Replantear el papel del Estado en la economía, pide Celam
La pobreza obliga a revisar el modelo neoliberal: CEM
El organismo católico prevé una nueva devaluación del peso
JOSE ANTONIO ROMAN
Ante la creciente pobreza y marginación de sectores cada vez más amplios de la población, en medio de un proceso de globalización económica, es necesario ''revisar'' seriamente el modelo económico neoliberal, señaló la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) en tres documentos conjuntos durante el presente año.
Por su parte, el Consejo del Episcopado Latinoamericano (Celam), que reúne a las 22 conferencias de la región, propuso ''replantear'' el papel del Estado en la economía. ''La pregunta clave es si su papel debe ser tan sólo el de protector del mercado o también puede ser el de intervenir en la actividad económica''.
Esta es una cuestión que adquiere relevancia cuando la economía se hace más volátil y hay una crisis que no parece resolverse fácilmente, afirma el Celam en su plan global, en el cual se denuncia que el peso de la deuda externa impide una adecuada inversión en lo social, tornándose en una deuda interna para con los sectores más desposeídos de la sociedad.
Ambas conferencias episcopales advierten que la globalización económica trae consigo ciertas consecuencias positivas -como el fomento de la eficiencia y el incremento de la producción- y puede fortalecer el proceso de unidad de los pueblos mediante la interacción económica entre países.
Sin embargo, ambas coinciden en que cuando sólo se rige por las leyes del mercado aplicadas según las conveniencias de los poderosos, hay otras consecuencias ''gravemente negativas'', como son la atribución de un valor absoluto a la economía, la falta de trabajo, la disminución y el deterioro de ciertos servicios públicos, la destrucción del medio ambiente, el aumento de la brecha entre ricos y pobres, la competencia injusta que coloca a las naciones más pobres en condiciones de inferioridad cada vez más acentuadas.
Al enviar un informe al Celam sobre la situación económica del país, a fin de integrarlo al resto de los episcopados de la región, la Iglesia católica de México se refiere a la desaceleración de la economía en Estados Unidos, como un elemento fundamental que no permite el logro de los objetivos propuestos por el gobierno del presidente Vicente Fox, especialmente en cuanto al crecimiento económico.
Incluso, vaticina que el déficit comercial y la falta de divisas por la disminución de exportaciones influirá en el tipo de cambio, provocando una nueva devaluación del peso y presionando una inflación mayor de la prevista por las autoridades. Asimismo, señala que a dos años de iniciado el "gobierno del cambio", los grandes retos siguen siendo el combate a la pobreza, abatir la inseguridad pública, la lucha contra el narcotráfico, impulsar la educación, los servicios de salud, el empleo y la vivienda, así como alcanzar un desarrollo sostenido y una más equitativa distribución del ingreso para superar las tremendas desigualdades sociales.
En el documento enviado al Celam, suscrito por el secretario general del Episcopado Mexicano, Abelardo Alvarado, se cita la difícil situación en la que viven los indígenas y el conflicto de Chiapas, así como la suspensión de las llamadas reformas estructurales que necesita el país y la reforma del Estado.
Uno de los documentos en los que la Iglesia católica mexicana cuestiona más severamente el modelo económico neoliberal, que ha ensanchado todavía más la brecha entre pobres y ricos en las últimas dos décadas, fue el elaborado por la Comisión Episcopal de Pastoral Social con motivo de la cumbre de Monterrey, en marzo pasado.
Los obispos mexicanos señalan que tradicionalmente se habla sólo de las deficiencias y defectos de los países pobres, como son la corrupción y el desorden en la administración pública, pero nunca se menciona el ''subdesarrollo inducido'' por el colonialismo de los países desarrollados. Incluso, en la reciente asamblea plenaria del Episcopado Mexicano, de donde surgió un documento colectivo sobre migración, los obispos se refirieron al modelo económico neoliberal como una de las causas de fondo que generan pobreza y marginación, circunstancias que a su vez provocan que miles y miles de mexicanos emigren en busca de mejores condiciones de vida.
Recientemente, el obispo de Saltillo, Raúl Vera, en una conferencia durante el foro Retos, análisis y perspectivas de la política social en México y el mundo, dijo que el desarrollo no se puede medir sólo en cifras macroeconómicas si éstas las estamos alcanzando a costa del deterioro de los habitantes de una nación. El desarrollo auténtico se basa en el crecimiento de todos los que conforman una nación.
''Todos los sectores que rigen la vida de una región, de un país y del mundo -pienso en los políticos de un país y del mundo, pienso en los empresarios, en los responsables de los centros financieros- han de preguntarse con seriedad si creen salvar sus vidas mientras mantienen a la mayoría en un estado de inanición y en una frustración cotidiana.''