Ponencia de la especialista en el contexto de la Muestra Nacional de Teatro

Escribir para un lector con cierta escolaridad hace que la crítica sea elitista, dijo Harmony

CARLOS PAUL ENVIADO

Jalapa, Ver,. 26 de noviembre. La crítica y la relación con el creador teatral, así como cuáles son algunas de las metas que deben proponerse los que se dedican al análisis de ese arte, fueron los temas de la especialista Olga Harmony en la mesa redonda de la Academia Mexicana de Arte Teatral (AMAT), en la que participaron también Claudio Obregón, Germán Castillo, Ximena Escalante y Carlos Corona, en el contexto de las actividades paralelas de la versión 23 de la Muestra Nacional de Teatro.

''Creo -destacó Harmony- que la relación del crítico y el creador escénico se ha convertido ya en una buena relación, pues hace muchos años era difícil que los teatristas nos acogieran como amigos.''

El deber de la imparcialidad

Por otro lado, dijo que como crítica considera varias cosas. ''Yo sé que en principio nos leen los teatristas, pero uno se tiene que plantear también para quién se escribe y el medio en que se hace. Se debe escribir para un lector con cierta escolaridad, que guste del teatro. Por eso y aunque no quiera, la crítica es elitista, porque cuando me pongo a pensar cuántas personas leen periódicos en este país y cuántos llegan a la sección de cultura, y cuántos de ellos van a leer la nota crítica de un espectáculo que no van a ver; creo que se tiene que escribir para un determinado lector interesado por la cultura y el teatro.

''Como muchas veces lo he dicho, no creo en la objetividad, pues todos estamos teñidos por nuestra edad, generación, trayectoria, sexo, vivencias, ideología, etcétera. Creo que es un deber nuestro ejercer la imparcialidad. Si nos equivocamos es un error nuestro, pero no debe ser producto de la mala fe, de atacar a alguien sólo porque nos cayó mal o habló mal de uno. Tampoco debemos dejarnos llevar por la amistad. A lo más que llego es a no escribir sobre una puesta cuando el trabajo no es satisfactorio y quiero mucho esa persona.''

La crítica -abundó- debe ser fundamentada, algo que se adquiere mediante el estudio y viendo mucho teatro. Además, ''el trabajo de los críticos también es creativo, porque requiere de análisis que se debe apoyar con mínimos conocimientos del fenómeno teatral; es un trabajo que nos hace reflexionar, priorizar y ordenar ideas.

''Estoy anhelante de que aparezcan más generaciones de críticos jóvenes serios, porque estamos envejeciendo los críticos. Me encantaría, por ejemplo, poder cruzar en el mismo periódico mi opinión con la de una persona joven sobre los mismos espectáculos, porque sí creo que hay tonos generacionales."

Harmony destacó que las nuevas generaciones de creadores escénicos deben conocer lo que se hizo antes para llegar más lejos; muchos creen descubrir algo nuevo.

Creación y crítica, una simbiosis

Ximena Escalante, dramaturga y crítica, destacó que estas dos disciplinas no son tan contradictorias, como a veces se percibe. ''Si vemos la historia de nuestros escritores, creadores y teóricos, veremos cómo se han desenvuelto en esos campos de manera indistinta. Creo que la creación no está separada de la crítica y viceversa; ambos son ejercicios de voluntad, una cuestión de decisión. Lo que trato de hacer con la crítica es tender una mano amigable y no solemne".

Por último, el director de teatro Germán Castillo expresó:

''Un crítico, lo primero que tiene que saber es con quién quiere establecer el diálogo, si con el mayor número de lectores posibles de su periódico, con los creadores que hacen el teatro para incidir en la construcción de la tradición teatral o con los que detentan temporal y democráticamente el poder cultural."