El dinero "seguramente se destinará a las campañas electorales del PAN": Penchyna
Denuncian diputados priístas subejercicio en Pemex por 20 mil millones de pesos
ROSA ELVIRA VARGAS, CIRO PEREZ Y ROBERTO GARDUÑO
La fracción priísta en la Cámara de Diputados denunció un subejercicio por 20 mil 829 millones de pesos en los rubros de gasto programable y no programable de Petróleos Mexicanos.
David Penchyna Grub, secretario de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, manifestó la sospecha de los legisladores priístas, y agregó que ese monto "puede estar en fideicomisos públicos a los que no se les puede dar seguimiento, y seguramente se destinará a las campañas electorales de los candidatos del PAN durante el año próximo".
El posible agotamiento de las reservas petroleras de México antes de 2030 y el consecuente tránsito de país exportador a importador de crudo, señalado por la Agencia Internacional de Energía, provocó una serie de reacciones entre diputados, quienes señalaron la falta de una estrategia nacional en materia energética y demandaron la restructuración tecnológica y hacendaria de Pemex.
Los resultados del análisis sobre la paraestatal, aprobado en la reunión plenaria del PRI en San Lázaro realizada ayer, manifiestan que a junio el gasto fue menor al promedio anual, porque a esa fecha se había ejercido 33.8 por ciento del gasto programable y 29.2 del no programable. No obstante, la curva de erogaciones se eleva en el segundo semestre, por lo que "ya existía un notable subejercicio en ambos conceptos".
Al enunciar las discrepancias entre el gasto programado y los recursos ejercidos en el presente año, David Penchyna explicó la forma de encontrar el subejercicio referido: "dado que el gobierno no ha proporcionado las estimaciones de cierre de 2002 de cada entidad, se utilizó la información agregada contenida en la exposición de motivos del proyecto de presupuesto de 2003, en el que el gobierno señala que Pemex ejercerá un total de 122 mil 430 millones de gasto, tanto programable como no programable".
Por lo tanto, de los 143 mil 259 millones de pesos del decreto aprobado para el año 2002, y el cierre estimado en la exposición de motivos con 122 mil 430 millones, "se obtiene que la paraestatal tendrá un subejercicio durante el presente año de 20 mil 829 millones, de los cuales 11 mil 401 pertenecen al rubro del gasto programable y 9 mil 427 al no programable".
De tal forma, si se comparan los montos del Presupuesto de Egresos de la Federación de 2002 con el proyecto de 2003 para Petróleos Mexicanos, también se observa que el gasto total para el año próximo será menor en 8.2 por ciento.
Los rubros de la paraestatal que resultarían afectados por el subejercicio son materiales y suministros, pensiones, iversión física y pago de intereses internos, indicó Penchyna.
Su correligionario Roberto Infante señaló la inexistencia de una política integral de explotación de hidrocarburos. "Se están dando palos de ciego en materia de reservas petroleras; no hay cambios de fondo. Se debe hacer un diagnóstico de los informes internacionales para avanzar de inmediato en la reforma estructural del sector", dijo.
La perredista Miroslava García, integrante de la Comisión de Hacienda, manifestó que el problema de la paraestatal es "la excesiva carga fiscal; nuestro partido quiere despetrolizar las finanzas públicas, con la idea de liberar recursos para que la empresa crezca y se expanda".
En ese tono, Manuel Añorve, del PRI, atribuyó una carga política al tema del petróleo, porque "todos tenemos que ceder para hacer reformas estructurales en materia energética, pero que no pongan como tema central en la agenda nacional las elecciones federales del año próximo".
El también priísta Efrén Leyva coincidió en que la inexistencia de una política petrolera "propicia el desperdicio desbocado de los hidrocarburos. Estamos cerca de la dependencia, y aún es tiempo de rescatar nuestra posición de exportador con la aplicación de mejores tecnologías", planteó.
El perredista Saúl Escobar indicó que se refuerza la necesidad de realizar una restructuración profunda de Pemex, que dé autonomía a la paraestatal y le permita utilizar en sus propios proyectos los recursos económicos que genera.