Estudiantes y docentes se manifestaban contra
la "privatización" del instituto
Agreden al secretario general del IPN durante una protesta
Detectan grupos del llamado Consejo General de
Huelga en la marcha politécnica
JOSE GALAN
La marcha de protesta en contra de la iniciativa de reformas
a la ley orgánica del Instituto Politécnico Nacional, organizada
ayer por colectivos de estudiantes y trabajadores en la sede central de
la institución, tuvo un fin violento después de que un fotógrafo
de prensa y el secretario general del IPN, Jaime Valverde, fueran agredidos
a golpes cuando ya se había instalado el diálogo entre las
partes.
Mientras que el agresor del fotógrafo de prensa
fue identificado por los asistentes como Miguel Angel García, alias
el Franky, miembro del Consejo General de Huelga de la preparatoria
nueve de la Universidad Nacional Autónoma de México, quienes
golpearon al funcionario del IPN aún no han sido identificados.
La asistencia de miembros del grupo que implantó la huelga en la
UNAM en 1999 llevó a las autoridades a denunciar la presencia de
grupos infiltrados "cuyo propósito obvio fue provocar la violencia
y buscar desestabilizar al Politécnico en favor de intereses externos",
dijo María Teresa Calderón, portavoz de la institución.
Las
agresiones ocurrieron una vez que las autoridades -el propio Valverde y
Enrique Villa, secretario académico- habían aceptado las
exigencias de los manifestantes para sentarse a la mesa de diálogo,
entre ellas la presencia de las cámaras de Canal Once. Pero la violencia
había surgido poco antes, cuando los manifestantes tomaron la calle
y agredieron a los automovilistas antes de regresar al auditorio y aceptar
el diálogo.
Por lo pronto, la primera consecuencia fue el fin del
diálogo por parte de las autoridades, que analizaban entrada la
noche la posibilidad de recurrir a la vía penal en contra de los
agresores, mientras que los estudiantes y trabajadores politécnicos
-éstos últimos afiliados al Sindicato Nacional de Trabajadores
de la Educación que encabeza la priísta Elba Esther Gordillo-
se mantenían a la expectativa, se reagrupaban y buscaban diseñar
una estrategia para contrarrestar en la opinión pública el
efecto de los golpes sobre el representante de los medios de comunicación
y el importante funcionario politécnico.
Todo comenzó por la tarde, cuando cerca de mil
estudiantes y trabajadores del Instituto Politécnico Nacional marcharon
del Centro Cultural a la Dirección General en protesta por la propuesta
de reforma de ley orgánica de ese instituto, a la que acusaron de
privatizadora, y exigieron a las autoridades que dicha iniciativa sea regresada
de las cámaras para ser plenamente discutida en el interior de la
comunidad.
La marcha se inició pasadas las 16:30 horas. A
su llegada a las oficinas de las autoridades, los manifestantes fueron
atendidos por el secretario general del IPN, Jaime Valverde, quien salió
a las puertas de la dirección general para intentar dialogar con
ellos, ofrecerles espacios para la discusión y resolver las diferencias.
Pero los manifestantes exigieron como requisito para sentarse
a dialogar que la iniciativa sea devuelta de las cámaras al instituto,
y que el encuentro se lleve a cabo frente a las cámaras de Canal
Once, propuesta que fue satisfecha por las autoridades. A su paso por las
diferentes escuelas del instituto, los manifestantes coreaban consignas
como "queremos una huelga, una huelga de verdad".
Las autoridades ofrecieron primero el auditorio A del
Centro Cultural, lo que fue rechazado por los manifestantes, a quienes
se les ofreció la sala de la secretraría académica,
junto a la dirección, pero como no cabían todos, también
fue rechazada. Por ello, decidieron salir a tomar la calle y cerraron la
avenida Miguel Bernard, donde se registró un despliegue policiaco
discreto.
Sin embargo, las autoridades denunciaron que "grupos de
infiltrados", presuntamente de otras instituciones, agredieron a automovilistas
y provocaron desmanes "que nada tienen que ver con la comunidad politécnica".
Jaime Valverde convenció a los manifestantes de regresar a las instalaciones,
ahora sí al auditorio A, donde se reunieron y se escucharon las
voces en contra de la privatización del instituto.
Para entonces eran ya poco menos de 500 estudiantes y
trabajadores docentes y académicos los que ocupaban el auditorio,
en una reunión presidida sólo por el propio Valverde y el
secretario académico Enrique Villa, como fue la exigencia de los
miembros de la comunidad. Además, estaban ya instaladas las cámaras
de Canal Once.
Las autoridades reiteraron a estudiantes y trabajadores
que el IPN no se va a privatizar, que esa no es la intención de
la iniciativa de reformas a la ley orgánica, ya que claramente establece
que permanecerá como una institución de educación
superior de carácter público, laico y gratuito. Sostuvieron
que no se cerrarán carreras y que no se pretende "adelgazar" al
instituto mediante la reducción de la matrícula.
Ante los trabajadores subrayaron que sus derechos laborales
serán debidamente respetados y que no existe la intención
de moverlos del apartado B como sostienen los rumores que han corrido por
el IPN.
Pero las autoridades recordaron que el proceso de consulta
sobre la iniciativa de dicha ley duró dos años, mediante
el proceso de toma de opinión en el que participó la comunidad
politécnica y que, en manos de los legisladores, son ahora ellos
el canal para introducir o no reformas a la iniciativa de ley.