaje nosotros lo aprendimos de los zapatistas".

A partir de ese momento, su partido, como muchas otras fuerzas de "desobedientes" del Viejo Continente, caminan juntos.

Pero aquella sintonía que se logró hace casi una década y que se ha mantenido en el terreno de las ideas, las rebeliones y aun la ideología, no logró concretarse esta tarde en la esfera de la tecnología, y eso que los instrumentos de telecomunicaciones a veces logran milagros en esto de tender puentes.

ƑFallas técnicas?

La idea fue, originalmente, que Global TV, proyecto aún experimental de televisión alternativa, transmitiera a un satélite, desde San Cristóbal de las Casas, el mensaje de aniversario -"una sorpresa", según había anunciado el subcomandante Marcos- para remitir la señal directamente a la fábrica de automóviles Fiat, en la localidad siciliana de Termini Imerese, Palermo, y de ahí, ya incorporada a la cibercarretera, se retomara la transmisión para proyectarla vía Internet a la casa-museo Dr. Margil Yáñez, en el municipio de Apodaca, suburbio de esta capital.

De esta hiperbólica manera, de una comunidad rebelde en Chiapas a una fábrica en huelga en Italia y de regreso a la casa donde oficialmente fue fundada la organización guerrillera Fuerzas de Liberación Nacional (FLN), hace 33 años, se intentaría un encuentro global.

Pero no fue posible. En la ciudad coleta, Javier Elorriaga, del Frente Zapatista, y Federico Mariani, dirigente del Movimiento de los Desobedientes -ex monos blancos--recibían desalentados los informes de los ingenieros del servicio satelital contratado, quienes argumentaban fallas técnicas, "transformadores quemados" e instrumentales inservibles que, al final de cuentas, boicotearon el experimento. En Apodaca los duendes también introdujeron desórdenes "eléctricos" en "la Casa Margil", como se le empieza a conocer popularmente. Y el público reunido para escuchar al sub, a los zapatistas y a los obreros de la Fiat se quedaron con las ganas.

Pero tanto a estos regios zapatistas como a los indígenas del sureste, paciencia es lo que les sobra. Más pronto que tarde podrán ver la transmisión de aquello que el arquitecto Fernando Yáñez, anfitrión de la velada, llamó "la segunda toma de San Cristóbal". Porque las imágenes no se vieron, pero las noticias llegaron y fueron recibidas con aplausos. En la sala de lo que fuera la casa de la familia Yáñez, justo encima de un sótano secreto que por años guardó documentos, armas y guerrilleros de las FLN, se supo lo que informaban desde los Altos de Chiapas: 25 mil personas congregadas para saludar un aniversario más de una organización que, dicen los voceros del poder, "está en desbandada".

Mientras, invocó Yáñez, "alguien por ahí en la selva, inhalando una pipa, estará garrapateando sus ideas". Fernando Yáñez, se recordará, fue asignado enlace político del EZLN durante la llamada Marcha del color de la tierra que recorrió medio país en la primavera de 2000. En su momento fue reconocido, junto con el núcleo originario de las Fuerzas de Liberación Nacional, como uno de los "hermanos mayores" de los actuales insurgentes del EZLN.

Invitada a dar un saludo, la dirigente de Eureka, Rosario Ibarra de Piedra, recordó "esa mañana maravillosa del primero de enero de 1994, con ese relámpago verde que nos iluminó el cielo". E hizo votos porque en México surjan "uno, dos, muchos primeros de enero, no con sangre, pero sí con la esperanza de un triunfo de los que somos más".

Ya no es necesario asaltar el Palacio de Invierno

El acto por el aniversario del EZLN en Monterrey también sirvió para presentar el segundo número de la revista zapatista Rebeldía, que dirigen Sergio Rodríguez Lazcano y Adriana López Monjardín; dos integrantes del Movimiento de los Desobedientes de Italia: Vilma Mazza y Vanessa Ansini, y el perredista Gilberto López y Rivas, delegado de Tlalpan.

Entre mexicanos e italianos se trenzó, durante tres horas, un apasionado debate sobre las nuevas rutas que busca la izquierda fuera de las instituciones tradicionales, un eje de discusión que ya antes había abordado el número uno de Rebeldía y al que hoy volvió, en su segunda emisión.

El propio López y Rivas, quien gobierna una delegación con 600 mil habitantes y cuenta con más empleados que el gobierno de Michoacán, admitió que la vieja idea de los partidos de izquierda de su generación, de asaltar el poder para llevar a cabo la revolución desde un aparato de Estado, está rebasada. "Actualmente hay una relación distinta con el poder; hoy sabemos que no necesitamos asaltar el Palacio de Invierno, que desde un espacio propio los excluidos pueden, con una propuesta difícil, sin duda, mandar obedeciendo".

Por su parte, Adriana López Monjardín ilustró el agotamiento de los partidos nombrando específicamente al PRD, del que dijo: "va a terminar de ocultar bajo la alfombra todo indicio de crisis ética... y van a decir que, si no votamos por ellos, avanzará la derecha".

Mentovani, a su vez, presentó la sombría perspectiva para 2003, en el umbral de una serie de guerras que son la misma, la guerra total de George Bush, no en defensa de Estados Unidos y sus intereses, sino de los intereses del capital. "Hay que tener presente que la derrota es posible y que si ésta ocurre será para todas las clases sociales". Pero -concluyó- también se presenta como un año importante para la lucha en común que han emprendido en todo el mundo las formas alternativas de hacer política.