María Rivera, de La Jornada, Premio
Fernando Benítez
"El reportaje, una buena historia bien contada"
Karla Planter y José Valle entre los galardonados
ANGEL VARGAS
"San Miguel Coatlinchán está habitado por
los recuerdos y la culpa. Es la viva imagen de la desesperanza. Todas las
pláticas comienzan y terminan sobre el 16 de abril de 1964, cuando
un enorme camión se llevó a Tláloc, el dios de la
lluvia, al Distrito Federal. De nada sirvió que se rebelaran todos,
los del pueblo y los de las comunidades de la sierra, para impedir su salida.
No hubo modo. No era época para rebeliones. La candidatura de Gustavo
Díaz Ordaz presagiaba tiempos duros. El Ejército entró
y puso fin a la revuelta."
Así
comienza el reportaje "San Miguel Coatlinchan, sin Dios ni esperanza",
que fue publicado el 13 de abril del año pasado en La Jornada
y por el que su autora, María Rivera, fue designada ayer ganadora
del Premio Fernando Benítez, en la categoría de prensa escrita,
que desde 1992 otorga la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
La ceremonia de entrega será este domingo, como
parte de las actividades de clausura del encuentro libresco. En el acto
también se premiará a los ganadores de las categorías
de radio y fotografía: Karla Alejandrina Planter y José de
Jesús Valle, y David de la Paz, respectivamente.
Los primeros laboran en el área de producción
del Centro de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Guadalajara,
y el fotógrafo, en el diario Público.
El jurado argumentó que el trabajo de María
Rivera "rescata la significación y consecuencias del despojo del
alma y la identidad de un pueblo, armada en torno al monolito de Tláloc.
Un reportaje sobre la memoria cultural con todos los atributos que debe
tener un buen reportaje: color, testimonios, documentación, calidad
narrativa, investigación de campo".
La elaboración del trabajo periodístico
ahora galardonado permitió a María Rivera, según expresa
en entrevista, constatar cuánto se ha transformado el país
desde 1964, en términos de conciencia social y política de
la población, así como en capacidad de organización.
Ejemplifica y contrasta la impotencia de los habitantes
de San Miguel Coatlinchán cuando se llevaron el monolito en aquel
año, con el triunfo histórico de los pobladores de San Salvador
Atenco cuando en este 2002 impidieron que se les desalojara de sus tierras
para construir allí el aeropuerto alterno de la ciudad de México.
Oriunda de la capital jaliscience, la comunicadora asume
al reportaje "como una ensalada de muchos ingredientes", ya que permite
trabajar y conocer diversos ángulos y personajes de una misma información,
para armar y aderezar una buena historia.
Admiradora de Ryszard Kapuscinski, agrega que un buen
reportaje es el que logra atrapar la atención de principio a fin.
"Finalmente es una buena historia bien contada. A la humanidad siempre
le ha gustado que le cuenten historias, desde Scherezada hasta hoy".