La fuerza, criterio de la política exterior de EU: Fazio
Petróleo y agua, intereses de las próximas guerras
KARINA AVILES
En un debate sobre la guerra y los recursos naturales, especialistas en la materia advirtieron acerca del control que las empresas estadunidenses tienen sobre los recursos estratégicos, no sólo en las materias primas petroleras, sino también en minería y biodiversidad, y señalaron que la competencia por los recursos naturales, en especial petróleo y agua, serán causa de los próximos conflictos.
En el seminario internacional Siglo XXI. La guerra y la paz, organizado por el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la UNAM, el investigador del Instituto de Investigaciones Económicas, Andrés Barreda, puntualizó que las empresas trasnacionales de Estados Unidos e Inglaterra no sólo detentan el control de las materias primas petroleras, sino también de la minería.
En cuanto a biodiversidad, añadió, el dominio en este aspecto lo detentan empresas estadunidenses, aunque hay también algunas europeas.
Expresó que el agua ha adquirido una importancia de característica global y es un bien que se ha convertido por primera vez en una mercancía que ingresa al mercado mundial.
Por su parte, la investigadora del IIE, Sarahí Angeles Cornejo, habló de la estrategia militar de Estados Unidos para tener el control de los recursos estratégicos de las naciones. De ahí el aumento de sus ejercicios militares, cuyo objetivo es también plantar una bandera y el poderío castrense estadunidense, indicó.
En su turno, el investigador y colaborador de este diario Carlos Fazio advirtió que el régimen foxista, al asumir como propias las categorías de ''bienestar, seguridad y terrorismo'' impulsadas por Washington, se ha transformado en una pieza incondicional, dócil y útil del imperio: ''El famoso tercer vínculo, el militar, está en vías de consolidación, y cuando un Ejército abdica de su función como defensor de la seguridad y soberanía nacional queda allanado el camino a la anexión''.
Antes, explicó que la doctrina Bush de ''dispara primero y pregunta después, da prioridad de enfoque de la fuerza militar como herramienta básica de la política exterior''.
Ya no se trata, dijo, sólo de defender las actuales fronteras del imperio por medio de "regímenes clientes como el de Vicente Fox en México, sino de extender los límites geopolíticos militares y políticos para conquistar y explotar nuevas regiones estratégicas".