La creación del Estado palestino, "un hecho consumado", admite Ariel Sharon
Israel ocupará Nablus hasta terminar con las "infraestructuras terroristas"
Fuerzas de Tel Aviv matan a un niño; durante la intifada han muerto más de 2 mil 600 personas
AFP, DPA Y REUTERS
Jerusalen, 13 de noviembre. El ejército israelí tomó este miércoles el control de la ciudad autónoma palestina de Nablus, en Cisjordania, y anunció su intención de quedarse ahí "sin límite de tiempo", en respuesta al atentado palestino perpetrado esta semana en un kibbutz que provocó cinco muertos.
En Rafah, sur de la franja de Gaza, un niño palestino de tres años murió y su madre resultó gravemente herida al ser alcanzados por disparos de obuses realizados por tanques israelíes, indicaron fuentes médicas palestinas.
Con este deceso, el número de muertos desde el estallido de la intifada, a finales de septiembre de 2000, se eleva a 2 mil 665 personas, entre ellas mil 969 palestinos y 647 israelíes.
El ministro israelí de Defensa, Shaul Mofaz, declaró que la ocupación de Nablus no está "limitada en el tiempo" y que seguirá hasta que alcance sus objetivos: destruir las "infraestructuras terroristas" y reducir al mínimo los ataques palestinos procedentes de esa zona.
Soldados de infantería de elite entraron en Nablus y ocuparon la Casbah, la ciudad antigua, y los cercanos campos de refugiados de Askar y Balata. El ejército declaró la región "zona militar cerrada" e impuso un toque de queda.
Mofaz afirmó que las incursiones tienen el objetivo de encontrar a los militantes que atacaron el lunes el kibbutz de Metzer, atentado reivindicado por un grupo armado cercano al movimiento Fatah.
En Gaza, una decena de tanques israelíes se ubicaron a 200 metros de la vivienda del fundador de Hamas, el jeque Ahmed Yasmn. Luego de algunas horas se retiraron, informaron testigos.
Asimismo, tres jóvenes palestinos fueron heridos por disparos de soldados apostados en un edificio en el campo de refugiados de Balata, según fuentes hospitalarias. Esa operación, bautizada Ruedas de aceleración, consiste en rastrear esa localidad. El ejército afirmó que había detenido en ella a unas 30 personas pero, según fuentes palestinas de seguridad, sólo fueron arrestados seis activistas.
La operación, que era preparada desde hacía varias semanas, se aceleró en respuesta al atentado contra el kibbutz Metzer, en el norte de Israel, en el que murieron cinco israelíes; dos de ellos niños.
El jefe de la diplomacia israelí, Benjamin Netanyahu, convirtió ese atentado en un argumento para reclamar este miércoles la expulsión del presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yasser Arafat. Ya había declarado la víspera que su expulsión será su primera acción en caso de que llegue a dirigir el gobierno que salga de las elecciones del próximo enero.
Pero el primer ministro israelí, Ariel Sharon, se opone a esa propuesta. "Hay que actuar con sentido de la responsabilidad y sangre fría. Los responsables de los servicios de seguridad y de inteligencia (israelíes) se han inclinado en varias ocasiones contra esa expulsión, considerando que causaría perjuicios a Israel", afirmó Sharon al segundo canal de televisión privada.
La Casa Blanca ha evitado hasta ahora pronunciarse sobre la idea de Netanyahu de expulsar a Arafat, que comenzó a expresar desde hace una semana.
Por su parte, el presidente palestino desdeñó la sugerencia de Netanyahu. "Es necesario que él (Netanyahu) sepa quién es Yasser Arafat. Este es mi país, el país del bisabuelo de mi tatarabuelo", replicó.
Sharon reconoció que la creación de un Estado palestino constituía un "hecho consumado" y aseguró estar dispuesto a alcanzar un acuerdo de paz con los palestinos.
Pero Estados Unidos no se muestra demasiado entusiasta. Washington estima que la crisis política en Israel está bloqueando cualquier avance en el plan de paz en Medio Oriente, reconoció el vocero del departamento de Estado, Richard Boucher.
En tanto, David Satterfield, un emisario del Departamento de Estado estadunidense, conversó en Jericó con Saeb Erekat, principal negociador palestino, sobre un plan de paz que prevé la creación de un Estado palestino de aquí a 2005.