Descarta Davidow toda la enchilada en migración
El ex embajador dice que México es solidario con
Castro, no con los cubanos
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington, 15 de noviembre. Jeffrey Davidow, ex
embajador estadunidense en México, afirmó hoy que es poco
probable que ese país consiga "toda la enchilada" en sus negociaciones
del tema migratorio con Washington, y advirtió que la eliminación
de aranceles sobre productos agrarios en enero de 2003 podría convertirse
en un punto de fricción entre ambos gobiernos.
Al mismo tiempo, pronosticó que con la conclusión
de las elecciones intermedias en Estados Unidos, ahora existen mayores
posibilidades de avanzar sobre algunos aspectos de la relación bilateral.
El ex embajador, en uno de sus primeros comentarios públicos
desde que hace dos meses dejó la sede diplomática en México,
indicó que la relación bilateral se ha fortalecido de manera
significativa en los años recientes, y caracterizó la cooperación
antinarcóticos como "mejor de la que he visto antes".
En respuesta a un ex funcionario estadunidense sobre el
retiro de México del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca
(TIAR), Davidow consideró que eso podría llevar a una mayor
participación militar mexicana en el exterior.
En un foro organizado por Diálogo Interamericano,
un ex funcionario estadunidense le preguntó por qué considera
que hubo tanto debate en México por el apoyo a Estados Unidos después
del 11 de septiembre del 2001. Davidow respondió que se debió
a una mala lectura del público mexicano del asunto y a que algunos
opositores del canciller mexicano, Jorge G. Castañeda, usaron el
tema para sus propios intereses.
"Los cuasi intelectuales, encabezados por Carlos
Fuentes, quien es un escritor bastante bueno pero un analista bastante
pobre, despegaron", dijo Davidow.
Pese
a ese intenso debate, añadió el ex embajador, detrás
del escenario la respuesta del gobierno mexicano a las solicitudes de Washington
en torno a los atentados del 11 de septiembre ha sido "excelente".
Comentó que las relaciones entre México
y La Habana no son un tema "principal" en el diálogo oficial del
primero con Washington. "Me interesa mucho menos lo que está pasando
hoy día entre Cuba y México, lo cual es polémico,
que lo que este último está haciendo para preparar el camino
de una transición (en Cuba)".
Comentó que hubo muchas más expresiones
de solidaridad mexicana con el pueblo chileno, durante el régimen
de Augusto Pinochet, que ahora para el pueblo cubano. "México siempre
dice que es solidario con Cuba. No es cierto. Es solidario con el gobierno",
dijo.
"Yo preguntaría -continuó- qué están
haciendo los sindicatos en México para promover un movimiento sindical
libre en Cuba. ¿Qué están haciendo los académicos?
¿Qué están haciendo los estudiantes? Creo que muy
poco. Eso es así porque tradicionalmente los mexicanos han visto
a Cuba a través del prisma de Estados Unidos."
Pero el diplomático de carrera, quien ahora enseña
un curso en la Universidad de Harvard, dedicó la mayor parte de
su análisis sobre la relación bilateral al tema de la migración.
"Lo que considero interesante es por qué el gobierno mexicano ha
decidido tomar el tema de migración y otorgarle tanta importancia",
comentó.
Sugirió que aun cuando se le informó al
presidente Vicente Fox que este tema no avanzaría tan rápido
como él hubiera deseado, el mandatario continuó enfocándose
en él. "No estoy seguro de que eso le esté ayudando a Fox
en México o en Estados Unidos", opinó.
"El gobierno mexicano debería reevaluar su actitud
sobre ese tema", dijo Davidow. "No estoy sugiriendo que debería
abandonar el asunto, pero sí creo que profundizar en la falta de
avances es un error. ¿Habrá toda la enchilada (como
expresó el secretario de Relaciones Exteriores, Jorge G. Castañeda)?
La respuesta claramente es que no".
Al mismo tiempo, insistió en que en el contexto
estadunidense podrá haber más avances en el tema migratorio
por medio del enfoque para establecer una visa estadunidense que sacaría
a México del sistema internacional de visas; de ampliar el número
de trabajadores temporarios no agrarios y la reforma de los programas existentes
de trabajadores temporarios agrarios. Estos pasos parciales, dijo, "ayudarían
a cientos de miles de personas".
El embajador también advirtió a los participantes
del encuentro, entre ellos analistas, ex funcionarios, académicos
y periodistas, que la fecha límite de enero de 2003 para la eliminación
de casi todas las barreras comerciales agrarias entre México y Estados
Unidos podría causar una fricción sustancial entre ambos
países. "El tema de la competencia desde Estados Unidos es un asunto
político caliente en México", afirmó. "Existe la percepción
de que en alguna forma Estados Unidos tomará una ventaja injusta",
pero insistió en que el comercio agrario es sólo una pequeña
porción del comercio bilateral, y que México exporta casi
el mismo volumen de productos agrarios a Estados Unidos que los que importa
de este país.
"La agricultura mexicana está pasando por un periodo
de transformación muy rápido. Los problemas rurales y de
los campesinos están basados en la competencia con el resto del
mundo, lo cual tiene que enfrentar México", agregó, subrayando
que aranceles agrarios más bajos beneficiarán a la mayoría
de los mexicanos.
Davidow consideró que aún hay mucho que
cambiar en México para que logre una ventaja plena con el Tratado
de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). México, indicó,
ya no puede depender sólo de mano de obra barata para incrementar
su competitividad internacional. Y para lograr mayores ventajas del TLCAN,
el gobierno mexicano debe mejorar los niveles educativos de su fuerza laboral,
ampliar la inversión en infraestructura y emplear tecnología
y ciencia modernas.
Sobre el retiro de México del Tratado Interamericano
de Asistencia Recíproca (TIAR), Davidow estimó que esa decisión
fue motivada principalmente por consideraciones políticas internas.
Los militares mexicanos, explicó, siempre se han mostrado renuentes
a un compromiso implícito de participar en operaciones militares
conjuntas para la "defensa colectiva" que se estipulaba en el Tratado de
Río. Cuando México se retiró del tratado, el gobierno
pensó que esto podría facilitar una mayor participación
militar en el ámbito internacional, sin temer que sentaría
precedente sobre operaciones militares conjuntas con otros países.
Así, Davidow dice que con el retiro mexicano del TIAR, el secretario
de la Defensa Nacional podría participar en las reuniones interamericanas
de defensa hemisférica.
Durante su presentación e intercambio en este foro,
Davidow insistió en que las actuales tensiones por migración
y otros temas no deberían opacar el hecho de que entre ambos países
se goza de una relación generalmente positiva. "La relación
está avanzando muy, muy bien. Se ha fortalecido de manera significativa
durante los cuatro años anteriores", afirmó.