Habrá vigilancia; "no va a pasar absolutamente nada", asegura Duhalde
Inician una semana de movilizaciones en Argentina al grito de: "que se vayan todos"
Crece el sentimiento antiestadunidense; 77% de la población aboga por el Mercosur
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 16 de diciembre. Las calles de Argentina serán, a partir de hoy y durante la semana, epicentro de una serie de movilizaciones y diversas protestas para recordar el aniversario de la revuelta popular que llevó a la renuncia del presidente Fernando de la Rúa el 20 de diciembre del 2001, y a una demanda de cambios profundos por parte de una sociedad sumida en una grave crisis.
Habrá movilización de piqueteros (desocupados), de vecinos de las asambleas de barrios, de agrupaciones sociales, sindicales, de derechos humanos y políticas, mientras desde el interior del país (Jujuy, Misiones, Chaco, Mendoza, Santa Cruz) parten columnas de manifestantes para converger todos en la Plaza de Mayo, frente a la casa de gobierno, el próximo viernes.
La mayoría de los movimientos surgidos al calor de la rebelión marcharán con la demanda de "que se vayan todos" y "por un gobierno del pueblo". Desde esta madrugada los piqueteros empezaron los bloqueos de calles, rutas y marchas, al tiempo que los del interior comenzaban la Marcha Federal, convocados por el Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados, el Bloque Piquetero Nacional (Movimiento Territorial de Liberación, Polo Obrero, Movimiento Teresa Rodríguez, Frente de Trabajadores Combativos, Coordinadora de Unidad Barrial), Barrios de Pie y la Coordinadora de Trabajadores Desocupados (CTD) Aníbal Verón, que llegarán a Plaza de Mayo el próximo 18 y a su paso realizarán actos en varias localidades.
Las asambleas de barrio de esta capital y el Gran Buenos Aires (zona que rodea la ciudad) preparan para el 19 y 20 de diciembre bloqueos de calles, ollas populares, actos artísticos, cacerolazos, así como un gran "piquete urbano" con otros sectores.
Todos han realizado reuniones especiales para controlar la seguridad ante los indicios de provocaciones e incidentes.
Por su parte, el gobierno ha establecido varios puentes de diálogo para evitar la violencia y establecer mayor control sobre los policías y fuerzas de seguridad que realizarán acciones de vigilancia. "No va a pasar absolutamente nada (...) se están agitando fantasmas innecesariamente", declaró hoy el presidente Eduardo Duhalde, mientras su canciller, Carlos Ruckauf, criticaba la recomendación de Estados Unidos a sus ciudadanos de no visitar el centro de Buenos Aires.
La gente, en tanto, siente que ha sido defraudada, ya que los políticos parecen "no haber entendido nada". La Corte Suprema, ampliada durante el gobierno de Carlos Menem para incluir partidarios del ex presidente, y que es rechazada por más de 80 por ciento de los argentinos, no fue llevada a juicio precisamente por los juegos de las internas y las complicidades con el poder político, que le da capacidad de chantaje. No ha habido castigo para los corruptos, y los bancos no han tenido que pagar la enorme estafa contra los millones de ahorristas defraudados y robados. Las empresas privatizadas -en procesos corruptos y en medio de escándalos- siguen exigiendo aumentos en sus ganancias, cuando en casi una década tuvieron beneficios increíbles; el desempleo es superior a 21 por ciento aceptado oficialmente, y el hambre mata todos los días entre uno y cuatro niños.
Las garantías individuales, también en crisis
En derechos humanos la situación está estancada, dado que la crisis relegó causas y procesos judiciales importantes, aunque nunca se detuvieron y en este terreno las demandas ahora son muchos más amplias. A estas horas, las imágenes de la brutal represión contra los trabajadores que tomaron una clínica de la ciudad de Córdoba quebrada por sus dueños, fueron un mal augurio para este caliente diciembre, cuando se cumple un año de los saqueos y la rebelión reprimida brutalmente y que dejó 33 muertos en todo el país.
Incluso una niña de cuatro años fue detenida con su madre mientras otros menores, mujeres embarazadas, y hasta pacientes internados sufrieron los efectos de la represión durante el pasado fin de semana, y 54 personas fueron detenidas, entre ellas dirigentes gremiales y legisladores de Izquierda Unida. Los dueños de Clínica Halac la llevaron a la quiebra y desde hace dos años los médicos, administrativos y paramédicos decidieron evitar la desaparición de otro centro de salud y conformaron la cooperativa Renacer, similar a las que han surgido en más de un centenar de empresas abandonadas por los dueños.
Este lunes hubo otra acción represiva en esta capital, en el barrio de Almagro, cuando policías desalojaron una escuela abandonada, ocupada por decenas de familias peruanas sin vivienda. La escena en las calles adyacentes era desoladora, con decenas de niños que vagaban cargando sus pobres enseres.
Y a un año del argentinazo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) mandó este día una nueva misión al país, que si no recibe ayuda deberá entrar en moratoria de la deuda. Los directivos del FMI, que presentaba a Argentina como alumno modelo durante el menemismo en medio de la fiebre privatizadora, siguen exigiendo más ajustes, que sólo pueden hacer estallar el volcán social ya en erupción.
La crisis ha provocado un crecimiento del sentimiento antiestadunidense, que según el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI), se ha incrementado en toda la población, que considera "perjudicial" el vínculo de Argentina con Estados Unidos y estima que debe establecerse una relación mayor con la Unión Europea, mientras 77 por ciento aboga por el Mercado Común del Sur (Mercosur). Todo esto disparado además por el rechazo a la llegada de más marines y boinas verdes a las provincias de Salta y Misiones, para realizar ejercicios de lucha antinarcotráfico y terrorismo.
Se ha girado un pedido al Congreso para autorizar la entrada de estos soldados, que encuentra fuertes resistencias, tanto como las reuniones que realizan en estos momentos equipos de seguridad de la Triple Frontera (Argentina, Brasil, Paraguay) con especialistas de Estados Unidos, que intentan imponer el falso argumento de la existencia de células terroristas "dormidas" en Ciudad del Este y prohibir envíos de dinero de las familias árabes que viven desde hace años en esa ciudad paraguaya, a los suyos en Líbano. Detrás de esta maniobra está la determinación de Washington de instalar una de sus tantas bases de frontera en el proyecto de expansión militar en la región.