RAMON MATA, RECONOCIDO
EN LA CATEGORIA DE ARTES Y TRADICIONES POPULARES
La vieja ''identidad tapatía'', terminó
EN COCULA ES IMPORTANTE EL MARIACHI, PERO NO NACIO
ALLI, SEÑALA
Desarrollar una labor plural es el reto del ''historiador
no abstracto''
ARTURO JIMENEZ ENVIADO
Guadalajara, Jal. Más que una disciplina
específica, lo propio del maestro Ramón Mata Torres es la
diversidad del conocimiento, de la creación y de la promoción
cultural, labor plural que lo ha llevado a escribir unos 60 libros entre
grandes, medianos y pequeños.
Y es que en su trayectoria, Mata aparece como historiador
''no abstracto", cronista de Guadalajara o investigador de las tradiciones,
como poeta, cuentista o compositor de villancicos, y como maestro de artes
plásticas o caminador e indagador directo del mundo huichol, del
que surgieron nueve libros.
Cronista de Guadalajara
Ramón
Mata, nacido en 1935 en San José de la Paz, municipio de Jesús
María, en la región de Los Altos de Jalisco, pero que llegó
para quedarse a la capital del estado hace seis décadas, es uno
de los tres ganadores del Premio Nacional de Ciencias y Artes 2002 en el
campo de artes y tradiciones populares.
En el gabinete de trabajo que tiene asignado en la Casa
Museo López Portillo, por ser uno de los cronistas oficiales de
Guadalajara, y en plena recuperación de un derrame cerebral sufrido
hace cinco meses, Mata habla sobre algunas de las muchas áreas del
conocimiento y de la creación que han marcado su historia.
Cursó la carrera de ciencias de la comunicación
y después realizó diversas investigaciones culturales y de
campo, por ejemplo, sobre la poesía náhuatl. Ingresó
como maestro en la Escuela de Artes Plásticas, de la que se acaba
de jubilar hace unas semanas, luego de 36 años de ejercer la docencia.
Acerca de los muchos años que investigó
y viajó por la sierra de Nayarit y Jalisco, comenta: ''En los huicholes
encontré un mundo que de alguna manera era yo y al mismo tiempo
no lo era". Y cuenta que la primera vez que estuvo en una fiesta huichola
pensó que sus integrantes vivían como debieron hacerlo hace
''5 mil" años.
''Veía ritos, oía el mugido de un toro cuando
lo mataban, al mismo tiempo que tocaban un violín. El chamán.
Todo a la salida del sol. Era como algo que sorprendía y a la vez
sacaba de la realidad. En cierta manera eso me llenó y se me reveló.
Ellos decían que yo era ya medio huichol, y de hecho, allá,
de alguna manera pensaba como ellos."
Después de esa experiencia, Mata comenzó
su trabajo en instituciones culturales de los ayuntamientos tapatío
y de Zapopan, así como del gobierno del estado. Y fundó los
ahora famosos Cursos de información sobre Guadalajara, de los que
acaba de llegar al número 50, con más de mil 300 conferencias
sumadas.
El mariachi era algo auténtico
Otra de las muchas investigaciones que Mata ha realizado
es sobre el mariachi. ''Ahora existen muchas cosas falsas sobre el mariachi,
porque los hay por todas partes. Silvestre Vargas y muchos de ellos echaron
mentiras. En realidad, el mariachi era algo auténtico, que tenía
un sentido espontáneo, natural.
''El mariachi lo comenzaron a promover en Cocula, Colotlán
y muchos pueblos, pero no lo inventaron. El mariachi es un producto que
surge de su época y de su tiempo. De hecho hubo mariachis hasta
en el estado de Guerrero, en el siglo XIX. Claro que en Cocula es importante
el mariachi, pero no nació allí.
''Es que uno a veces no entiende lo que significa nacer
una costumbre. Los mariachis no eran comerciales sino simplemente músicos
que vivían de otros trabajos, rudos; era gente sencilla, encorvada,
con yompa, con las manos callosas. No andaban como ahora que cuentan chistes
y hablan en inglés. Esas son cosas ridículas de nuestro tiempo."
-¿En la actualidad hay todavía una ''identidad"
o un ser ''tapatío"?
-Yo lo dudaría un poco. En este momento Guadalajara
es una ciudad sobrepoblada, pues mucha gente se vino a vivir aquí.
Aquella Guadalajara de abolengo, tradicional, localizada por tales y cuales
cosas, ya no se ve. Pero esa identidad sí existió, porque
es una ciudad con historia, fundada en 1542.
''En los años 60 y 70 todavía se observaba
a la gente antigua, del pasado. Y ahora ya no puede hablarse de aquellos
señorones del arte o la cultura. Antes de 1950 Guadalajara tenía
menos de un millón de habitantes y ahora son más de 5 millones."
Sin embargo, asegura que esta urbe tiene ahora un presente
y un futuro promisorio como uno de los centros educativos y de la cultura
nacional y universal más importantes del país. Y ese nuevo
contenido es el que ahora orienta el futuro de Guadalajara.