Preservar la independencia ante el FMI, exige
el titular del Episcopado, Eduardo Mirás
Hambre y pobreza, caldo de cultivo de la violencia:
Iglesia argentina
Miles de niños nacen con problemas de alimentación
y mueren antes de cumplir el año, denuncian
Malnutridos, 16 millones; Chaco, Formosa, Jujuy, Salta,
Tucumán y Corrientes, las más afectadas
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 16 de noviembre. Los acuerdos que
se realicen con el Fondo Monetario Internacional (FMI) deben preservar
"totalmente" la independencia del país, advirtió este sábado
el recientemente de-signado titular del Episcopado ar-gentino, Eduardo
Mirás.
La Iglesia católica argentina se pronunció
así al analizar la situación económica que vive el
país, después de la decisión gubernamental de no pagar
un vencimiento de más de 800 millones de dólares al Banco
Mundial, pero sí los intereses (79.5 millones).
Mirás advirtió la grave situación
social del país, al referirse a los cinco niños muertos por
hambre en las horas recientes en la provincia de Tucumán, en el
centro noroeste del país, y advirtió que "el hambre y la
extrema necesidad siempre son el caldo de cultivo para engendrar violencia".
La Iglesia ha denunciado desde hace años la realidad
social que vive este país otrora próspero, donde casi 60
por ciento de la población está en la pobreza, pero en las
desmanteladas provincias la situación es dramática.
Sin embargo los temibles índices de desnutrición
infantil que se van conociendo no sólo se limitan a las provincias
del interior, ya que en esta capital una clínica de atención
a recién nacidos denunció que miles de niños nacen
con problemas de alimentación derivados de sus madres y mueren por
distintas enfermedades antes de cumplir un año de edad.
Hoy trascendió que el jueves an-terior un bebé
de la región murió de desnutrición.
Los médicos advierten que los problemas más
graves llegarán en los años futuros, por las consecuencias
de la desnutrición, que alcanza a más de 30 por ciento de
los niños en Argentina.
Las provincias más afectadas por el hambre (Chaco,
Formosa, Jujuy, Salta, Tucumán, Corrientes y otras) conforman un
mapa de la pobreza extrema, y las cifras indican que cerca de 16 millones
de niños son víctimas de esta situación.
Hijos de mala mujer
Esta nación sudamericana tiene poco más
de 36 millones de habitantes, y en su momento fue considerada "el granero"
del mundo.
"Argentina tiene una sociedad enferma y el grupo que gobierna
son unos hijos de puta", dijo el ministro de la Producción, Aníbal
Fernández, visiblemente afectado por las imágenes del "otro
país".
En Buenos Aires también se encuentran en grave
riesgo miles de niños que trabajan entre las casi 60 mil personas
que recogen basura todas las noches como un ejército de sombras,
lo que ha cambiado la fisonomía de esta capital federal.
La década de "los 70 le costaron a este país
una generación de desaparecidos, y si no cambian las cosas en los
próximos años tendremos otras desapariciones", declaró
Francisco Donofrio, presidente de una institución de nutrición
en Tucumán.
Analistas políticos hablan aquí del "nuevo
genocidio" de estos últimos tiempos, que ya comenzó a percibirse
cuando a principios de los años 90 una epidemia de cólera
dejó ver las imágenes de un país dividido, donde en
el interior miles de personas estaban muriendo víctimas de la pobreza,
mientras el entonces presidente Carlos Menem hablaba de una Argentina "primer
mundista" apoyado en su visión por los organismos financieros internacionales.
Por esta razón la demanda del FMI de ajustar más
a las provincias, donde desempleo y pobreza alcanzan cifras nunca antes
conocidas, ha provocado una verdadera rebelión popular y una nueva
exigencia a las desprestigiadas fuerzas políticas, a las que se
acusa de no tomar posiciones por "estar entretenidas en ver quién
se queda con el Titanic, en el juego electoral".
La Iglesia católica advirtió también
que ya no se puede pisotear más la dignidad de las personas y que
no existe un acuerdo económico que pueda pactarse sobre la vida
de los pueblos.
De poco más de un millón 300 mil habitantes
que tiene Tucumán, 80 por ciento es pobre. Desde la década
de los 60, cuando los trabajadores cañeros de los desaparecidos
ingenios azucareros realizaban las "marchas del hambre", esa provincia
ha vivido en el abandono gubernamental.
También en los años 70, Tucumán fue
uno de los epicentros de la represión militar, aumentada aún
más durante la pasada dictadura castrense (1976-1983).
Desde hace años la Central de Trabajadores Argentinos,
surgida a mediados de la década de los 90, denunció ante
el mundo que cerca de 55 niños mueren al día en Argentina
por la pobreza.
Ante los sucesos, varios sectores políticos piden
la intervención de esa provincia, en manos del Partido Justicialista.
La tragedia social empata con los sucesos que se viven por la situación
creada entre el gobierno y el FMI.
Desde el exterior siguieron llegando los apoyos para Argentina,
y muchos sectores reconocieron la solidaridad en la declaración
especial de las 19 naciones latinoamericanas, más España
y Portugal, que en la Cumbre Iberoamericana, en República Dominicana,
resaltaron los esfuerzos realizados por este país para estabilizar
su economía y satisfacer las condiciones marcadas por el FMI.
El presidente Eduardo Duhalde confirmó desde allí
la próxima reunión, este domingo, con gobernadores y legisladores
de todo el país y de todos los partidos para buscar una salida urgente
a la crisis que agobia a la sociedad.
"O salimos definitivamente del pozo, con el apoyo de todos
con base en la producción, o retrocedemos hacia una Argentina que
estaba en un estado preanárquico y de disolución nacional.
Eso de-pende de la decisión y el coraje de los dirigentes argentinos
en este momento", dijo Duhalde.
El mandatario señaló que a es-cala internacional
se ve como "algo sorpresivo y raro" la extensa negociación entre
Argentina y el FMI, ya que "no están acostumbrados en el exterior
a una negociación de esta magnitud".
Por su parte el presidente de Francia, Jacques Chirac,
manifestó su preocupación por la delicada situación
entre Argentina y los organismos financieros internacionales, y afirmó
que es "indispensable" que mejoren las relaciones.
En tanto, a casi un mes de cumplirse el año de
la sublevación popular del 19 y 20 de diciembre de 2001, la situación
social está caldeándose y la amenaza de estallido social
está marcada por las exigencias impuestas por el FMI, ya que si
el gobierno concede esta vez los nuevos ordenamientos, nuevos millones
de argentinos se verán arrojados al mapa de la pobreza creciente.
Un "no va más" es la consigna en las reuniones
de estos días, donde se prepara la conmemoración del 19 y
20 de diciembre de 2001, cuando 31 personas perdieron la vida por la represión,
debido a lo cual el gobierno del socialdemócrata Fernando de la
Rúa se vio obligado a renunciar, en me-dio de la mayor crisis económica
y social que ha vivido el país.