A aquellos que sufrieron por mis errores les ruego su perdón, dijo Bernard Law

Por los escándalos sexuales, declina el ministro de más alto rango de la Iglesia católica en EU

La renuncia deberá influir en la carrera de muchos obispos estadunidenses, opinan

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Ciudad del Vaticano, 13 de diciembre. El cardenal Bernard Law, el ministro de más alto rango de la Iglesia católica de Estados Unidos, renunció este viernes tras una revuelta provocada por la forma en que manejó los escándalos sexuales que involucraron a numerosos religiosos.

El papa Juan Pablo II aceptó la renuncia de Law en Roma, mientras el acosado líder de más de 2 millones de católicos en el área de Boston rogó para que lo perdonaran. "A todos aquellos que sufrieron por mis faltas y mis errores, les pido disculpas y les ruego que me perdonen", señaló Law, de 71 años, en una declaración emitida luego de reunirse con Juan Pablo II.

La renuncia de Law fija un precedente de responsabilidad que puede llegar a influir en la selección de futuros Papas e influir las carreras de obispos estadunidenses acusados de negligencia, dijeron teólogos e historiadores de la Iglesia. "Si la dirigencia (de la Iglesia) piensa que ahora puede volver a seguir funcionando como de costumbre, estamos en problemas", señaló el reverendo Jim Keenan, profesor de ética cristiana en la Escuela Jesuita de Teología en Weston. "Tiene que haber más responsabilidad. Si no vemos eso tan evidente, estamos al comienzo de la crisis".

El Papa designó al obaispo Richard Lennon como administrador especial para dirigir la Arquidiócesis de Boston, donde la crisis ha estado en ebullición en los pasados ocho meses.

Lennon dirigirá la Arquidiócesis en nombre de Juan Pablo II hasta que sea designado el sucesor oficial del arzobispo, informó el Vaticano.

Católicos estadunidenses y las personas que fueron víctimas de sacerdotes pederastas recibieron el anuncio con alivio y tristeza. "Esta es una tragedia para el cardenal y también para las víctimas de sus sacerdotes. No hay ninguna razón para que hoy salgamos a bailar en las calles", declaró Arthur Austin, quien alega que fue víctima de abusos por parte del reverendo Paul Shanley durante un periodo de seis años.

Law ofreció su renuncia por primera vez en abril, cuatro meses después de iniciado el escándalo, pero en esa ocasión su propuesta fue rechazada. El cardenal enfrentó diversos pedidos para que renunciara por parte de sus propios sacerdotes y enojados parroquianos, tras revelarse que él y otros dirigentes de la Iglesia católica protegieron a clérigos acusados de abuso sexual de menores, cambiándolos de una parroquia a otra sin alertar a los padres.

Law indicó que esperaba que su salida conduzca a la "reconciliación y unidad que tan desesperadamente se necesita".

El escándalo estalló en enero, cuando el expediente sobre el caso del sacerdote y convicto pederasta John Geoghan demostró que Law conocía de las acusaciones en su contra, pero aún así lo cambió de parroquia sin advertir a los padres de los motivos de la decisión.

El fiscal general de Massachusetts, Tom Reilly, denunció el jueves a funcionarios de la Iglesia católica por haberse abstenido sistemáticamente de reportar a las autoridades los casos de abuso sexual contra niños a lo largo de varios años, aunque no anunció que se presentarían cargos penales.

Reilly confirmó públicamente, por primera vez el jueves, que en el verano pasado convocó a un gran jurado para determinar la posibilidad de presentar cargos contra funcionarios de la Iglesia católica por las decisiones que tomaron frente a sacerdotes acusados de pederastia.

Enojados manifestantes han pedido que se presenten cargos penales contra Law y sus ex colaboradores, y al menos 58 sacerdotes del área de Boston se unieron para pedir la renuncia del cardenal en una carta enviada a su residencia a principios de esta semana.

Importantes dirigentes católicos laicos de Estados Unidos también dijeron a funcionarios del Vaticano que la situación se había convertido en algo insostenible y aconsejaron la renuncia de Law para el bien de toda la Iglesia.

Law también conversó toda esta semana con funcionarios del Vaticano sobre las planes para que su arquidiócesis se declare en bancarrota, a fin de poder lidiar con unas 450 demandas contra sacerdotes acusados de abusar sexualmente de niños.