Rechazó una propuesta para condenar las barreras impuestas por potencias
Reglas equitativas en el comercio internacional, demanda la OIT
Los subsidios agrícolas de los países industrializados también fueron criticados Al concluir la 15 reunión americana de la organización se exigió estabilidad macroeconómica
FABIOLA MARTINEZ ENVIADA
Lima, Peru, 13 de diciembre. La 15 Reunión Americana de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) rechazó una propuesta de la delegación Argentina para condenar las barreras comerciales y los subsidios agrícolas de los países industrializados, como factor detonante de la crisis de empleo en la región.
El representante de los empleadores, Daniel Funes de Rioja, dijo que la posición anterior fue desestimada porque ese tema corresponde al ámbito de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y escapa al mandato de la OIT.
"Compartimos la preocupación respecto a las asimetrías comerciales, pero tal cual estaban redactadas las recomendaciones corresponderían a la Organización de Estados Americanos y a la OMC. Al César lo que es del César", dijo. Al final, los argentinos retiraron la moción aun cuando contaban con el apoyo de varios países como Brasil, Uruguay y Cuba, entre otros.
Así, la postura general de las delegaciones (gubernamental, obrera y empresarial) de 35 países que participaron en el encuentro quedó acotada a una declaración: "Se requiere estabilidad macroeconómica y reglas más equitativas en el comercio internacional".
Las conclusiones redundaron en críticas a la globalización "asimétrica, injusta y excluyente", por lo que se comprometieron a "encontrar una salida productiva a la crisis de empleo", la más aguda de los últimos 22 años.
En la declaratoria final del 15 encuentro regional, aprobada por unanimidad, se destaca el factor corrupción en "muchos" países de América Latina como "obstáculo para la inversión, al progreso social y la estabilidad democrática".
Los argumentos giraron en torno a la necesidad de "aplicar políticas macroeconómicas sólidas y reducir la deuda externa" que daña los salarios reales. En ese contexto se constituyó una Comisión Mundial sobre la Dimensión Social de la Globalización, que habrá de promover el desarrollo social en las políticas económicas y la estrategia de "trabajo decente".
Los delegados concluyeron también que "hoy más que nunca se debe recurrir al diálogo social y al tripartismo para avanzar en sociedades democráticas y para alcanzar consensos básicos en temas económicos, sociales y laborales".
Entre los resolutivos destaca el compromiso para erradicar las peores formas del trabajo infantil e impulsar acciones para que en "el lapso más breve posible" se erradique esta problemática. También se pronunciaron por alcanzar, con apoyo de la OIT, una "cultura de concertación" basada en el derecho de asociación y la libertad sindical.
Varias horas de la reunión se destinaron a analizar políticas de fomento a la micro, pequeña y mediana empresas como estrategia para generar "empleo decente" (término acuñado por la OIT) y aprovechar los beneficios que puedan derivarse de los procesos de integración comercial.
"Somos conscientes de que en el corto plazo la salida productiva a la crisis beneficiará a todos".
Denuncia formal contra el régimen de Hugo Chávez
En el último día de la reunión regional de los países miembros de la OIT, la Comisión de Verificación de Poderes del organismo, encargada de legitimar a los 400 delegados participantes, resolvió que el gobierno del presidente Hugo Chávez violentó reglamentos internos de la OIT respecto a la integración de la delegación oficial venezolana.
En respuesta a una denuncia formal de la Organización Regional de Trabajadores, la comisión declaró que el gobierno venezolano "no ha procedido a verdaderas consultas con las organizaciones (de trabajadores) más representativas", ya que ninguna de las invitaciones para ello se dirigió a la Confederación de Trabajadores de Venezuela, opositora a Chávez.
La comisión envió el caso al Consejo de Administración de la OIT con sede en Ginebra, Suiza.
