Resorte puso la mala nota al aparecer en plan
de divos, con todo y guaruras
A ritmo metalero y africano, se disipó el frío
del Factor Evolución
Sorpresiva presencia de Cecilia Toussaint, quien acompañó
a la banda Quem
GABRIEL LEON ZARAGOZA
Un bazar musical y el descubrimiento de nuevas formas
juveniles de diversión encontraron cientos de menudos bachilleres
en la presentación del jueves de seis bandas roqueras que tiñeron
de metal duro y negro la de por sí oscura noche del escenario del
Palacio de los Deportes.
El variopinto de músicos en escena comprendió
un híbrido de ritmos de rock americano y sus fusiones africanas,
del cual predominó la música fuerte y rítmica sin
complicaciones y, ocasionalmente, llena de sentimiento.
Miles de jóvenes han vivido la excepcional experiencia
de conocer en dos jornadas del tercer encuentro Factor Evolución
los estilos de música que siguen revolucionando al mundo. La noche
del jueves incluyó rock-jazz, soft-rock, skachá y cogno-pesado.
Un poco de afrobrasizambafunk
La
extremadamente fría tarde abrió con la propuesta tapatía
de Galápago y su síncopa de rock-jazz; le secundó
el dueto mexicanobrasileño Quem y su fusión de afrobrasizambafunk
-neologismo acuñado por ellos-, el cual definen como una nueva opción
que penetra despacito entre la apertura juvenil. "La banda está
descubriendo opciones y no tienen por qué brincar a güevo,
ir a darse en la madre o ponerse en rave".
La primera sorpresa de la tarde fue el acompañamiento
de Cecilia Toussaint a Quem y después la aparición abajo
del escenario de músicos de Víctimas del Dr. Cerebro, Guillotina,
Molotov y al mismísimo Pito Pérez. Algunos dijeron que su
visita fue para saludar a sus camaradas y otros para medir el "ovacionómetro"
de la competencia, que ayer estuvo apretado.
Con la aparición de la banda Antidoping también
surgieron nuevos usos para las tarjetas postales, que cual objetos volátiles
surcaban el cielo en incontables cantidades, semejando coloridos confetis
pero convirtiéndose en sólidos proyectiles.
El sabor rastafari de Antidoping sensibilizó los
gélidos cuerpos que, prontos al llamado del ragamufin y al del vocalista
para "mover el culo", se desentumieron con frenesí y pasos marcados
de reggae, skachá, cumbiareggae y demás valores rítmicos
del pentagrama.
El sangoloteo juvenil continúo con el rock pesado
de QBO (se pronuncia cubo) y la venta de gorros, guantes y bufandas se
incrementó (así como el precio) en un santiamén.
Solidarios con el precario cobijo en que permanecían
miles de jóvenes, las bandas, todas, tocaron como siempre lo han
hecho, al natural y con playeras pese al inclemente bajón de temperatura.
He allí una muestra del amor por la música.
Entre Joan Sebastian y los redondos atributos
Los regios de Panda, como buen grupo jovial de rock punketo,
lograron los primeros ritos del slam y, sobre todo, un griterío
de cientos de púberes. Su presencia incluyó una ruda interpretación
del tema Maracas, cover del ídolo de Juliantla, Joan
Sebastián.
Los ánimos de los jóvenes se desbordaron
más con la candente aparición de una fémina que, izada
entre hombros, en cuatro ocasiones mostró al natural sus enormes
y redondos atributos. La conmoción que provocó su talla hizo
que el staff encendiera todas las luces del escenario para no perder
ningún detalle de las níveas carnes.
El cierre estuvo a cargo de los integrantes de Resorte,
que aparecieron en plan de divos, como si el día se hubiese
hecho sólo para ellos. Presentaron en exclusiva media docena de
temas de su nuevo álbum, Rebota, y tres canciones de las
consagradas de su repertorio. Su reciente material mantiene su vieja fórmula:
rap, metal y hip hop.
Durante su presentación les acompañó
Paco, de Molotov, quien suplió en el bajo a Johnny, sólo
por esta ocasión. Cabe destacar que Resorte ha sido la única
banda del festival que se ha rodeado de un séquito de seguridad
"para evitar que se les acerque su público", al cual, molestos,
los músicos tuvieron que complacer tras estruendosos gritos de "una
más, una más".
Hoy, en el gran cierre del festival, se presentará
Perry Farrel, aunque no se sabe si como diyéi o como roquero.