Lázaro Cárdenas, del letargo a la
crisis
Privatizaciones y desmantelamiento de empresas amenazan
el futuro del puerto
MIREYA CUELLAR ENVIADA
Lazaro Cardenas, Mich., 13 de diciembre. El
silencio en la zona portuaria es tal que resulta inquietante. Una que otra
gaviota se posa sobre las enormes grúas del muelle de contenedores
?inactivo desde hace siete años? y su aletear es casi el único
signo de vida en el lugar.
Más allá, adentrándose por las aguas
dragadas del Balsas, el muelle de lo que fue Conasupo también está
sin usar; nada que vender o comprar. De la misma manera que nada altera
el sueño solitario de las naves industriales y las gigantescas bolas
que almacenan 906 toneladas de amoniaco comprimido de Fertinal, la productora
de fertilizantes e insumos para el campo que desde hace un año está
en huelga.
Con sus 10 plantas que ocupan 130 hectáreas, el
cierre de la empresa repercutirá sin duda no sólo en las
mil 300 familias que dependen directamente de ella. Es la segunda más
importante del puerto.
Al fondo, dos barcos y las humeantes chimeneas de Sicartsa
indican que algo se mueve en el ancho puerto, pero el resto parece languidecer.
''Si Sicartsa tose al puerto le da pulmonía'', dicen los habitantes
de esta ciudad para ilustrar la importancia de la siderúrgica en
la economía local.
La mayoría de sus 200 mil habitantes son inmigrantes
que llegaron en los años del auge, cuando se requería mano
de obra dispuesta al duro trabajo de moldear el acero. Con todo el proceso
productivo resuelto ?tienen aquí desde las minas de fierro hasta
la maquinaria más moderna para elaborar varilla, alambrón,
malla ciclónica, o dar uso al sedimento que se acumula en el fondo
del horno, porque "nada se desperdicia''?, da empleo a más de 7
mil obreros. La ciudad depende de esa derrama salarial.
Auspiciado como uno de los polos de desarrollo del Pacífico
mexicano a finales de los setenta mediante la instalación de una
serie de modernas empresas estatales ?precisamente la Siderúrgica
Lázaro Cárdenas Las Truchas; la Productora Mexicana de Tuberías;
NKS, que exporta piezas para maquinaria pesada; Fertimex, con la planta
productora de fertilizantes más importante de América Latina
(hoy ya privatizada con el nombre Fertinal)?, el puerto empezó a
morir cuando el gobierno decidió vender todas sus empresas en el
sexenio de Carlos Salinas de Gortari.
La puntilla se la dio la concesión de los puertos
a la iniciativa privada. Transportación Marítima Mexicana,
que en 1994 y 95 manejó 78 mil contenedores por acá, obtuvo
la concesión para operar el puerto de Manzanillo y trasladó
toda su carga para allá. Desde entonces el muelle de contenedores
de Lázaro Cárdenas está parado.
Con todas las empresas ya privatizadas, buena parte de
los trabajadores fueron liquidados durante los noventa para ser recontratados
posteriormente en condiciones menos favorables, y hoy no sólo mil
300 familias que dependen directamente de Fertinal están a la espera
de que el gobierno federal defina su destino ?reabra la planta o la cierre
y los liquide?, ya que también este mes fueron liquidados los últimos
40 obreros de Productora Mexicana de Tuberías.
La productora, una de las más competitivas del
mundo, será desmantelada en los próximos meses para ser reinstalada
en algún país de Asia. Los problemas de esa empresa, que
cuando fue estatal dio empleo a 400 obreros, no sólo tuvieron que
ver con la decisión de Estados Unidos de prohibir cualquier importación
de tubos. Se le sumó la negativa de Pemex a seguir consumiendo sus
artículos, además del incremento, en 600 por ciento, de la
renta del espacio que ocupa en este parque industrial.
La situación de Lázaro Cárdenas está
haciendo crisis, dicen los dirigentes sindicales de Sicartsa, entre ellos
César Reyes, y el secretario general del sindicato de Fertinal,
Víctor Manuel Bizarro, pero en eso también coinciden los
estibadores o el secretario de Desarrollo Económico del estado,
Eloy Vargas.
El funcionario comenta que no hay presupuesto que alcance
para promover el estado en busca de inversiones si tiene que lidiar con
la mala publicidad que implica el cierre de una empresa y las dificultades
de otras.
Un posible cierre de Fertinal preocupa al gobierno del
estado no sólo porque la venta de fertilizantes representaba 10
por ciento de las exportaciones de Michoacán hasta antes de que
estallara la huelga, sino también porque se perderían nuevos
empleos con la repercusión que ello traería a la comunidad.
''No es que tengamos una visión centralista, estatista
o cerrada; prueba de ello es nuestra agresiva política de atracción
de capital. Ofertamos sin costo 2 mil 800 hectáreas para que las
empresas se instalen en función del empleo que generen, pero no
es posible que el gobierno federal no tenga una política de protección
a la planta industrial... Pasamos del proteccionismo a la apertura total
y eso no ha sido positivo", apunta Eloy Vargas.
Recuerda también que en Estados Unidos, el modelo
de muchos, el gobierno federal tiene la obligación de comprar sólo
productos hechos en su país, y aquí el cierre de la productora
es ''claro ejemplo del efecto que produce la falta de una política
de fortalecimiento del mercado interno; simplemente Pemex decidió
no comprarle más sus tubos''.
Cuando el gobierno federal decide comprar en el extranjero,
porque aparentemente se ahorra unos pesos, no está contabilizando
el ''costo país'' que ello significa y a la larga será muy
alto socialmente, se queja el funcionario del gobierno michoacano.
Sólo está dormido
El puerto de Lázaro Cárdenas no está
muerto, sólo dormido, dice su administrador, Juan Paratore, un veracruzano
que pide ver la situación actual como ''un vaso medio lleno'', y
pronostica que esta terminal ''dará de qué hablar en los
próximos 10 años'', porque tiene amplias posibilidades de
desarrollo.
No quiere mirar para atrás. Por ello no hay respuesta
para muchos porqué. No hay una explicación lógica
al hecho de que tuviera tarifas tres veces más altas que Manzanillo,
lo que redituaba en menor competitividad; tampoco se sabe por qué
nadie se interesó antes en la operación del muelle de contenedores.
En los siete años que lleva ''parado'', tres veces se ha convocado
a los empresarios y las licitaciones se declararon desiertas porque nadie
se presentó. Hace tres semanas se publicó una nueva convocatoria.
Juan Paratore desglosa todos los proyectos y las ventajas
comparativas que Lázaro Cárdenas ofrece a sus clientes: ''somos
el único puerto que tiene un ferrocarril sin costuras hasta la frontera,
las tarifas ya fueron ajustadas a la baja, se están adecuando 90
mil metros cuadrados para el almacenamiento de automóviles y habrá
una terminal de almacenamiento de gas natural'', pero también dice
que ''todo está en proceso''.
Pide un voto de confianza en el puerto; ''va a despertar'',
porque si bien tiene ''el ritmo cardiaco un poco mal'', es el ''proyecto
bandera'' de la Dirección General de Puertos, porque tiene un potencial
de inversión de 500 millones de dólares.