Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 17 de noviembre de 2002
  Primera y Contraportada
  Editorial
  Opinión
  Correo Ilustrado
  Política
  Economía
  Cultura
  Espectáculos
  CineGuía
  Estados
  Capital
  Mundo
  Sociedad y Justicia
  Deportes
  Lunes en la Ciencia
  Suplementos
  Perfiles
  Fotografía
  Cartones
  Fotos del Día
  Librería   
  La Jornada de Oriente
  La Jornada Morelos
  Correo Electrónico
  Búsquedas
  >

Cultura
Circula Latinoamericanos buscando lugar en este siglo, premio de ensayo Lya Kostakowsky

En la cultura, las claves para el desarrollo de AL: García Canclini

Pregunta si tiene sentido pensarse como mercado regional con miras a una presencia global más creativa

Aun el BID plantea que sólo con educación y ciencia se puede relanzar a estas sociedades

ARTURO GARCIA HERNANDEZ

¿Qué es ser latinoamericano en plena era de la globalización? ¿Quién quiere serlo? ¿Es vigente y posible hablar de una identidad latinoamericana? ¿Cómo se inserta lo latinoamericano en el mundo globalizado? Estas y otras interrogantes son analizadas por el antropólogo Néstor García Canclini en su libro más reciente, Latinoamericanos buscando lugar en este siglo (publicado por Editorial Paidós), con el que obtuvo este año el octavo Premio Anual de Ensayo Literario Hispanoamericano Lya Kostakowsky, que otorga la Fundación Cardoza y Aragón.

Una primer hipótesis planteada por García Canclini, que se vuelve central a lo largo del libro, se resume en esta afirmación: "lo latinoamericano no es una esencia, y más que una identidad es una tarea". A partir de esta tesis, el también director del Programa de Estudios sobre Cultura Urbana de la UAM conversa en entrevista.

-Dice usted en su libro: "lo latinoamericano más que una identidad es una tarea" ¿Por qué es importante esa tarea? ¿A quién le sirve? ¿Es viable?

-Una pregunta de partida es ¿quiénes quieren ser latinoamericanos? En los últimos años hay muchas evidencias de quiénes no quieren serlo: inversores que se llevan los capitales a otras regiones, migrantes que abandonan sus países; gobernantes que administran el patrimonio material y cultural como si no estuvieran interesados en arreglarse más que con las trasnacionales. Por otro lado, hay una expansión notable de las industrias culturales y de otras manifestaciones y producciones latinoamericanas -música, literatura, televisión, programas de entretenimiento y de información- que tienen buena aceptación en muchas regiones. De manera que es legítima la pregunta acerca de si tiene sentido pensarnos como un mercado regional, como países que podían estar mejor asociados para tener una presencia más creativa y valiosa en los mercados globalizados. El libro trata de replantear esta cuestión en un registro diferente del que intentaron los  fundadores de las naciones latinoamericanas, y también distinto de las claves con que se planteó esta cuestión en la época del desarrollismo y la teoría de la independencia. Las actuales condiciones de los mercados económicos y simbólicos obligan a replantearla. La pregunta sigue siendo pertinente, pero hay que relaborarla.

-Usted propone una serie de tareas para crear la unidad latinoamericana. ¿Quiénes habrán de llevarlas a cabo si los estados y los gobiernos acusan una suerte de indigencia cultural que los incapacita?

-No creo que el problema para organizar estas tareas sea principalmente cultural. Me parece que la indigencia es política, en cuanto a la incapacidad de las elites latinoamericanas para organizar programas y llevarlos a cabo en beneficio de cada una de las naciones. Esto es lo que hemos visto en los intentos de administración de la crisis de los años 80, en México y en otros países. Las políticas con que se ha respondido han agravado la crisis, han acentuado la dependencia de los países latinoamericanos, sobre todo respecto de Estados Unidos. Sin embargo, sigue habiendo una producción cultural alta y muy valiosa, especialmente en algunas regiones. La pobreza más bien es de los ministerios de cultura, de los actores políticos y sociales que no han logrado estructurar alternativas.

-La renovación de la actividad cultural en Latinoamérica, ¿será resultado de un reordenamiento económico en el área, o viceversa?

-Tiene que ser conjunto. Una de las tesis del libro es que no hay soluciones económicas si no SE toman en cuenta las condiciones sociales y culturales en las cuales se aplican los programas económicos, y a la inversa. Una recuperación económica de América Latina debiera apoyarse en medidas específicamente económicas, como replantear las condiciones de pago de la deuda, o en muchos casos suspender el pago porque ya ha sido cubierta y generar programas de desarrollo endógeno, aplicar los recursos para un desarrollo nacional y regional con mayor grado de autonomía. No nos vamos a salvar por la cultura, esto también está analizado en el libro, pero sí hay en nuestro desarrollo cultural una capacidad de expansión y de presencia en los mercados internacionales que no estamos explotando.

-Hay lugar para el optimismo después que, por ejemplo, uno oye a Vicente Fox hablar de "José Luis Borgues" y ve a Francisco Gil Díaz castigar a la cultura?

-Mi planteamiento coincide con otros estudios recientes en América Latina, que muestran que hay actores interesados en impulsar un nuevo tipo de política cultural y social para revertir los efectos dramáticos y a veces francamente trágicos de las políticas monetaristas neoliberales de las últimas dos décadas. Aun organismos internacionales, como el BID, que estuvo en favor de políticas que restringieron los gastos sociales y culturales, ahora está planteando que sólo una inversión más alta en educación, ciencia y cultura podría relanzar a las sociedades latinoamericanas.

-¿Quién encabezará estas transformaciones si buena parte de la izquierda latinoamericana carece de un discurso y de respuestas claras y concretas?

-Debemos reconocer que queda poco de lo que fue la izquierda latinoamericana, pero hay sectores que están renovándose. Las recientes elecciones brasileñas, en las que 60 por ciento votó por Lula y por el PT, señalan el descontento de una sociedad capaz de organizarse para expresar y pedir cambios a la orientación económica y política. En Brasil mismo se han generado una gran cantidad de acciones locales y nacionales a partir de PT; Brasil fue el lugar donde nació el Foro Social Mundial. Hay acciones en otros países que ofrecen alternativas todavía precarias, pero que son signos de esperanza y muestras de la capacidad de renovación de ciertos sectores de la izquierda.

García Canclini, ex becario Guggenheim y también autor del libro Culturas híbridas, establece "dos horizontes críticos" que exigen a los latinoamericanos repensarse: los años 2005 y 2010. El primero es el año fijado por Estados Unidos para firmar el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas, que en las condiciones que ese país plantea implicaría una pérdida aún más radical de control sobre las economías y las sociedades. Y en 2010 varios países latinoamericanos conmemorarán 200 años de sus respectivas independencias.

-Usted menciona como condición para repensarnos la generación de estudios desde y para Latinoamérica, cosa que no ocurre en la magnitud en que al parecer es necesaria. La academia y los investigadores no tienen recursos, ¿cómo salvar este obstáculo?

-Es una cuestión decisiva. Es muy preocupante que la mayoría de los gobiernos latinoamericanos esté reduciendo en términos reales el presupuesto para ciencia e investigación. Ocurre en México y en otros países con un desarrollo científico importante, como Argentina, Brasil, Chile. En parte la necesidad de expandir la investigación tiene que ver no sólo con el conocimiento del propio país, sino con la necesidad de conocer a aquellos países con los cuales estamos firmando tratados de libre comercio; es importante hacer estudios a la escala de los que Estados Unidos y los países europeos tienen sobre nosotros. Entonces, lo que hay que repensar es dónde poner los énfasis y los recursos escasos que tenemos para situarnos de un modo más productivo y creativo en el escenario internacional.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año