Se queja de la filtración de la fecha
de su comparecencia
Se me acusa sin sustento, afirma Gordillo Morales
Los señalamientos, ardid mediático
de la CNTE, señala
ROSA ELVIRA VARGAS
De inmediato, puntual esta vez, al salir de su comparecencia
ante la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos
del Pasado, Elba Esther Gordillo convocó a la prensa para insistir,
alegar, esgrimir, que se le acusa sin sustento; para quejarse de que hubo
''filtración'' de la fecha en la que tendría que comparecer,
pero también para asegurar que ha sido víctima de misoginia
y terminar afirmando que ella fue y es una ''disidente''.
Era
su estrategia de contrataque. Acompañada por el abogado Marcos Castillejos,
su defensor, en el salón de un hotel de Paseo de la Reforma, la
dirigente virtual del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación
(SNTE) leyó dos cuartillas y argumentó -en la sesión
de preguntas- no sólo su deslinde del asesinato del profesor Misael
Núñez Acosta (acaecido el 30 de enero de 1981), sino aprovechó
para asegurar: ''Soy la más interesada en que este asunto quede
definitivamente resuelto''.
''Fui presionada física y moralmente''
Y estuvo ahí para difundir su versión, la
forma en que se sintió ''presionada'' y expuesta ''física
y moralmente'', porque al difundirse la fecha en que tendría que
presentarse ante la fiscalía (lo que por cierto ha ocurrido siempre
con todas las citas expedidas por esa instancia) se provocó la ''alteración
social'' y que los grupos que la señalan estuvieran ahí ''presionando
para tal o cual decisión, manifestándose, gritando... imagínense
el espectáculo''.
Para hacer patente ese malestar, insistir en lo infundado
de las acusaciones en su contra, en las que se le considera autora intelectual
del asesinato no sólo de Núñez Acosta, sino de otros
crímenes y desapariciones de profesores disidentes, la maestra Gordillo
Morales dispuso de todo el aparato de prensa del Partido Revolucionario
Institucional (PRI), del que es secretaria general. Y su insistencia: ''Soy
inocente... nada tiene sustento''.
Respaldaba sus asertos con la intervención de su
abogado y repartiendo un grueso legajo de fotocopias del periódico
unomásuno, de entre noviembre de 1980 y febrero de 1981,
que no incluyen los trabajos que ese mismo diario publicó en julio
del último año mencionado, en los cuales se reseña
el expediente de la causa contra los asesinos de Núñez Acosta,
donde los autores materiales aceptan que fueron contratados por dirigentes
del SNTE.
Tampoco aparece en ese material el artículo que
en ese mismo diario publicó Héctor Aguilar Camín,
donde se pone en evidencia el liderazgo y ascendiente que mantenía
desde entonces Elba Esther Gordillo en la sección 36 del SNTE (Valle
de México) y se asegura que el asesinato de Núñez
Acosta es ''un crimen político''.
En cambio, la dirigente insistió ayer en que los
señalamientos que se le hacen corresponden únicamente a un
''ardid mediático'' de la Coordinadora Nacional de Trabajadores
de la Educación (CNTE); sobre el particular, su abogado señaló
que las denuncias que miembros de esa organización formularon ante
la Fiscalía para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado
en algunos casos no se han ratificado: ''No hay medios probatorios y sólo
tratan de cuestiones subjetivas''.
A la pregunta de cómo encara el hecho de que la
denuncia original de su involucramiento en el asesinato de Núñez
provino de su ex mentor y ex compañero de corriente política,
Carlos Jonguitud, Gordillo argumentó que el líder de Vanguardia
Revolucionaria ''aclaró'' lo que dijo, ''y del maestro, no tengo
nada más que hablar, siempre he sido muy respetuosa de su persona
y ruego no me pregunten del asunto. Soy doblemente inocente''.