La crítica de teatro recibe hoy un homenaje
en el Palacio de Bellas Artes
Confío más en la imparcialidad que en
la objetividad: Harmony
Al gremio teatral lo aprecio mucho; tengo grandes amistades
en él, elemento que me enriquece
En el medio, muchos son como médicos generales:
un día escriben de pintura y al otro de cine
CESAR GÜEMES
En México es la crítica teatral por excelencia,
si bien no asume el título: "No me creo la crítica,
pero sí soy la decana en el ejercicio de analizar el teatro, un
oficio que poco a poco se ha abierto brecha en el medio teatral". Olga
Harmony, colaboradora de La Jornada, autora de numerosas páginas
de análisis, algunas de ellas recogidas en libros como Ires y
venires del teatro en México (Conaculta), recibirá un
homenaje a su trayectoria este lunes a las 19 horas en la sala Manuel M.
Ponce del Palacio de Bellas Artes, con la participación de Héctor
Mendoza, Víctor Hugo Rascón Banda, Germán Castillo,
Humberto Musacchio y Luz Emilia Aguilar Zinser.
Referente
indispensable para acercarse el hecho teatral, Harmony recuerda: "Hace
años me presentaba en una mesa redonda y ya sabía que iba
recibir alguna pregunta agresiva o un comentario poco agradable. Ahora
eso casi no ocurre y me siento muy confortable con el gremio teatral del
que me he ido haciendo parte".
-Eso habla de la buena salud del medio.
-De ambas partes. Cierta vez escuché a algún
crítico decir que no quería mantener cercanía con
actores, directores o dramaturgos, porque perdía la objetividad,
pero como yo nunca he creído en ella y al gremio teatral lo aprecio
mucho, tengo grandes amistades entre las personas que hacen teatro, un
elemento que me enriquece. Digo que no creo en la objetividad, pero confío
en la imparcialidad. Cada quien tiene su lugar en el teatro, por eso cuando
he padecido asperezas con algunos dramaturgos o directores finalmente todo
se aclara y queda establecido que cuando escribo no mezclo lo personal
con lo profesional.
La especialización, dice durante la entrevista,
es la piedra de toque en su área: "Uno trata de reflexionar sobre
su oficio y la formación de quienes se dedican a él. La crítica
es una especialidad del periodismo. Muchos en el medio son una especie
de médicos generales que un día escriben de pintura y otro
de arquitectura o cine. Como los lenguajes de las artes son distintos,
es necesario primero especializarse y luego escribir. No me veo de crítica
de música si tengo orejas de tepalcate. Por eso es preciso saber
de la materia antes de escribir".
La experiencia de Olga Harmony tiene triple vía:
su ejercicio como catedrática, el trabajo frente al teatro y el
necesario contacto con los medios de comunicación, aunque precisa:
"Pertenezco al medio periodístico sólo como colaboradora.
Mis funciones son muy distintas de las de quienes prácticamente
viven en una sala de redacción. Claro, sé que el medio periodístico
no me rechaza, aunque desconozco hasta dónde me acepta. Luego es
necesario tener una cierta armonía con quien coordina las páginas
de un diario con la finalidad de que no me den línea como crítica.
Para hacer un análisis concreto es indispensable la libertad de
opinión de que en mi caso disfruto. Esto da independencia y genera
credibilidad".
-En un medio tan concurrido como el teatral habrá
algunas presiones para que escriba de tal o cual obra en particular.
-Digamos que de forma constante me invitan a estrenos
y en ocasiones caen en la necedad, aunque también es muy posible
que no me inviten a una obra determinada. Sobre todo al teatro comercial
no me convocan; será porque en los diarios hay tanto sección
de cultura como de espectáculos. De cualquier forma, el teatro comercial
en muchas ocasiones es muy ligero, no me despierta gran interés.
Luego, quiero decir que si no me invitan a una obra seria, no voy, porque
si pago boleto soy público. Si quieren que hable de un espectáculo
han de convocarme. Desde luego en ocasiones no puedo acudir, no consigo
estar en todos los estrenos y no me gusta estar todo el tiempo en el teatro.
Prefiero espaciar mi presencia en las obras para conservar cierta frescura.
Y a diferencia de algunos colegas prefiero acudir al estreno, me agrada
el ambiente de emoción del primer bocado antes de escuchar alguna
opinión. Sé que en muchas ocasiones el ritmo de la puesta
en escena se ajustará, pero el estreno es importante.
La frescura de la que habla Olga Harmony la consigue,
entre una obra y otra, con la lectura, sobre todo de narrativa; "veo tanto
cine como puedo, escucho música y aunque no tengo autores de cabecera
en la literatura, sí releo, en esta época por ejemplo a Salinger.
Insisto en que los críticos de teatro se acerquen a la narrativa,
tengan referencia de artes plásticas e incluso de música,
porque las puestas en escena en numerosas ocasiones tienen nexos con esas
artes. Por mi parte, ya como crítica, leo y releo la obra antes
y después de verla , porque no me gusta escribir de oído.
Sólo en caso de que no tenga acceso al texto impreso me atengo a
lo que veo".
-¿Se percibe igual frente al teatro con el que
empezó a hacer crítica al que ha visto en reciente fecha?
-No, hay ciclos. Cuando se dio la famosa nueva dramaturgia
mexicana contábamos con pocos directores que respondieran al fenómeno.
Hoy ocurre a la inversa y eso necesariamente varía el punto de vista.
Olga Harmony se dice tranquila con el homenaje, y aclara:
"Diría que me genera una alegría profesional, una satisfacción
por el reconocimiento a la crítica de las artes en México,
que en cierta medida también es una manera de la creación".