Con autonomía fiscal y de gestión, las empresas públicas son viables, aseguran
Senadores priístas acuerdan desechar iniciativa foxista de reforma eléctrica
ANDREA BECERRIL
Después de una reunión de más de cinco horas, la fracción del PRI en la Cámara de Senadores determinó desechar la iniciativa del presidente Vicente Fox que propone privatizar el sector eléctrico y avanzar en los proyectos encaminados a modernizar las empresas públicas.
"Estamos en el tramo final" y "hay un acuerdo unánime del grupo parlamentario de que la iniciativa del presidente Fox no puede ser aprobada por nosotros", comentó al término del encuentro Enrique Jackson Ramírez, coordinador de la bancada tricolor.
La reunión despertó tal interés en la Secretaría de Energía, que enviaron a una representante de la Dirección de Comunicación para gravar las entrevistas con los senadores y preguntarles -haciéndose pasar la funcionaria como reportera- si realmente había consenso de los priístas contra la reforma constitucional.
Durante la plenaria se desarrolló una fuerte discusión en la que varios senadores respaldaron la postura de Manuel Bartlett y, ante los argumentos de Alejandro Gutiérrez y del senador Marco Antonio Fernández, del SUTERM, de que es imprescindible la inversión privada en el sector eléctrico, les demostraron con cifras oficiales de la propia Comisión Federal de Electricidad (CFE) que la empresa puede proporcionar el servicio sin necesidad de capital foráneo.
"Los matamos con sus propias cifras", comentó el senador y empresario jalisciense Raymundo Gómez Flores, quien habló en la reunión de la inconsistencia de las cifras de la CFE, que hacen que sus requerimientos de inversión estén sobrevaluados en más de 230 mil millones de pesos.
Aun con las datos "inflados" que las autoridades de la CFE han presentado para apoyar la privatización, los legisladores priístas coincidieron en que las empresas públicas son viables sin inversión extranjera, dándoles autonomía fiscal y de gestión.
Se analizó el dictamen elaborado por Bartlett para rechazar la reforma de Fox y ningún senador se manifestó en contra, aunque un día antes varios se negaron a firmarlo.
Jackson precisó que la reunión fue muy productiva, porque además de decidir que el sector eléctrico debe seguir regulado por el Estado mexicano, se acordó que la reforma eléctrica que saldrá del Senado debe dejar muy claro el concepto de servicio público y fortalecer a las empresas públicas.
Agregó que otro de los acuerdos es revisar con detenimiento la propuesta del PRI, "para estar ciertos que el sistema eléctrico no estará sujeto a los vaivenes de la economía o de las inversiones privadas extranjeras, sino asegurar que la CFE podrá financiar hasta el límite de sus posibilidades sus propios proyectos de inversión".
César Camacho dijo que por las cifras que da la CFE es posible modernizar el sector eléctrico, garantizar el abasto, mantener tarifas justas y, sin ahuyentar a los inversionistas, acotar las figuras de autoabastecimiento, cogeneración y productor independiente, que permiten ya la participación de particulares en la generación de electricidad.
También los senadores del PRD sostuvieron anoche una reunión para definir su postura sobre la reforma eléctrica. Antes, al concluir la firma de un convenio entre la fracción perredista y la Universidad Autónoma Metropolitana para intercambiar información, el coordinador Jesús Ortega dijo que la iniciativa de Fox "está rechazada en principio" y que los senadores de su partido elaboran una propuesta alternativa.
