Es un asunto que transcurrirá lenta y paulatinamente, señala el secretario de Estado
No basta tronar los dedos para tener un acuerdo migratorio, dice Powell
Que a nadie quepa duda de que es una prioridad para los presidentes Fox y Bush, explica
ROSA E. VARGAS Y GEORGINA SALDIERNA
Un acuerdo migratorio entre México y Estados Unidos, si bien ''prioritario'' para ambos gobiernos no es algo sencillo ni puede lograrse con un tronido de dedos. Por ello, Colin Powell lo definió como un proceso que transcurrirá lenta, paulatinamente, y que se iniciará en los próximos meses con los temas que tengan mayor posibilidad de éxito. Y subrayó: no hay lineamientos respecto a tiempo, porque ''no es algo que tengamos que terminar antes o después del gobierno de alguna persona''.
De ese modo, la delegación estadunidense que participó en la reunión binacional alentó de nuevo las expectativas mexicanas de reanudar las conversaciones sobre el tema migratorio, congeladas tras los atentados del 11 de septiembre de 2001. Que a nadie quepa duda, dijo el secretario de Estado, que es una prioridad para los presidentes George W. Bush y Vicente Fox, ''y (que) seguimos dedicados a hacer todo lo posible para seguir progresando''.
Powell pidió realismo y ver los cambios que se han suscitado en los pasados 14 meses. Insistió en que hay interés por encontrar la forma de normalizar la migración ''de ida y vuelta'', con esquemas de dignidad y seguridad y basados en la confianza.
Pero ahí mismo resaltó: ''Tenemos una gran cantidad de mexicanos que viven en Estados Unidos indocumentados y este es un problema que también tendrá que tratarse con el tiempo... pero éstos no son temas sencillos, son temas difíciles; si pudiéramos hacer así con los dedos y lograr una solución, lo haríamos ya, pero no es tan fácil''.
En la conferencia de prensa ofrecida al final de los trabajos del encuentro binacional, el segundo tema imperativo en la agenda mexicana, el de la eliminación de los subsidios agrícolas y su repercusión en el agro nacional, sencillamente no fue abordado por la delegación de Estados Unidos, y en cambio el canciller Jorge G. Castañeda lo resolvió con la expresión de que México ''reiteró su respeto por la integridad del tratado'' de Libre Comercio de América del Norte y el cumplimiento de los plazos previstos en el mismo.
Sólo añadió que cuando fuese necesario, en ''casos muy concretos'' se acudirá a la posibilidad de invocar las distintas salvaguardas que prevé ese acuerdo comercial. De esa manera se trató el tema en la binacional, dijo.
En cambio, la parte estadunidense sí fue enfática en un tema que le preocupa sobremanera: el agua. ''Mi gobierno está dedicado a tratar la situación difícil de los agricultores del sur de Texas y también queremos cumplir con nuestras obligaciones en aguas'', dijo Powell.
Esta vez, además, el del narcotráfico fue un asunto abordado de modo muy distinto a como se imponía en la agenda de reuniones anteriores. De hecho, se le aludió sólo para ''reconocer los grandes éxitos obtenidos''. En su lugar, rubros como seguridad fronteriza y terrorismo tuvieron espacio preminente, pues este último, a decir del secretario de Estado, es un problema que afecta no sólo a Estados Unidos, también a México y ''a todos los países civilizados del mundo''.
En su obsesión por dar con los autores de los atentados que sufrió su país el año pasado, dijo que Estados Unidos sabe que existen células de Al Qaeda y de ''otros organismos terroristas'' que están tratando de encontrar lugares en el mundo donde pueden trabajar con seguridad y continuar su ''terribilísimo'' trabajo. Insistió en que por ello para su país es importante protegerse de los terroristas que ingresen del norte o del sur, del este o del oeste.
Y una preocupación similar debe tener México y protegerse de aquellos ''que quieran tal vez lastimar a mexicanos inocentes''. Por eso los dos países deben trabajar ''muchísimo'' en seguridad fronteriza, para que ambos sepan quién entra y sale de sus respectivos territorios, por qué quieren ingresar, e integrar toda esa información de inteligencia y migración y de ese modo ''los inocentes entren con dignidad y con felicidad, y que sepan que son bienvenidos''.
El secretario de Estado afirmó entonces que su país no quiere implantar sistemas de control fronterizo que sean hostiles a los migrantes. ''Estamos buscando un balance de este periodo posterior al 11 de septiembre, entre asegurarnos a nosotros, asegurar a México y asegurarnos que jamás perdamos la imagen de Estados Unidos como un país abierto...''
De paso aprovechó para agradecer la participación mexicana en el contexto del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas para producir la resolución 1441, misma que de acuerdo con Powell, ''fue extremadamente valiosa''.
En el ámbito regional, también revisado por los responsables de la política exterior de los dos países, el acento se puso en Venezuela y Argentina, donde se expresaron los deseos comunes de ver ''buen gobierno y buenas políticas democráticas como fundamento para resolver'' sus conflictos, al tiempo que ratificaron, en el caso venezolano, apoyar al secretario general de la Organización de Estados Americanos, César Gaviria, en sus esfuerzos por establecer un diálogo exitoso para dar salida a la crisis política que enfrenta.
Para Argentina se convino en la importancia de un desarrollo precoz por parte del gobierno de ese país y del Fondo Monetario Internacional, para lograr un plan económico sustentable.
Los acuerdos específicos signados en estos dos días fueron los relacionados a la firma del segundo protocolo del convenio para evitar la doble imposición y tributación; en materia fronteriza, se avanzó en la reforma del Banco de Desarrollo para América del Norte y la Comisión de Cooperación Ecológica Fronteriza. A su vez, el Departamento de Transporte de Estados Unidos anunció un fondo de 54 millones de dólares en programas de infraestructura fronteriza ''para apoyar la operación segura de vehículos de carga mexicanos'' en el país del norte.
En síntesis, los reportes fueron de que los siete equipos de trabajo de la binacional avanzaron en estos días, sobre todo en compromisos de seguir buscando ''soluciones satisfactorias'' a los temas de conflicto e interés comunes.