TOROS
Ahora el que se bajó la calzona fue el juez
Eduardo Delgado: premió un bajonazo
De banderillero a banderillero, Ortega bañó
a El Fandi en la Plaza Muerta
Apoteosis villamelona de El Zotoluco
Indignaron
los mansos de Xajay
LUMBRERA CHICO
Eran las doce del día. En los corrales de la Monumental
Plaza Muerta, Luis Antonio Rivero, subjefe de toriles, ordenó que
apartaran a Caramelo, un feísimo cárdeno bragado y
supercornigacho de 527 kilos, que iba a ser el primero en salir al ruedo.
Con los ojos semitapados por la deformación de los pitones, el bicho
quedó a solas frente al túnel de la oscuridad, y fue tanto
el pánico que sintió ante el misterio de la negrura que empezó
a retroceder, se le doblaron los cuartos traseros y se echó en el
piso como un perrito. Cinco horas más tarde, los 20 mil espectadores
que acudieron a ver la quinta corrida de la Estafa Grande 2002-2003 gritaban
a voz en cuello: "Una, dos, tres, chingue a su madre el juez", "basta de
raterías, chingue a su madre Herrerías", "por ladrón
y por ratero, chingue a su madre el ganadero".
David
Fandila El Fandi -la gran novedad de la pasada temporada de verano
en Madrid- debutó poniendo de manifiesto la vulgaridad ramplona,
pueblerina y barata de su "arte". ¿Que vino gracias a su fama de
banderillero espectacular? Sí, es cierto, pero artesanos como él
abundan en las provincias de México y a nadie quitan el sueño.
Pésimo muletero, desconocedor de la más mínima noción
de elegancia, el granadino defraudó a sus publicistas y a los ingenuos
que, acicateados por aquéllos, acudieron a descubrir que no vale
lo que se le unta al queso.
El tlaxcalteca Rafael Ortega, que no hizo el paseíllo
para banderillear, aceptó la invitación de El Fandi
para usar los palitroques, y dejó un parazo en todo lo alto, citando
de largo, galleando en la cara y asomándose al balcón, para
colocar los garapullos con una intensidad torera que fue lo único
memorable del festejo.
Por lo demás, a Ortega le salió un novillo
esmirriado y cornalón, con los pelos parados sobre el lomo y los
testículos encogidos en señal de que no tenía más
de tres años de edad, y la gente le chilló de principio a
fin, exigiendo la devolución o en su defecto la muerte súbita
del tal engendro que hunde en la ignominia a los criadores de Xajay. Con
Cuervito,
quinto de la tarde, que era manso, pero le apretó al caballo y por
último se rajó, tirando mil cornadas en cada embestida, Ortega
se mostró muy valiente y cuando se hartó del bicharrajo le
hizo un trasteo de aliño por la cara y terminó escupiéndole
un gargajo de desprecio sobre el testuz.
Padrino de confirmación de la alternativa de El
Fandi, Eulalio López El Zotoluco nada pudo ante la mansedumbre
de Melocotón, manso perdido como sus hermanos, al que mató
de un bajonazo pulmonero con hemorragia a granel. Pero cuando soltaron
a Almendrito, el único toro de verdad, con 519 kilos y una
cornamenta invisible de tan pequeña, el triunfador de Pamplona,
el dominador de los Miura, se dedicó a tragar leña, sin temple
ni mando ni nada, ejecutando una faena sobre piernas y matando de otro
bajonazo, éste de efectos retardados, para recibir --¡hágame
usted el favor!-- dos orejas, cuando a duras penas hubiera sido justo premiarlo
con la vuelta al ruedo.
Pero si la semana pasada se bajó la calzona el
juez Ricardo Balderas para arrodillarse ante la "empresa", esta vez lo
hizo el juez Eduardo Delgado, quien no vaciló en ordenar el arrastre
lento para el enemigo de El Zotoluco, un bicho abanto y enrazado
que sin embargo tomó una sola vara con la cabeza arriba. Así
que seguimos en lo dicho, por más que le pese a Alfonso López:
en términos taurinos la plaza México está más
muerta que nunca.
Utilidades y pérdidas
Domingo 1º de diciembre de 2002
Espectadores |
20,000 |
Ingreso neto |
1,400,000 |
Egresos |
|
El Zotoluco |
150,000 |
El Fandi |
100,000 |
Ortega |
100,000 |
Ganado |
200,000 |
Otros |
1,000,000 |
Subtotal |
1,550,000 |
Utilidades |
--------- |
Pérdidas |
150,000 |
Pérdidas anteriores |
2,330,000 |
Pérdidas acumuladas |
2,480,000 |
|