Encuestas de ese partido sitúan a Fernández
Garza 16 puntos abajo de González Parás
En el PAN se da por perdida la gubernatura de Nuevo
León
Consejeros del albiazul sugieren concentrar los
recursos en Colima, Campeche y San Luis Potosí
GEORGINA SALDIERNA Y JUAN MANUEL VENEGAS
Encuestas internas del Partido Acción Nacional
(PAN) dan por perdida la gubernatura en Nuevo León. Incluso, en
la víspera de que el Consejo Nacional apruebe el ejercicio presupuestal
del próximo año, muchos de sus integrantes consideraron no
incluir entre las prioridades el gasto electoral en esa entidad, donde
su candidato Mauricio Fernández Garza se ubica ''16 puntos abajo''
del priísta José Natividad González Parás.
En cambio, esos mismos consejeros sugieren concentrar
la atención y los recursos en estados como Colima, Campeche y San
Luis Potosí, donde los sondeos de opinión los ubican con
mejores posibilidades para los comicios de julio de 2003.
El máximo órgano de dirección en
el blanquiazul empezó a sesionar desde ayer, sin que se aprobara
el otro punto de su agenda, la plataforma legislativa 2003-2006, debido
a que ''un importante número de consejeros'' consideró que
la oferta electoral (que elaboró el Comité Ejecutivo Nacional)
no se ajustaba a ''la consideración de que somos gobierno'' y prevalecía
''una visión de partido de oposición''.
Hoy, definición sobre el presupuesto partidista
Hasta anoche seguía el debate y se espera la aprobación
del documento la tarde de este domingo, día en que los panistas
también definirán las prioridades en la aplicación
de su presupuesto para el próximo año, que es superior a
los 646 millones de pesos.
Los puntos que atoraron la aprobación de la plataforma
legislativa tienen que ver con las reformas constitucionales para el ''fortalecimiento''
y ''eficiencia'' de los poderes Ejecutivo y Legislativo, y todo lo que
tiene que ver con su capítulo de ''desarrollo humano y sustentable'',
en el que especifican sus proyectos en materia fiscal y energética.
Y
aunque será un rubro que abordarán hasta este domingo, el
ejercicio de su presupuesto fue tema de las conversaciones y el cabildeo
entre los consejeros panistas ayer, porque tendrán que definir dónde
tienen mayores posibilidades, de las seis entidades donde el próximo
año se renovará el Ejecutivo estatal.
Nuevo León, comentaron algunos, ''lo damos ya casi
por perdido'', y aunque nada está definido, pues también
hay quienes piensan que la mejor opción es canalizar recursos a
los estados donde hay problemas, lo cierto es que los números son
contundentes: 16 puntos de diferencia entre González Parás
y Fernández Garza ''son casi imposibles de remontar''.
Uno de ellos recordó, incluso, el caso Chihuahua
(1998), cuando ''no pudimos remontar'' los cinco puntos que distanciaron
al priísta Patricio Martínez del candidato panista Ramón
Galindo.
De igual forma, en el ánimo de los consejeros del
PAN no hay mucho optimismo en el caso de la contienda por la gubernatura
de Sonora. Sus encuestas, aunque aquí no especificaron porcentajes,
tampoco son favorables a su candidato Ramón Corral, quien por cierto
tiene diferencias con el secretario general del CEN, Manuel Espino, a quien
no pocos acusan -en corto- de ser el principal obstáculo en su campaña.
Lo que sí tiene optimista a la mayoría de
panistas es el curso de los procesos en Colima, Campeche, Querétaro
y San Luis Potosí, donde aseguran que sus respectivos candidatos
tienen amplias posibilidades de acceder al Ejecutivo de esas entidades,
entre otras razones porque ahí encontraron un PRI ''dividido, con
malos candidatos y con serios problemas internos''.
Para muchos, lo mejor es darle prioridad a estas cuatro
entidades y sólo asignar lo ''estrictamente necesario'' en donde
ya se ven perdidos los comicios. La lógica de estos consejeros ''es
no echarle dinero bueno al malo''.
Sobre a la plataforma legislativa 2003-2006, que el Consejo
Nacional analiza desde ayer, el presidente del PAN, Luis Felipe Bravo Mena,
salió a declarar por la noche que había sido aprobada ''en
lo general'', pero no en lo particular.
Pero más allá de las formalidades en las
declaraciones de Bravo Mena, lo cierto es que no hubo consenso entre los
panistas para aprobar temas fundamentales de la agenda legislativa que
pretenden abanderar en los próximos tres años.
De cinco capítulos en que el CEN dividió
su propuesta, dos fueron ''totalmente'' impugnados y pasados a la revisión
y replanteamiento de los consejeros. En esos dos puntos se incluyen temas
como las finanzas públicas, en donde el asunto fiscal fue causa
de polémica.
En la propuesta original se planteaba reducir el IVA de
15 a 13 por ciento, aboliendo los regímenes especiales; disminuir
la tasa máxima del impuesto sobre la renta (ISR) a 30 por ciento
a personas físicas; la eliminación al impuesto sobre tenencia
de automóviles y reducir el gravamen a los autos nuevos, en los
casos de pequeños y compactos.
Ninguna de estas propuestas satisfizo a los consejeros,
quienes dijeron que significaría poner en jaque al gobierno, en
lo que se refiere a recaudación.
Esta misma observación se hizo en el caso de la
propuesta de destinar 4 por ciento del producto interno bruto (PIB) a gasto
social. ''Eso suena bonito... pero ¿de dónde sacas los recursos?'',
observaron los consejeros, quienes pidieron al resto de sus correligionarios
''pensar más como gobierno que como oposición''.
En el capítulo uno, relativo a las reformas constitucionales
para fortalecer los poderes Ejecutivo y Legislativo, los temas cuestionados
fueron el de la relección inmediata de diputados federales y locales
y la reducción del número de diputados plurinominales.
Un tema que calentó el debate fue el de la autorización
a los legisladores para realizar, al mismo tiempo, actividades privadas.
La propuesta original panista establecía ''dar base constitucional
para evitar que las actividades privadas de los representantes populares
entren en conflicto de interés con sus tareas y responsabilidades
legislativas''.
A muchos no les pareció la idea. Unos recomendaron
introducir claramente la condicionante de que sólo se prohibiera
la doble función ''siempre y cuando'' haya conflicto de interés.
Otros de plano consideraron que establecer un límite así
significaría ''coartar'' las libertades individuales del ejercicio
profesional.
En el fondo de la polémica se encuentra el caso
del senador queretano Diego Fernández de Cevallos, quien a pesar
de pertenecer a uno de los poderes de la Unión, como abogado encabezó
un litigio legal en contra de la Secretaría de la Reforma Agraria
(SRA).
Por otra parte, en la propuesta de reducir el número
de diputados federales plurinominales la observación de los consejeros
fue que esa ''simple medida'' no resuelve el problema de la ''eficiencia''
en el trabajo legislativo, además de que se olvida que son los legisladores
plurinominales los que ''definen el perfil'' de los grupos parlamentarios.
Indudablemente que sería una oferta de campaña
''atractiva'' para los ciudadanos, sobre todo por ''el desprestigio'' de
algunos legisladores, pero ello no debe convertirse en una ''camisa de
fuerza'' para diseñar la plataforma legislativa.
Esos fueron algunos de los puntos a debate que los panistas
quisieron comentar. Sin embargo, será hasta este domingo cuando
se definan las ofertas del partido al electorado.
Bravo Mena llamó a los consejeros a hacer todo
lo posible para conformar una Cámara de Diputados que sea factor
decisivo en la consolidación del cambio con ''un sentido humanista''
y para asegurar la eficacia del nuevo sistema democrático ''orientado
a dar respuestas urgentes a la situación social, política
y económica de México''.
Aclaró que no se pretende crear hegemonías
partidistas ni convertir a Acción Nacional en un nuevo partido de
Estado, sino de ''articular de manera constructiva'' la relación
entre los poderes Legislativo y Ejecutivo y de establecer ''sintonía
y compromiso con el proyecto de cambio entre ambos''.