Presentaron el libro testimonial de la fundación
y desarrollo del barrio coyoacanense
En Santo Domingo también "vivimos para contarla",
dice el líder de la colonia
La prologuista Elena Poniatowska y la delegada María
Rojo, entre las asistentes al acto
ARTURO JIMENEZ
En el enorme terreno que rodea la Casa de la Cultura Raúl
Anguiano, en el Parque Ecológico Huayamilpas, hay una gran lona
verde, un millar de sillas, que resultan insuficientes, y dos tarimas:
una pequeña y alta, como estrado, y otra muy grande, en la que luego
se bailará danzón.
Ahí, la noche de la presentación del libro
Las mil y una historias del Pedregal de Santo Domingo, la escritora
Elena Poniatowska habla ante cientos de colonos que la escuchan con atención
y que la conocen desde hace años, muchos desde la década
de los setenta, cuando fundaron esa colonia mediante la invasión
urbana más grande de América:
"Al
hojear este libro de Fernando Díaz Enciso es fácil recobrar
la emoción con la que Virgilio describe la fundación de Roma
por Eneas. Imposible olvidar a Moisés cruzando el desierto en busca
de la tierra prometida. El pasado regresa a fundirse con el futuro, la
historia de repite."
Autora del prólogo de Las mil y una historias
del Pedregal de Santo Domingo, Poniatowska, quien apenas pudo subir
al estrado y salir de Huayamilpas ante las decenas de solicitudes de firmas
del libro, agrega:
"Así como las abejas construyen su panal, los hombres
buscan su lugar en la tierra y la épica que narra Díaz Enciso
comprueba nuestra principal necesidad: la urgencia de vivir en una polis
para desplegarse armónica y libremente."
La actriz María Rojo, titular de Coyoacán,
delegación coeditora de este volumen junto con la Unión de
Colonos de Santo Domingo, señala en un texto enviado, que lee a
los asistentes Teresa Moya:
"A lo largo de más de treinta años ustedes
han sabido encaminar su trabajo, su tesón y su labor colectiva a
favor de un objetivo: hacer de su colonia su hogar. Imprimir a lo agreste
del entorno su corazón y transformarlo en un ejemplo de empeño
compartido."
Como dice el Gabo
Autor y compilador de la obra colectiva que es Las
mil y una historias del Pedregal de Santo Domingo, así como
uno de los dirigentes principales de la Unión de Colonos de Santo
Domingo, Fernando Díaz Enciso pide un aplauso para Poniatowska y,
luego de una extendida respuesta, sólo dice:
"Es muy chingón lo que está sucediendo hoy
porque, como diría García Márquez, vivimos para contarla.
Ahora ya tenemos un libro para que nuestros hijos y nietos y los que siguen
se enteren de cómo se formó esta colonia. Lo único
que agregaría es que este libro fue hecho desde abajo, con los de
abajo y para los de abajo."
Al final, las familias fundadoras de la colonia urbanizada
y con servicios que ahora es Santo Domingo forman varias filas para recibir
un ejemplar gratuito del libro que condensa la historia misma que ellos
construyeron. Luego hacen una larga cola para obtener la dedicatoria de
Díaz Enciso, "el maestro", como le llaman.
Mientras el ponche comienza a correr en sentido contrario
al frío y la Danzonera México toma posesión del estrado
hecho con la tarima pequeña, Poniatowska firma el último
libro posible desde el automóvil que la transportará a otro
compromiso.
Ya después habrá tiempo de regresar una
vez más con sus amigos de Santo Domingo, quienes desde 1971 decidieron
comenzar a vivir ahí y así darles la razón a Virgilio,
a Moisés y a muchos más.