Robert Fisk *
Por qué Siria está en gran peligro
"En Europa confiamos." O tal vez sea nada más: "en Gran Bretaña confiamos". Si lo sirios creen seriamente que Tony Blair puede impedir una invasión a Irak, promover una paz justa en Medio Oriente y lograr que las tropas israelíes se retiren sin complicación de la meseta de Golán, esto indica que el presidente Bashar Assad -tras visitar Francia, Alemania, Italia y España- en verdad debe pensar que Gran Bretaña puede ayudar a su país.
Uno hubiera pensado que los árabes estaban tan hartos de Europa como muchos de ellos lo están de Estados Unidos. Pero no; todavía existe el club de la admiración mutua. Gran Bretaña aún cree que el presidente Assad quiere "liberalizar" a su país -olvidemos, por el momento, a las fuerzas de seguridad del Estado y el encarcelamiento de reformistas en Damasco-, mientras los sirios están convencidos de que los británicos luchan por una paz razonable en Medio Oriente y contra una invasión a Irak.
El primer ministro británico, Tony Blair, fue el primero con ese cargo que visitó Siria. Asimismo, Bashar Assad fue el primer presidente sirio en visitar Gran Bretaña, eso si no tomamos en cuenta que Bashar estudió oftalmología en Inglaterra y, por lo tanto, conoce Londres bastante bien.
Así que durante los próximos dos días vamos a escuchar todo sobre la familiaridad de Assad con Londres, la gratitud británica hacia Siria por haber votado en favor de la resolución 1441 del Consejo de Seguridad de la ONU, respectiva al desarme de Irak, y sobre el papel relevante de Damasco en la futura paz para Medio Oriente.
La extremadamente bien educada y joven esposa del presidente Assad es un gran mérito para él y, por lo mismo, a diario veremos el retrato de la visitante siria en los diarios.
Pero la vida real suele aparecerse de pronto en el escenario de Medio Oriente. Así que aquí está un pedacito de vida real: Siria está en enorme peligro. Sus renovados nexos comerciales con Irak se romperán en el momento en que los estadunidenses invadan este último país. Diariamente Israel acusa a Siria de estar involucrada en el "terror", debido a que Damasco alberga a nueve grupos militantes palestinos y da su apoyo a la guerrilla Hezbollah, en el sur de Líbano. Además, los estadunidenses, gracias a una cortesía del lobby israelí, están tratando de convertir a Siria en un Estado paria.
Si Estados Unidos ocupara Irak, los sirios tendrían a las tropas israelíes al sur del país; al oeste tendrían aviones israelíes y buques de guerra a todo lo largo de la costa del Mediterráneo, mientras que al norte de su territorio estarían las naves turcas y estadunidenses, y en el este habría gran número de tropas de Estados Unidos. ƑSerá hora de ir a Londres?
Farouk Al Sharaa, el canciller sirio -hombre ligeramente más inteligente que nuestro Jack Straw- tendrá mucho trabajo en Londres, donde pondría énfasis en la intención de Siria de garantizar la seguridad en Levante y cooperar con británicos (y estadunidenses) en la lucha contra Al Qaeda. De hecho, muchos expedientes de los servicios secretos sirios ya están en Londres y Washington.
El señor Straw estará rogándoles a los sirios que no calienten las cosas en el sur de Líbano y la frontera con Israel, para así evitar que el señor Sharon se ponga muy, pero muy enojado, y decida bombardear Líbano, lo cual complicaría la situación para Gran Bretaña, que está muy ocupada ayudando a Estados Unidos a invadir Irak.
Europa está muy complacida al retratar a los sirios como los buenos por votar en favor de la resolución 1441 del Consejo de Seguridad, con la esperanza de que Siria no grite demasiado por la manera en que Washington decidió secuestrar la declaración de 12 mil páginas de Irak sobre su armamento.
De su lado, Siria está feliz de tener amigos europeos -está feliz de tener a cualquiera como amigo-, e incluso sería posible convencer al presidente Assad de que no haga comentarios sobre los atacantes suicidas y el Holocausto judío. Así, Gran Bretaña ofrecerá la posibilidad de que se otorgue ayuda financiera a Siria, cuya durmiente economía sigue siendo el rehén de los ancianos del Partido Baath. Me atrevo a decir que el señor Blair ofrecerá hablar bien de Bashar en la Casa Blanca. En Siria confiamos.
* Periodista irlandés especialista en Medio Oriente, corresponsal de The Independent©The Independent
Traducción: Gabriela Fonseca