MEXICO SA
Carlos Fernández-Vega
Cebollazo del gurú Greenspan a tecnócratas mexicanos
Guillermo Ortiz pide arar en el desierto
NO CUALQUIERA RECIBE UN generoso y amplio "cebollazo" como el que Alan Greenspan, el gurú de las finanzas internacionales y presidente de la estadunidense Reserva Federal, recetó a los tecnocráticos gobiernos nacionales, el del cambio incluido: "las políticas de apertura comercial y de estabilización establecidas en México, han permitido al país aislarse de la inestabilidad financiera que afecta a varias naciones latinoamericanas".
QUÉ BENÉFICO RESULTA PARA el futuro nacional el merecido reconocimiento que Greenspan dedicó a las cabezas visibles de las últimas cuatro administraciones gubernamentales (desde la renovación moral de la sociedad, pasando por la solidaridad y el bienestar para la familia, hasta el hoy, hoy, hoy).
TRAS DOS DÉCADAS DE continuos draconianos "ajustes" y reformas "estructurales" de corte fondomonetarista -aunque México, como bien dice el presidente Fox, "no tiene por qué seguir sus instrucciones ni estar obedeciendo sus propuestas"-, por fin se reconoce a los cuatro vientos que el país está "aislado de la inestabilidad financiera que afecta a varias naciones latinoamericanas".
MÉXICO, PUES, ES ENVIDIADO por los otros países de la región, dada su solidez y aguante ante embates desestabilizadores que han doblado a las economías de otras latitudes. Enhorabuena por el cebollazo, aunque esa solidez no genera empleo ni estimula el crecimiento del producto interno bruto, ni mejora la distribución del ingreso y la riqueza, ni permite detener el avance de la pobreza, ni paga la deuda social, ni nada de nada.
LA ECONOMIA MEXICANA, dice el gurú, es sólida como una roca que permite pagar puntualmente sus compromisos de deuda externa, aunque no lo es para atender los más elementales reclamos de su población. Tiene capacidad de generar el suficiente volumen de dólares para atender sus compromisos internacionales, aunque ello signifique una permanente sangría, pero no para mejorar, así sea de manera parcial, los indicadores sociales.
GREENSPAN ASEGURO QUE la apertura de los países al comercio, la mejora en las instituciones y las políticas de estabilización macroeconómica "constituyen tres condiciones para asegurar el crecimiento de las economías". México ha cumplido las "tres condiciones" y el crecimiento brilla por su ausencia. Qué mejor ejemplo que los dos primeros años del gobierno del cambio para documentar el optimismo del gurú.
TRAS ALABAR LAS BONDADES del "modelo" mexicano, el presidente de la Reserva Federal regresó a la realidad. Ya en su país, compareció ante la Comisión Económica Conjunta del Congreso, donde habló de la economía estadunidense: "Lo que sí tenemos es un grado muy alto de incertidumbre" por la posibilidad de una guerra y la caída de los precios de las acciones, aunque "no por desequilibrios peligrosos que por lo general son un presagio de recesión. El caso es que aunque la economía se está debilitando o está estancada, no hay pruebas, por lo menos hasta el momento, de que la tendencia a la debilidad se esté acelerando".
MIENTRAS GREENSPAN dedicaba sus esfuerzos a enaltecer las bondades económicas de su vecino del sur, el gobernador del Banco de México exhortó a las instituciones bancarias a que se dediquen a lo que económica y socialmente justifica su actividad, es decir, cumplir con su función intermediadora: ''hay que reanudar, sin dilación, la asignación de préstamos para las actividades productivas... Los bancos deben volver a prestar".
ES ENVIDIABLE LA AGILIDAD y oportunidad demostrada por el gobernador del Banco de México, toda vez que el exhorto por él hecho a los banqueros se produce tras casi ocho años de continuo deterioro de los indicadores crediticios y de que los barones del dinero decidieron vivir de maravilla -con dinero ajeno y sin correr riesgos, como debe de ser- especulando con los valores gubernamentales.
NO HAY QUE OLVIDAR que Guillermo Ortiz es un personaje clave para entender el alcance y el comportamiento del sistema bancario durante la última década, dado que fue el operador de la reprivatización de la banca en el salinismo y del generoso rescate que de esas mismas instituciones hizo -no con su dinero, desde luego- el mismísimo doctor del cambio, Ernesto Zedillo.
PARA EL FUNCIONARIO, la falta de capital ya no es un factor que limite la asignación de préstamos: el sistema legal ha sido remozado, la estabilidad económica se ha recuperado, existen condiciones para reactivar el financiamiento y "hay sujetos dignos de crédito... La actividad crediticia de la banca continúa siendo endeble, mientras el espectro de influencia de la bolsa de valores todavía es muy limitado".
EL EX SECRETARIO DE Hacienda consideró que "no hay más pretextos" para que la banca comercial reanude su función de intermediación financiera, al tiempo que consideró que la Bolsa Mexicana de Valores debe constituirse como otra fuente importante de capital para el sector privado. "Para lograr este objetivo debemos continuar con el proceso de reforma del sector y reforzar las instituciones judiciales. Asimismo, es fundamental consolidar la estabilidad macroeconómica, fortaleciendo las finanzas públicas y garantizando la estabilidad de precios".
SIN EMBARGO, ORTIZ pretende arar en el desierto: la banca que opera en el país constantemente amplía sus márgenes de utilidad, cobra comisiones hasta por respirar, vive -y muy bien- de los intereses que el erario puntualmente les paga, las arcas nacionales están a su servicio, el público ahorrador los subsidia dada las tasas de interés negativas que las instituciones ofrecen y las grandes ganancias que obtienen por jinetear ese dinero, no paga todos los impuestos que le corresponden y es factor de peso político y económico en la toma de decisiones del gobierno federal, entre otras muchas cosas. Entonces, Ƒpara qué tomarse la molestia de otorgar crédito, si todo camina de maravilla, la ganancia fluye y el futuro pinta mejor?
Las rebanadas del pastel:
CUIDADO PORQUE LA gallina de los huevos de oro anda enferma: el precio de la mezcla petrolera mexicana de exportación ha caído alrededor de 25 por ciento en poco menos de 45 días, al pasar de 26.28 dólares por barril el pasado 2 de octubre -no se olvida- a 19.88 dólares el 12 de noviembre.
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