ASTILLERO
Julio Hernández López
Impuestos y periodismo
IVA a las revistas, golpe a Proceso
No es el único medio bajo acoso
LA CREACION INTELECTUAL libre e independiente le es molesta por naturaleza al poder en general y, sobre todo, al actual gobierno federal, pues todo ejercicio genuino de análisis desemboca en críticas que chocan con la visión ideal que Los Pinos pretende imponer a los ciudadanos como edicto real. Por ello, a través de sus órganos de coerción (en el caso, los fiscales), desde su primer día al mando del país el foxismo ha hostigado a los autores intelectuales en sí y a los medios materiales más frecuentes de difusión de su trabajo, como los libros, los diarios y las revistas (los espacios electrónicos han entrado en un esquema de realineamiento nada discreto).
A PARTIR DEL 1Ɔ de enero del año en curso, por ejemplo, a los autores se les ha castigado mediante la imposición de cargas tributarias que se desentienden del contexto específico de la creación (casi siempre deficitario, con excepción de las grandes estrellas que reciben altos ingresos) y del hecho de que pasado cierto tiempo la propiedad de sus obras pasa al dominio público. (El autor de estas líneas, por cierto, afectado por el giro hacendario foxista como otros columnistas, caricaturistas y escritores sujetos al régimen fiscal de los derechos de autor, decidió no ampararse, así es que cumple sin chistar con los tributos que le corresponden, muy consciente de que su derecho a criticar lo que le parece mal del gobierno pasa por el cumplimiento de sus obligaciones fiscales, gústenle o no: ni modo, sale monetariamente caro buscar la congruencia).
EN EL CASO DE las publicaciones, los libros, como es sabido, parecieron finalmente quedar a salvo de la visión mercantilista del gobierno, luego que diversas y calificadas voces denunciaron la barbarie pretendida por el foxismo de encarecer las posibilidades de lectura de los mexicanos. Respecto a los diarios y las revistas, también se conjuró a fines de 2001 la tentación de gravar en 2002 su venta al público con 15 por ciento de impuesto al valor agregado (IVA).
ESTE 1Ɔ DE ENERO, sin embargo, según lo decidido por una alianza entre PRI y PAN en la Cámara de Diputados la semana pasada, las revistas comenzarán a ser cargadas con el citado IVA. Los panistas y perredistas que tomaron tal decisión consideran injusto exentar de pagos a la enorme cantidad de publicaciones tipo cómics (libros vaqueros, novelas rosas, historietas total o medianamente pornográficas) o de formato tradicional pero contenidos frívolos (las de chismes del espectáculo, por ejemplo) que dominan ese segmento de lectura. En la arremetida, sin embargo, esos diputados se negaron a salvar de la tabla rasa a las revistas culturales, académicas, científicas y políticas, a pesar de que expresamente hubo legisladores que así lo propusieron.
UN DESTINATARIO NATURAL de esa medida (aprobada por 368 votos contra 64 y ocho abstenciones) es la revista Proceso, que bajo la dirección de Rafael Rodríguez Castañeda continúa el ejercicio semanal de honestidad periodística fundado el 6 de noviembre de 1976 por Julio Scherer García. En su edición de Internet Proceso da cuenta de la decisión legislativa y, en un artículo intitulado "Análisis político: IVA a revistas, zarpazo de los brutos", bajo la firma del reportero Alvaro Delgado, fija una postura que en ciertos rubros es injusta. Tiene razón ese escrito cuando menciona que "por la sorda crisis económica que padece con mayor agudeza el país", esa carga fiscal a la compra de revistas "implicará un abatimiento en las ventas y en consecuencia en los tirajes" y que, aparte de los propósitos recaudatorios, "el fin es eminentemente político", pues en un contexto en que el foxismo "ha alentado medios escritos que le sirvan como vehículo de propaganda y ha hecho arreglos con los empresarios de la radio y la televisión que actúan tal como lo hacían con el PRI en el poder, la crítica debe ser combatida".
PERO YERRA EL análisis publicado en Proceso al establecer que "el único medio escrito que ha ejercido a plenitud su responsabilidad con la sociedad frente al gobierno de Fox ha sido el semanario Proceso, tal como lo hizo desde 1976 en los gobiernos priístas". Sí es, a juicio de este tecleador, la única revista que ha cumplido puntualmente con esa responsabilidad, pero no "el único medio escrito", pues cuando menos habría un diario al que por elegancia este columnista no quisiera mencionar, que ha ejercido de manera cabal esa responsabilidad y que ha sufrido "acechanzas" parecidas a las que Proceso denuncia y que se deberían a "no serle incondicional" ni "convalidar la incompetencia" de ese gobierno federal. El artículo de Alvaro Delgado dice, también, que "mientras el grueso de los diarios ha guardado un sospechoso silencio sobre las corruptelas de los Amigos de Fox durante la campaña, Proceso las ha documentado, del mismo modo que lo ha hecho con el desvío de recursos a las campañas, en plural, del PRI". Vale para la publicación dirigida por Rodríguez Castañeda la exaltación de un mérito periodístico, pero ese mismo esfuerzo ha sido desplegado con intensidad cuando menos similar en el diario que este escribano mustio se niega a identificar con sus iniciales que son L y J.
MAS NO DEBERIA convertirse este asunto en competencia de martirologios o en regateo de virtudes (un párrafo del texto de Delgado asegura que "la maniobra del gobierno foxista dejó fuera a los diarios, justamente porque nada harán para solidarizarse en un medio de por sí mezquino y acostumbrado a cuidar exclusivamente sus intereses, muchos de ellos bastardos"): lo grave es que la nueva disposición fiscal presentada por la Secretaría de Hacienda, y aprobada por la alianza PAN-PRI en San Lázaro, constituye un golpe a las pocas revistas serias y trascendentes que, como Proceso, merecerían un tratamiento fiscal totalmente distinto del dado a pasquines y revistas del corazón. El curso de modernización en que se ha instalado Proceso y los equilibrios financieros que ha logrado luego de años de terribles dificultades, serán afectados por este golpe diputadil. Quedan pocos caminos para combatir tal aberración: el Senado, que podría dar marcha atrás a la decisión de San Lázaro, o el Poder Judicial Federal, ante el que Proceso solicitaría amparo. Y desde luego, la solidaridad sin regateos de los pocos medios y periodistas que en Proceso siguen viendo un respetable compañero de camino al que no sólo se debe cuidar, sino defender.
Fax: 56 05 20 99 [email protected]