Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 14 de diciembre de 2002
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Cultura
RAMON MATA, RECONOCIDO EN LA CATEGORIA DE ARTES Y TRADICIONES POPULARES

La vieja ''identidad tapatía'', terminó

EN COCULA ES IMPORTANTE EL MARIACHI, PERO NO NACIO ALLI, SEÑALA

Desarrollar una labor plural es el reto del ''historiador no abstracto''

ARTURO JIMENEZ ENVIADO

Guadalajara, Jal. Más que una disciplina específica, lo propio del maestro Ramón Mata Torres es la diversidad del conocimiento, de la creación y de la promoción cultural, labor plural que lo ha llevado a escribir unos 60 libros entre grandes, medianos y pequeños.

Y es que en su trayectoria, Mata aparece como historiador ''no abstracto", cronista de Guadalajara o investigador de las tradiciones, como poeta, cuentista o compositor de villancicos, y como maestro de artes plásticas o caminador e indagador directo del mundo huichol, del que surgieron nueve libros.

Cronista de Guadalajara

Ramón Mata, nacido en 1935 en San José de la Paz, municipio de Jesús María, en la región de Los Altos de Jalisco, pero que llegó para quedarse a la capital del estado hace seis décadas, es uno de los tres ganadores del Premio Nacional de Ciencias y Artes 2002 en el campo de artes y tradiciones populares.

En el gabinete de trabajo que tiene asignado en la Casa Museo López Portillo, por ser uno de los cronistas oficiales de Guadalajara, y en plena recuperación de un derrame cerebral sufrido hace cinco meses, Mata habla sobre algunas de las muchas áreas del conocimiento y de la creación que han marcado su historia.

Cursó la carrera de ciencias de la comunicación y después realizó diversas investigaciones culturales y de campo, por ejemplo, sobre la poesía náhuatl. Ingresó como maestro en la Escuela de Artes Plásticas, de la que se acaba de jubilar hace unas semanas, luego de 36 años de ejercer la docencia.

Acerca de los muchos años que investigó y viajó por la sierra de Nayarit y Jalisco, comenta: ''En los huicholes encontré un mundo que de alguna manera era yo y al mismo tiempo no lo era". Y cuenta que la primera vez que estuvo en una fiesta huichola pensó que sus integrantes vivían como debieron hacerlo hace ''5 mil" años.

''Veía ritos, oía el mugido de un toro cuando lo mataban, al mismo tiempo que tocaban un violín. El chamán. Todo a la salida del sol. Era como algo que sorprendía y a la vez sacaba de la realidad. En cierta manera eso me llenó y se me reveló. Ellos decían que yo era ya medio huichol, y de hecho, allá, de alguna manera pensaba como ellos."

Después de esa experiencia, Mata comenzó su trabajo en instituciones culturales de los ayuntamientos tapatío y de Zapopan, así como del gobierno del estado. Y fundó los ahora famosos Cursos de información sobre Guadalajara, de los que acaba de llegar al número 50, con más de mil 300 conferencias sumadas.

El mariachi era algo auténtico

Otra de las muchas investigaciones que Mata ha realizado es sobre el mariachi. ''Ahora existen muchas cosas falsas sobre el mariachi, porque los hay por todas partes. Silvestre Vargas y muchos de ellos echaron mentiras. En realidad, el mariachi era algo auténtico, que tenía un sentido espontáneo, natural.

''El mariachi lo comenzaron a promover en Cocula, Colotlán y muchos pueblos, pero no lo inventaron. El mariachi es un producto que surge de su época y de su tiempo. De hecho hubo mariachis hasta en el estado de Guerrero, en el siglo XIX. Claro que en Cocula es importante el mariachi, pero no nació allí.

''Es que uno a veces no entiende lo que significa nacer una costumbre. Los mariachis no eran comerciales sino simplemente músicos que vivían de otros trabajos, rudos; era gente sencilla, encorvada, con yompa, con las manos callosas. No andaban como ahora que cuentan chistes y hablan en inglés. Esas son cosas ridículas de nuestro tiempo."

-¿En la actualidad hay todavía una ''identidad" o un ser ''tapatío"?

-Yo lo dudaría un poco. En este momento Guadalajara es una ciudad sobrepoblada, pues mucha gente se vino a vivir aquí. Aquella Guadalajara de abolengo, tradicional, localizada por tales y cuales cosas, ya no se ve. Pero esa identidad sí existió, porque es una ciudad con historia, fundada en 1542.

''En los años 60 y 70 todavía se observaba a la gente antigua, del pasado. Y ahora ya no puede hablarse de aquellos señorones del arte o la cultura. Antes de 1950 Guadalajara tenía menos de un millón de habitantes y ahora son más de 5 millones."

Sin embargo, asegura que esta urbe tiene ahora un presente y un futuro promisorio como uno de los centros educativos y de la cultura nacional y universal más importantes del país. Y ese nuevo contenido es el que ahora orienta el futuro de Guadalajara.

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