Si contiende por la relección en 2004
quiere a Cheney como compañero de fórmula
Tras el triunfo republicano, Bush va por cambios rechazados
en el Senado
Gore insta al Partido Demócrata a convertirse
en oposición de hecho, no sólo de nombre
AFP Y REUTERS
Washington, 7 de noviembre. El presidente George
W. Bush, respaldado por la victoria republicana en las elecciones legislativas
celebradas el martes, demandó hoy que se apruebe la creación
del departamento de seguridad interior y la confirmación de sus
nominados para cargos judiciales.
Además, sugirió que aspira a la relección
en 2004. "Si decido correr, el vicepresidente Cheney será mi compañero",
dijo en la primera conferencia de prensa luego de que los republicanos
obtuvieron el control del Senado y aumentaron su ventaja en la Cámara
de Representantes.
Cuando se le preguntó si ya consultó a Cheney,
quien ha sido hospitalizado en tres ocasiones desde que asumió por
problemas cardiacos, contestó: "confío en que servirá
otro mandato.
"Ha hecho un excelente trabajo (...) no hay razón
para cambiarlo", dijo sobre su vicepresidente, ex director de una empresa
involucrada en escándalos corporativos.
"Ahora
que los electores han expresado su opinión, insto a los miembros
de ambos partidos políticos a unirse para poder hacer las cosas
que los estadunidenses quieren", agregó Bush.
Pese a este llamado, dejó claro que presionará
la aprobación de algunas medidas que fueron obstaculizadas por el
Senado, y reafirmó su interés prioritario en crear el departamento
de seguridad interior, que propuso poco después de los atentados
del 11 de septiembre de 2001.
Los demócratas se opusieron a aprobar el proyecto
de ley esgrimiendo argumentos laborales, vitales para los sindicatos.
"Las elecciones finalizaron, pero la amenaza terrorista
aún es real. El Senado debe aprobar una ley que fortalezca nuestra
habilidad de proteger a los estadunidenses", expuso el mandatario, quien
añadió que pedirá también a la Cámara
alta que confirme a sus nominados para varios cargos judiciales, que los
demócratas no han confirmado por considerar que son políticos
muy conservadores.
También pidió al Congreso adoptar la legislación
para la creación de un seguro inmobiliario contra el terrorismo,
lo que "relanzaría la construcción y creará miles
de empleos para obreros actualmente suspendidos".
En este sentido, afirmó que otra de las prioridades
era la adopción, desde el inicio de funciones del nuevo Congreso
en enero, de un conjunto de medidas para impulsar el crecimiento de la
economía -"ya salimos de la recesión y estamos creciendo,
pero no estoy satisfecho", sostuvo- y el empleo.
Aunque no dio detalles sobre estos proyectos, se estima
que una serie de exenciones impositivas para empresarios, que eran rechazadas
por los demócratas, serán consideradas parte de las medidas
para impulsar las economía.
Mientras Bush comparecía ante la prensa, los demócratas,
afectados por la derrota en las legislativas, buscaban nuevos líderes
para preparar la elección presidencial de 2004, y para la jefatura
de la bancada demócrata en la Cámara de Representantes, luego
de que el líder de la misma, Dick Gephart, anunció este jueves
que abandonará su puesto a fin de año, cuando expira su mandato.
La derrota electoral provocó enfrentamientos entre
los liberales, que demandan una mayor confrontación con el presidente
Bush en asuntos clave, y los de centro, que llaman a un mayor compromiso.
"Los demócratas no deberían confundirse
sobre la magnitud de esta derrota", afirmó el ex vicepresidente
y ex candidato presidencial Al Gore, único dirigente demócrata
que ha criticado duramente la actitud unilateral adoptada por Bush en materia
de política exterior. El Partido Demócrata, dijo Gore, necesita
convertirse "de hecho, y no sólo por el nombre, en la oposición".
A nivel exterior, además de referirse a Irak, Bush
advirtió a Corea del Norte que nunca será aceptada en la
"familia de naciones pacíficas", a menos que abandone el programa
para desarrollar armas nucleares.
"Yo me ocupo de Corea del Norte y, como dije desde el
comienzo de esta nueva guerra del siglo XXI, nos ocuparemos de cada amenaza
de manera diferente. Cada amenaza exige un tipo diferente de respuesta",
señaló el mandatario, quien invitó a la Casa Blanca
a líderes islámicos a cenar esta noche para compartir la
comida tradicional que pone fin a cada día de ayuno en el mes sagrado
del Ramadán.
En ese contexto, el procurador general, John Ashcroft,
anunció que se instauró un nuevo sistema de control de fronteras
en el país, acordado tras los atentados del 11 de septiembre de
2001, al tiempo que el diario The Washington Post refirió
que miles de hombres musulmanes de Irak, Irán, Libia, Sudán
y Siria que residen temporalmente en Estados Unidos deberán registrar
sus huellas digitales y serán fotografiados por el gobierno para
llevar un registro de los visitantes de países considerados patrocinadores
del terrorismo.